Alguien me mueve suavemente mientras susurra mi nombre. No quiero despertar pero lo hago. Abro mis ojos lentamente para encontrarme con Joe. Me giro esquivándolo, quiero seguir durmiendo, no porque tenga sueño sino porque no quiero afrontar mi realidad.
—Valerie es tarde tienes que comer algo—dice Joe con un leve tono de preocupación en su voz.
—No tengo hambre—reprocho.
—No importa vas a comer igual—me obliga.
—No quiero—aprieto mis labios para que ningún trozo de comida pase por ellos.
—Ya me escuchaste, no me importa—dice irritado.
Me obliga a sentarme en la cama y comienza a alimentarme a la fuerza. Él tiene una bandeja a su lado con distintas cosas que ahora se dirigen a mi boca. Minutos después me doy por vencida y termino comiendo por mi cuenta.
—Está muy rico Joe de verdad gracias—la manera en la que se ha portado conmigo es increíble es como el hermano mayor que nunca tuve.
—Me alegra que te haya gustado—junta los restos y se levanta de la cama—voy por el postre.
— ¿Qué hay más? —voy a salir rodando de aquí.
—Sí—asiente.
—Te lo juro que no me entra ni un bocado mas—digo sobando mi barriga de lo llena que estoy.
—Vas a comerlo igual—dice encogiéndose de hombros.
—Joe ya comí demasiado ¿no te parece?
—No, te has salteado la cena y el desayuno necesitas recuperar energías—me reprocha.
—Pero...—trato de protestar pero no me deja.
—Nada, te traeré un poco de fruta—dice con la bandeja en las manos.
—Está bien.
Joe sale de la habitación llevándose con él lo que ha quedado, yo me acomodo en la cama. Pienso en cambiarme pero no, haré tiempo antes de que regrese Joe así que tomo el control de la televisión y comienzo a hacer zapping en busca de algún programa que me entretenga, al menos un rato.
Estoy en eso cuando dos golpecitos en la puerta me distraen.
—Pasa—supongo que es Joe pero no.
—Valerie ¿podemos hablar? —apenas habla en un susurro pero si entiendo.
¿Quiero hablar con él? ¿Estoy de humor para discutir? No llego a contestarle cuando continua hablando.
—Yo quería pedirte disculpas, mal interprete las cosas y yo—duda por un momento y luego continúa—No sé qué decirte porque sé que nada hará que cambies de opinión. Yo lo siento tanto y si pudiera devolver el tiempo atrás y arreglar esto lo haría. —dice arrepentido.
—Pero ese es el problema no puedes—que no daría yo porque nada de esto hubiese pasado pero así fue.
—No—dice cabizbajo mirando a la alfombra y no a mí.
—Nick tuviste tu oportunidad y así terminamos, ya esta—las palabras se clavan en mi como un filoso cuchillo que atraviesa mi corazón justo en todo el medio. Lucho con mis lagrimas para no dejarlas escapar no quiero ser débil delante de él.
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Cruzando nuestros caminos
RomanceEl equilibrio todo en nuestra vida funciona bien si se tiene esa dosis diaria de equilibrio imaginas una vida con estos ingredientes viajes, dormir poco, éxito, adulación, presión, necesidad constante de reinventarse, aplausos masivos y justo despué...