El tiempo pasa, exactamente han pasado tres meses desde que empezaron las clases. Con Julieta nos hacemos cada vez más inseparables. La he invitado a casa varias veces, yo he ido a la suya; somos como hermanas. Pero no puedo fingir y decir que no me importa Fernanda, decir que no la extraño o que no sigo dolida por no saber de ella seria una gran mentira.
Pero si hablamos de ausentes no hay que dejar afuera a Nick. Este chico no se digna a llamar nunca y cada vez que yo lo hago no me atiende o no esta en la casa, ya empiezo a creer que me esquiva o que tiene cosas más importantes que su novia. En fin, se acercan las vacaciones de invierno, lo que significa que viajaremos a USA pero no a L.A. tengo muchas dudas y confusiones.
Aun no le cuento a Julieta sobre Nick, aunque muero por hacerlo. De verdad necesito con quien hablar sobre el tema pero no tengo la suficiente confianza con ella como para confesarme tan fácil.
— ¡Valerie! —Grita mama desde la cocina—tu novio esta al teléfono.
—Nick—susurro—al fin se digna en llamar—digo al rencorosa— ¡Ya bajo! —grito.
Corro escaleras abajo y encuentro el teléfono en la mesita del living así que atiendo rápidamente.
—¡¡¡¡AMOOR!!! —grito emocionada.
—Valerie mi vida.
— ¿Cómo has estado? Ha pasado mucho tiempo—intento no sonar molesta pero no lo logro.
— Sé que ha pasado mucho tiempo y quiero disculparme por eso. Cada vez que llamas no estoy o ni siquiera hay alguien en casa pero estuve con mucho trabajo, tantas cosas están pasando que de verdad a veces si tengo un segundo quiero descansar. Te extraño tanto, daría todo porque estuvieras acá. Todas las mañanas despierto deseando que estés a mi lado y que al abrir mis ojos encuentren los tuyos. Espero sepas perdonarme.
—Yo también te extraño mucho y no puedo esperar para que nos volvamos a vernos. No te preocupes, estas perdonado. Es tu trabajo y se entenderlo; después de todo vives de eso.
— Sabía que entenderías a pesar de haber sido tan distante—dice.
—No tienes nada de qué preocuparte, además en varias ocasiones he hablado con Joe y él me ha contado algunas cositas—le digo.
—Espero que no haya metido la pata al decirte cosas que no debía.
— ¿Y que no debería decirme? —le pregunto intrigada.
—Eso no importa. Me alegra mucho escuchar tu voz.
—A mi también bebe ¿Dónde estás ahora?
—En el estudio con Joe y Kev.
— ¿Están grabando?
Como quisiera estar ahí con ellos para escuchar alguna nueva canción y ser privilegiada de escucharlas antes que nadie, estoy muy orgullosa de los chicos y de mi novio por todo el éxito que han logrado como banda.
—Algo así no puedo decirte es cosa Joe.
—Bueno—suspiro resignada.
—Han pasado tantas cosas, tantas novedades que quiero contarte mi amor.
— ¿Y qué esperas Nick? ¿Qué tenga que irme?
—No, es que no puedo bebe.
Amo cuando me dice "bebe" o "amor" siento que soy suya de su propiedad y que a pesar de la distancia nadie nos puede separar estamos hechos el uno para el otro y todo los días agradezco de que nuestros caminos se hayan cruzado.
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Cruzando nuestros caminos
RomansaEl equilibrio todo en nuestra vida funciona bien si se tiene esa dosis diaria de equilibrio imaginas una vida con estos ingredientes viajes, dormir poco, éxito, adulación, presión, necesidad constante de reinventarse, aplausos masivos y justo despué...