(+21) (Libro 1 & Libro 2) Alysha N. Doménech Losada, una brillante y aplicada estudiante de medicina que está a punto de comenzar su internado en medicina general. Su vida era tranquila, entre libros y anotaciones, con el novio que siempre había sid...
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Capítulo 33.
(Amanda).
Lo acaricio, intentando traerlo a mi terreno nuevamente. Tampoco podía permitir que Jesse se pusiera en mi contra por la estúpida niñata de Nere.
Si antes la detestaba, ahora que sé que está con Adrián la detesto más. Andy tiene que ser para mí. Lo amo con todas mis fuerzas, y haré lo que sea con el fin de volver a tenerlo.
— Jesse, vamos, discúlpame. No te pongas así. Es sólo que no me gusta que ella esté siendo un estorbo en todos nuestros asuntos personales.
— Pues mantén la boca cerrada cuando se trata de ella.
Éste imbécil vuelve otra vez a amenazarme cuando se trata de ella. ¡Maldigo mil veces a la idiota de Nere! Siempre todo ha tenido que rondar a su alrededor. Siempre ha tenido que ser ella la atención de los hombres que más he deseado, Jesse y Adrián.
Aunque Jesse para mí ya se había convertido en un cero a la izquierda, necesitaba tenerlo a mi disposición, y más en estos momentos. Aprovecharía el estado desquiciado y obsesionado de él por Nere para poder tener posibilidades con Andy.
Es mío, y no soportaré que Nere se quede con Adrián y disfrute todo lo que él le ofrece en todos los ámbitos. Un fuerte ardor de enojo se apodera de mí, haciendo que continúe con mis planes para que se aparten de una maldita vez.
Adrián tiene que sacarla de su vida de alguna manera, y yo sería la mujer que lo haga olvidar a Nere como sea. Estoy harta de tener que ser la segunda en todos los ámbitos y que ella siempre se quede con el crédito.
Si soporté actuar ser como esa estúpida cada vez que intimaba con Andy, podré soportar la paciencia mientras calculo mis planes para que se aparten de una jodida vez.
Primero, es capaz de tener éxito en la carrera de medicina, gracias al apoyo de su cursi y tonta familia, dejándome aún lado. Segundo, su estúpida cara de niña linda siempre había tenido a Adrián embelesado como un pendejo, quedándose con su mente y sus pensamientos. Y tercero, siendo lo más que me molesta, es que ambos trabajen en el mismo lugar mientras ella recupera su amor. Con un sólo pestañeo lo tiene en sus manos, y me fastidia que Andy no lo esté notando.
La odio. Cada vez me doy cuenta de que la detesto más. No descansaré hasta verla alejada de su vida, hasta que se de cuenta de que él no le pertenece. Es mi hombre, así tenga que ganarle a fuerza de uñas y dientes.
— Ven... — Incito a Jesse, quién accede rápido a mis actuados deseos. — Volvámos a la cama...
