— ¡VALERIE!—grita mama mientras me sacude en la cama—es hora de que te despiertes o se hará tarde.
—Déjame dormir un poco mas—le ruego.
—Hija... Si no te levantas no llegaremos a tiempo al aeropuerto—dice.
— ¿Aeropuerto? —me siento rápidamente en la cama, no recuerdo nada sobre un aeropuerto.
—Si hija... ¿Ya lo olvidaste? Iras a USA.
Ahí lo recuerdo, hoy viajaremos a USA, a Jersey y el avión parte en unas horas. Como flash salgo corriendo al baño y me cambio lo más rápido que puedo. En menos de una hora estoy parada frente a la puerta con mi maleta.
— ¿Estas lista? —me pregunta papa.
—Siempre.
—Bien entonces vamos—dice mientras me "empuja" fuera de casa.
—Pero ¿y tus maletas? —me detengo al ver que no trae nada en las manos.
—Que ¿no te contamos? —dice frunciendo su ceño.
—Al parecer no ¿Qué pasa?
—Bueno, creemos que sea feo que viajes a USA y no veas a Nick así que tu padre hablo en su trabajo y logro que uno de los tres boletos sea cambiado con destino a Los Ángeles—dice mama.
— ¿Qué? —digo sorprendida.
—Iras a L.A hija—papa me abraza.
—¡¡Gracias!! —los abrazo fuerte a los dos.
Últimamente mis padres me sorprenden mucho, toman decisiones que no son de su costumbre pero no me quejare.
En menos de un segundo estoy en el auto y apurando a mis padres a subir, ya quiero estar en L.A. Mis emociones suben más y más a medida que siento los ruidos de los aviones, no puedo esperar a que el mío despegue.
Me despido de mis padres y abordo mi vuelo, ese que no esperaba.
—Kev y Dani te estarán esperando en el aeropuerto—dice mama.
—La familia Jonas ya está enterada de tu visita y te esperan con ansias—papa me sonríe.
—Diviértete pequeña—dice mama y ambos me abrazan con un leve movimiento de mano a la distancia me despido.
Otro boleto de avión, otro vuelo que tardara una eternidad. Recuesto mi cabeza sobre la pequeña ventana y mientras veo mi ciudad desaparecer entre las nubes voy quedándome dormida.
«Estamos a punto de aterrizar, por favor siéntese en sus asientos y colóquese el cinturón de seguridad»
Esa voz me saco una gran sonrisa, al igual que la primera vez. Puedo jurar que es la misma azafata, quizá está destinada a hacerme feliz o quizá yo estoy muy cansada aun como para pensar cosas con sentido. Eso no importa, lo importante es que estoy aquí, en L.A a minutos de bajar del avión. No sé que me encontrare fuera pero solo quiero salir. Como la primera vez, necesito sentir el piso debajo de mis pies para saber que todo es real.
«Les agradecemos por viajar en esta aerolínea con cuidado diríjase a la puerta de salida y disfrute de su destino»
Otra vez su voz, otra vez más emoción. Desesperada tomo mi bolso y 'corriendo' por el avión llego a la puerta pero esta aun no se abre. Tengo que esperar varios minutos hasta que la abren y me dejan salir de ese lugar.
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Cruzando nuestros caminos
RomanceEl equilibrio todo en nuestra vida funciona bien si se tiene esa dosis diaria de equilibrio imaginas una vida con estos ingredientes viajes, dormir poco, éxito, adulación, presión, necesidad constante de reinventarse, aplausos masivos y justo despué...