Treinta y siete.

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Dale Valerie piensapide un Joe con insistencia.

No puedo Joe ¿Cómo quieres que piense algo que me lastima tanto?digo frustrada.

Se que estas mal y lo entiendo pero es la única manera de saber la verdad.

No quieroniego con mi cabeza a punto de echarme a llorar de nuevo.

Si quieres así que pensemosme dice dándome ánimos.

Está bienme resigno.

Supuestamente estos "secretos" que han sido revelados son privados algo entre ustedes dos nada masrasca su barbilla.

Siasiento.

Algo que ustedes dos han vividoanaliza la situación y su expresión parece la de un detective en apuros.

Sí.

Algo que compartieron de forma intima.

No entiendo cuál es tu puntodigo enojada ya de no llegar a ningún lado.

Que si es algo tan secreto ¿Cómo alguien ha podido enterarse y divulgarlo en esa endemoniada revista?

¡No lo sé! Es lo mismo que me pregunto yoestoy harta de todo esto como alguien pudo acabar con mi relación así.

Pensemos Valerie pensemosse para y se pone a caminar por toda la habitación ¡ya se!

¿Qué?

¿No habrá alguna persona en especial que le hayas contado todo esto?a Joe si que se le están quemando las pocas neuronas que tiene con todo esto.

Bueno si pero no creo que sea capas.

No importa ¿Quién?dice.

Estas tu, pero obvio que no fuiste ¿verdad?clavo mi mirada en el.

¿Estas dudando de mi? Eso me dueledice a modo de broma.

Claro que noambos reímos.

¿Quién más?

Julieta, pero ella no sabe todo lo que apareció así que ella queda descartada.

Además está en otro paísno creo que tenga complejos de hacker y te haya traicionado así como así.

Eso es verdad.

¿Alguien más?

No se... Creo que nollevo las manos a mi cabeza ya no puedo con esto.

Piensa, tiene que a ver alguien más.

Me esfuerzo y pienso al máximo logrando una pequeña pero suficiente actividad en mi cerebro. Una persona se me viene a la cabeza pero ¿será posible? Joe debió notar la expresión de confusión en mi rostro ya que pregunta.

¿Qué pasa? ¿Te acordaste de alguien más?

Siasiento.

¿Quién?me mira con los ojos como platos de la sorpresa.

Lo miro, no puedo ni decirlo. Suena tan irreal en mi cabeza pero no hay otra alternativa.

Cuando vuelvo a reaccionar Joe maneja a toda velocidad. Si, se lo he dicho y ahora vamos camino a su casa en busca de explicaciones.

Cruzando nuestros caminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora