Despierto debido a unos delicados movimientos sobre mi pelo, unos relajantes movimientos. Abro lentamente mis ojos y lo puedo ver. Nick es el causante de mi despertar, de esas caricias. Él está ahí acostado observándome con una pequeña sonrisa en su rostro.
Vuelvo a cerrar mis ojos, aún estoy cansada. Siento como sus manos se deslizan por mi cintura mientras me acerca a él, no puedo evitar sonreír. Me acomodó sobre su pecho y me abraza por la espalda. Puedo asegurar que nos quedamos así por un largo rato pero no puedo confirmar que no me volví a dormir. Valerie siento como susurra mi nombre. Parpadee varias veces. Sigo aquí, en su pecho. Llevo mi mano a mis ojos y los restriego un poco. Levanto mi rostro para ver el suyo. Me observa sonriente, como siempre.
—Buen día Nicky—ya sé que no le gusta que lo llamen así solo se lo permite a Alena su pequeña sobrina de dos años pero conmigo no creo que se enoje.
—Ya sabes que odio que me llamen así pero viniendo de tus labios no se escucha mal—Buen día—besa mis labios tiernamente.
— ¿Estás despierto hace mucho? —le pregunto.
—Unas horas tal vez—se escucha pequeños golpes en la puerta— ¿Quién es? —pregunta.
—Yo hermano—dice Joe.
—Pasa—habla con confianza porque no estamos desnudos ni mucho menos.
—Eso intente pero la puerta está cerrada idiota—lo escucho bufar y una risita tonta se me escapa.
— ¿Pasaste el seguro a la puerta? —lo miro con el ceño fruncido.
—No lo recuerdo—se levanta y le abre la puerta— ¿Qué pasa Joe?
—Mama quiere saber si están despiertos y si van a desayunar—habla con el plato de panqueques en las manos.
—Bueno ya has visto que estamos despiertos y ¿bajaremos a desayunar? —se dirige hacia mi preguntándome.
—No sé ¿quieres bajar a desayunar? —me encojo de hombros preguntándole.
Me da igual el desayuno solo quiero que estemos a solas juntos pasando el rato, desde que llegue aquí no hemos tenido tiempo necesario como pareja para simplemente besarnos, abrazarnos, hacernos cariño el uno al otro.
—Yo quería quedarme un rato más acá contigo juntos—se sienta a mi lado en la cama.
Me alegra que pensemos lo mismo.
—No puedo creer que para decidir si desayunaran o no se lo consulten—dice Joe. Yo me rio.
—Anda Joe, después te avisamos—ni lo mira porque está concentrado solo mirando mis ojos.
— ¿Y qué le digo a mama? —Joe a veces puede ser un tanto exasperante pero que les digo así de loco y todo lo quiero es mi cuñado favorito. Shh... no le digan a Kevin.
—Lo que quieras Joe—le digo llevando mis manos al cuello de Nick.
— ¿Se besaran en frente de mi?
—No si sales por esa puerta—se la señala Nick con su mano.
—Adiós—siento el ruido de la puerta cerrarse y eso indica que al fin estamos solos.
Nick me mira fijo a los ojos y se acerca a mi segundo por segundo. El roce de nuestros labios me da la señal, si se puede decir así. Nick tiene una mirada especial, una con la que puede decirte todo y más. Ahora en sus ojos están esas ganas, ese deseo por aquel beso y creo que será divertido si este no se concreta. Cuando Nick cierra sus ojos esperando la unión de nuestros labios me levanto de la cama y me dirijo hacia la puerta. Él lo nota al instante así que antes de que pueda partir me tomo del brazo haciendo que voltee a verlo.
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Cruzando nuestros caminos
RomantizmEl equilibrio todo en nuestra vida funciona bien si se tiene esa dosis diaria de equilibrio imaginas una vida con estos ingredientes viajes, dormir poco, éxito, adulación, presión, necesidad constante de reinventarse, aplausos masivos y justo despué...