Al otro día me despierto devastada sin ganas de hacer nada solo con una cosa en mente tengo que decirle a Nick todo por más que me cueste. Muy decidida me levanto de la cama me ducho dejando que el agua me relaje un poco me visto con lo primero que encuentro, arreglo mi cabello y bajo las escaleras. Al llegar a la puerta de salida reviso si tengo mi celular en mano y las llaves y abro.
— ¿A dónde va jovencita? —dice mama mientras se acerca a la puerta.
—A la casa de Nick vuelvo temprano no te preocupes—sonrió.
—No señorita usted no va a ningún lado—me detiene.
—Pero... ¿Por qué?
—Primero porque son las once de la mañana y no creo que haya alguien despierto—ella tiene razón es un poco temprano aun, no he pensado en eso—Segundo hay muchas cosas por hacer tienes que empezar a hacer maletas y hay que ordenar la casa—dice.
—Pero mama aun falta para irnos—reprocho.
—Dos días exactamente hija—me recuerda y siento que al decir eso me han clavado una puñalada en la espalda.
—Pero...—titubeo.
—Nada de peros ahora cierra esa puerta y vamos a desayunar.
Camino hacia el comedor sin más nada por lo que rechistar, pero tengo que hablar con Nick ya no puedo retrasarlo más tiempo. En la tarde mama me ha obligado a ordenar la habitación y a empezar con lo de las maletas, por supuesto ella aquí conmigo supervisando que hago todo, o bueno quizás solo ella porque yo estoy sentada en la cama jugueteando con mis dedos un poco deprimida y a la vez nerviosa.
— ¿Esta la usaras mañana o para el viaje? —dice mientras me muestra una franela.
—Eh ¿Qué mama? —digo un poco distraída.
—Que si... Mejor olvídalo ¿te pasa algo? estas un poco caída.
—No, eso solo que alguien—digo remarcando la palabra y fulminándola con la mirada—no me deja salir porque según dice "hay muchas cosas que hacer" —finalizo imitando su tono de voz.
—De verdad ¿quieres ir tanto a verlo? —pregunta sonriente.
—Si—digo sin dejar de jugar con mis dedos.
—Bueno puedes ir pero solo un rato.
—Sí, si mama está bien—salto y la abrazo fuertemente.
🎤
Después de despedirme de mama y darle las gracias con trillón de veces bajo corriendo las escaleras tomo las llaves otra vez y voy hasta su casa en mi bicicleta. La verdad no sé si estoy yendo en la dirección correcta pero confió en mi memoria.
Llego a su casa dentro de unos 10 o 15 minutos más o menos dejo la bicicleta apoyada en la pared y voy a la entrada a tocar el timbre.
—Hola—dice Joe mientras me abre la puerta.
—Hola Joe ¿está tu hermano?
— ¿Nick? No ha salido pero puedes esperarlo si quieres.
—Bueno gracias.
Joe me invita a entrar y nos sentamos en la sala luce bastante arreglado y de inmediato recuerdo que tiene una cita con Fernanda pero se supone que no sé nada así que le pregunto.
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Cruzando nuestros caminos
RomanceEl equilibrio todo en nuestra vida funciona bien si se tiene esa dosis diaria de equilibrio imaginas una vida con estos ingredientes viajes, dormir poco, éxito, adulación, presión, necesidad constante de reinventarse, aplausos masivos y justo despué...