Subo a mi cuarto muy triste por la despedida aun con lagrimas en mis ojos me acuesto en mi cama cayendo rendida por el sueño deseando despertar al día siguiente pero junto a Nick.
Me despierto sin ganas de hacer nada y con la imagen de Nick en el momento que nos despedimos esto hace que vuelva a llorar por un largo rato o mejor dicho todo el día, la idea de que quizás Nick jamás vuelva me aterra. Mi mama me ha traído algo de comer pero mi humor no es del todo bueno ahora todo lo que queda del mes de Enero me la pasó llorando todas las noches pensando que quizás jamás lo vuelva a ver pero eso cambia una tarde fría de Febrero.
Me encuentro en mi habitación mirando tv prestando poca atención la verdad mientras pasa una publicidad una loca idea me cruza por la mente. Se trata del día de San Valentín he olvidado por completo esa fecha y ya casi se acerca y hacerlo me hace pensar otra vez en Nick, en que no estaré con el ese día, etc. Pero la idea que se me acaba de ocurrir puede que lo cambie todo solo debo hablarlo con mis papas pero lo más importante aquí es tener el permiso sea como sea para llevarlo a cabo. Bajo rápidamente a la cocina para hablar con mama que está preparando la comida.
— ¡Mama!—Grito mientras corro hacia ella.
— ¿Qué pasa?—Me detiene antes de que me la lleve por delante.
—Tengo una súper idea—digo emocionada.
—Eso no me huele bien así que diré que no—responde seria.
—Pero al menos deja que te cuente—le ruego.
—Está bien—suspira rendida. Deja lo que está haciendo y camina al sofá de la sala mientras yo la sigo detrás.
—Bueno tú sabes que dentro días es San Valentín/Día de los enamorados.
—Sí pero ¿a qué viene esto? —pregunta.
—No me interrumpas ya verás—digo.
—Está bien no te enojes—dice.
—Bien como te decía, ese día quiero pasarlo con Nick pero ya sabes que él está en New Jersey y yo aquí en Chicago.
—Entonces eso no sería posible.
—Bueno yo tengo una idea para que eso se haga posible.
— ¿Cuál?
—Yo quiero viajar y sorprenderlo como él lo hizo en mi cumpleaños.
— ¿Qué? ¿Hablas en serio? Crees que te dejaría viajar sola en un avión con 18 años.
—Si—asiento.
—Claro que no ¿en que estas pensando?
—Pero mama ya estoy grande se perfectamente cuidarme muy bien por dios no tengo 10 años.
—Mi amor ella tiene razón es grande, tal vez debes de confiar un poco más en nuestra hija—dice papa mientras baja por las escaleras y camina hacia nosotras en el sofá.
—Vez mama, papa me deja ir sin ningún problema.
—No lo sé y aunque lo hiciera no tenemos dinero y no pienso aportar para ello—dice cruzándose de brazos.
—En eso estoy de acuerdo con tu madre—agrega papa.
—Bueno si es por eso yo... Tengo dinero.
— ¿Qué? ¿Cómo es que tienes esa cantidad de dinero?
—Es que yo estuve ahorrando para un piano pero prefiero gastar eso en ir a ver a Nick.
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Cruzando nuestros caminos
RomanceEl equilibrio todo en nuestra vida funciona bien si se tiene esa dosis diaria de equilibrio imaginas una vida con estos ingredientes viajes, dormir poco, éxito, adulación, presión, necesidad constante de reinventarse, aplausos masivos y justo despué...