Al arribar en el aeropuerto me encuentro con mis padres quienes esperan ansiosos mi vuelta a casa. A pesar de que me duele separarme de Nick me alegro volver a verlos, los extrañaba más de lo que imagine. "Pequeña" entona mi padre mientras toma mi maleta. "Te extrañamos hija" agrega mi madre al apretarme fuerte contra su pecho. "prométeme que no te irás otra vez tanto tiempo" finaliza mientras se separa de mí y me dirige un pequeño regaño de su parte. Solo rió ante su comentario, no prometo nada.
Llegamos a la casa al anochecer, solo quiero descansar. Mi padre me lleva la maleta a la habitación mientras yo me preparo para ir a dormir. Con mis últimas energías me despido y me acuesto en mi cama. Doy vueltas por horas intentando pegar un ojo pero no obtengo un resultado positivo. No puedo dormir, no soporto tanta distancia. La costumbre, haber dormido esos pocos días a su lado han sido tan mágicas y ahora, estoy sola en esta fría noche.
A pesar de intentar distintas cosas nada funciona. Necesito eso brazos rodeando mi cuerpo, esa respiración cerca de mí, esas suaves caricias al despertar; lo necesito a él. De un segundo a otro recuerdo que esta misma situación la he vivido en el avión y la solución aparece en mi mente. Rápidamente me levanto de la cama y tomo esa prenda que me hace recordarlo. Sin demorarme más la coloco en mi cuerpo. Instantáneamente aparece una sonrisa en mi rostro, me hace sentirlo tan cerca. Una pequeña lágrima se derrama por mi mejilla la cual seco automáticamente. Esta es la solución, esta pequeña prenda evitara mis noches de insomnio, esta simple camisa me hará sentirlo conmigo noche a noche.
—Hija despierta o llegaras tarde—dice mi madre sacudiendo la cama.
—Ah... —bufo—unos minutos más mama.
—No, ya es tarde. No querrás llegar tarde a tu primer día de clase—dice.
—Que hecho tiene ir si Fernanda no estará mi lado—hago un puchero tapando mi cara con las manos para que no me peguen los rayos del sol.
—Valerie creí que ya habíamos aclarado ese tema—contesta cruzada de brazos.
—Es que no lo entiendes sin ella no será lo mismo mama—digo.
—Pero no puedes estar el resto de tu vida sin ir clases por el hecho de que tu amiga no estará ahí.
—Además ni siquiera me dijo nada, no sé que ha sido de ella, donde esta ni porque se fue.
—Hablaremos de eso cuando vuelvas ya levántate que se hace tarde.
—Está bien.
Me dirijo hacia el baño chocándome con las paredes debido a que aun estoy algo dormida pero algunos de esos golpes ayudaran a despertarme. Al salir tomo lo primero que encuentro en el armario y me visto. Gracias a Dios es mi último año. Bajo las escaleras y entro a el comedor para desayunar, seguro un rico desayuno me dará muchas energías.
—Valerie apúrate—me toma del brazo como niña chiquita hacia el comedor.
—Pero mama aun no desayuno.
—Debiste pensarlo antes hija.
—Pero...
—Pero nada ¡que te diviertas! —entona mientras me da mi bolso y literalmente me echa a la calle.
Camino hasta el colegio, este no está lejos así que no molesta hacerlo pero es más aburrido cuando uno lo hace sola.
Al llegar puedo escuchar todos los gritos de los chicos. Los de primer año que recorren las instalaciones intrigados por que encontraran, los amigos que se saludan después de tanto tiempo sin verse, los que inician nuevas amistades, los que no quieren ir a clases y los que son 'abandonados' por su mejor amiga; como yo. Tal vez exagero pero sin Fernanda todo será muy distinto y definitivamente si no quiero pasar el año sola debo planear vencer mi timidez he intentar tener nuevas amistades.
—Bien Valerie—me digo a mi misma mientras entro por la puerta del curso— ¿lista para hacer nuevos amigos?
Camino dentro del salón sin poder evitar notar que me observan de una forma extraña pero no puedo entender, no es que sea nueva. Me siento en uno de los bancos del fondo y me quedo ahí hasta ser interrumpida.
—Disculpa pero ¿este lugar está ocupado? —levanto mi rostro y veo a una joven observarme con detenimiento. Obviamente pregunta por el asiento que está a mi lado, ese que hasta este momento se encuentra mi bolso.
—No—siento que fui un poco dura al decirlo pero no estoy de humor.
—Mmm... ¿Puedo sentarme?
—Claro—le digo mientras quito mi bolso y lo dejo en el suelo.
—Hola soy Julieta—dice tendiéndome su mano amablemente.
—Valerie—finjo una sonrisa mientras tomo su mano.
— ¿No tuviste un buen despertar? —pregunta.
—No—digo.
La charla se corta debido a que entra la profesora. Fue un día largo, más de lo normal y espero que el año no se me pase igual de lento.
Llego a casa y me dejo caer sobre el sillón tirando mi bolso a un lado de este. Por último tomo el control y prendo la TV; comienzo a hacer Zapping en busca de quien sabe que programa.
🎤
Por la tarde me encuentro en mi habitación escuchando música y despejando mi mente. Llegue a la conclusión que debo seguir adelante sola, sin Fernanda. Si ha 'desaparecido' tal vez será por alguna razón y no dejare que mi vida dependa de eso; a pesar de que fue mi gran amiga. También entiendo que me he portado muy mal con Julieta, es nueva y solo trata de hacer nuevos amigos así que al día siguiente me disculpare con ella.
En relación a Nick descubrí que tener su camisa todas las noches sobre mi cuerpo me ayuda a sentirlo más cerca y poder llevar la distancia con más facilidad, aunque muero por tomar el primer avión a L.A y refugiarme en sus brazos para siempre.
—Julieta—entro al aula de clases buscando a la chica que conocí el día anterior.
—Si Valerie ¿cierto? —asiento levemente.
—De verdad quiero disculparme por lo de ayer no había amanecido muy bien y no merecías ese trato de mi parte ¿Qué te parece si empezamos otra vez?
—Claro.
—Soy Valerie un gusto.
—Julieta y el gusto es mío.
Ambas nos sonreímos y le ofrecí sentarse a mi lado. Conversamos por horas, de verdad tenemos muchas cosas en común y me pare que con ella tal vez las cosas no sean tan difíciles.
La vida continua y ahora Valerie y Nick se enfrentan a algo que estoy segura que muchos odiamos 'la distancia' 😥
En el próximo capitulo mas y mejor😏
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Cruzando nuestros caminos
RomanceEl equilibrio todo en nuestra vida funciona bien si se tiene esa dosis diaria de equilibrio imaginas una vida con estos ingredientes viajes, dormir poco, éxito, adulación, presión, necesidad constante de reinventarse, aplausos masivos y justo despué...