Mis ojos se abren dejándome ver el techo blanco de la habitación. Paso mis dedos por estos para tener una mejor visión. Quiero sentarme pero me es imposible ya que mi cuerpo se siente más pesado de lo cotidiano. Bajo mi vista buscando el propósito de esto encontrándome con una mata de rizos cafés. Al instante entiendo todo.
Ladeo mi cabeza con el objetivo de averiguar cómo nos encontramos. Yo estoy boca arriba y Nick se ubica de forma opuesta con parte de su cuerpo sobre el mío. Su rostro se esconde en mi cuello y sus brazos rodean mi cintura mientras que uno de los míos se posa en su espalda y el otro sobre el colchón.
Vuelvo mi cabeza a su posición inicial e intento dormir pero no obtengo éxito. Coloco mi mano libre sobre su cabello y juego unos segundos con él. Nick hace un pequeño movimiento haciéndome retirar mi mano por miedo a despertarlo.
Sabiendo que no lograre conciliar el sueño me levanto de la cama. Antes de abandonar el lugar lo observo una vez más.
Entro a mi habitación y sin demorarme busco ropa en el armario y me cambio. Al terminar paso un peine por mi cabello desenredandolo y lo ato para luego dirigirme escaleras abajo.
En el comedor me encuentro con Joe y el Sr. Jonas sentados en la mesa conversando. Los saludo y voy a la cocina donde esta Denise preparando el desayuno. La ayudo a terminarlo y entre palabras sin importancia les repartimos sus correspondientes tazas de café a cada uno. Me siento junto a Joe e iniciamos una nueva charla.
Pocos minutos más tarde se nos une un Frankie algo adormilado con un Nick en un estado muy parecido al anterior. Se acomoda enfrente nuestro mientras Denise se dirige a la cocina a prepararles su desayuno.
Luego de que todos termináramos el nuestro nos quedamos en la mesa. Intercambiamos algunas palabras por un largo rato hasta que Denise comienza a juntar las cosas. La ayudo y después de una pequeña discusión me dedico a lavar los platos.
Dos manos se posan en mi cintura haciéndome saber que ya no estoy sola en la cocina.
—Sabes, lo mejor de dormir contigo es despertar a tu lado pero me parece que no piensas igual—dice.
Me rió levemente al notar que me está reclamando el hecho de haberme ido antes de que se despertara. No le contesto y sigo lavando la vajilla.
—Me debes un beso de buenos días—susurra en mi oído.
Vuelvo a reír mientras cierro la llave del agua para luego girar y quedar frente a él.
— ¿Así que te debo un beso? —me cruzo de brazos mirándolo.
—Bueno, todos los que quieras—niego divertida antes de acercarme y apoyar mi boca sobre su mejilla un instante.
—Buen día—digo.
—Eso no es a lo que me refería—me reprocha.
—Tú no aclaraste nada. Querías un beso y yo te lo di—me encojo de hombros inocente.
—Eres mala—dice clavando su mirada en la mía.
—Puede ser, pero igual me quieres—le lanzo un beso.
—Eso es verdad no creo que haya algo que me haga no quererte—responde sincero.
Algo avergonzada por sus palabras bajo la vista intentando que no lo note.
—Qué pena—murmura cerca de mi rostro—en realidad deseaba mucho ese beso.
Posa sus labios en la comisura de los míos y después apoya su frente en la mía observándome atentamente esperando una respuesta a su accionar.
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Cruzando nuestros caminos
RomanceEl equilibrio todo en nuestra vida funciona bien si se tiene esa dosis diaria de equilibrio imaginas una vida con estos ingredientes viajes, dormir poco, éxito, adulación, presión, necesidad constante de reinventarse, aplausos masivos y justo despué...