Parte 8 - Tortura

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—¿Kol novedades?— Alec arquea sus cejas preocupado de recibir una llamada del custodio de su hermano.

Si bien, estaban en contacto continuamente a través de mensajes de WhatsApp, últimamente Kol prefería las llamadas telefónicas para que fueran mucho más directas.

—¿Estás en Londres aún, verdad?— Cuestiona mirando hacia atrás para constatar que se encuentra sólo.

Lo único qué le falta es qué Connor lo este escuchando.

—Si, estoy por las oficinas, termino de hacer un papeleo y ya parto de nuevo en el jet.— Murmura distraído con unos papeles.

Se encontraba lo bastante desanimado cómo para tener esta conversación, Connor estaba peor de lo que imaginaba y estaba al corriente de que su temperamento no le iba a permitir aceptar la compañía de su hermano menor, Pero tenía qué hacer algo al respecto.

Eso hacían las personas qué se preocupaban por quiénes tenían al lado y Kol no era la excepción.

—¡¡No te vayas de la ciudad, Alec, por favor. Connor te necesita!!— Suelta cerrando los ojos.

Su hermano suelta una pequeña mirada de melancolía y muerde su labio inferior, negando con la cabeza, a pesar de que el custodio no lo puede observar haciendo aquel gesto.

—¡Connor no quiere verme, se enojo conmigo por decir cosas sobre Valentina que no quiere admitir y prácticamente me dejó hablando sólo en la cocina!— Explica poniendo sus ojos en blanco.

Kol infla su pecho y muerde su labio inferior, estando realmente nervioso, mirando continuamente hacia atrás para seguir corroborando que se encuentra en absoluta soledad.

—Connor está en la habitación con Valentina ahora mismo, créeme que eso no va a terminar bien, Alec, no te vayas, él te necesita, o lo hará en cuestión de horas sin qué sea capaz de admitirlo.— Insiste.

Alec suspira llevando una mano al puente de su nariz y no pudiendo, de ninguna manera, tomar ese jet sin saber primero que su hermano se encuentra en estables condiciones.

Había actuado cómo un correcto hermano menor al que se le da un reto, al querer salir de su radar.

Connor podía llegar a ponerse de muy mal humor si lo veía dando vueltas a su alrededor, y lo que menos quería causarle era esa sensación de agobio y de malestar, teniendo en cuenta con todo lo que ya estaba cargando sobre sus hombros.

—¿Que está haciendo ahí?— Sisea.

Kol suspira.

—Fue a bañarse, pero aún no salió, y creo haber escuchado que el médico le dijo que ella tenía marcas en la piel, marcas que le hicieron ayer en el tiempo en el que estuvo en ese lugar, y no necesitamos que Connor nos diga que va a querer ver por sus mismos ojos aquellas marcas.— Agrega cínico.

Alec muerde su labio inferior.

—No me iré igualmente hasta mañana, estaré en el hotel de siempre, quiero darle su espacio y que no se sienta que lo estoy presionando.— Asegura dándose por vencido y suspirando.

Kol sonríe de manera satisfactoria, no es la respuesta qué esperaba recibir, no obstante,  ganó algo de tiempo.

—Te llamo cualquier cosa que vea.— Aprieta sus labios preocupado.

—¿Lo viste mal?— Pregunta angustiado de qué Kol no le esté diciendo del todo la verdad de lo qué ocurre en la propiedad.

Kol suelta un suspiro. —Desde hace un año está mal, Alec, tu hermano tiene que manejar dos imperios y no puede ni con su vida, y sé perfectamente que dice que no te necesita, pero en realidad es todo lo contrario, y vos sos demasiado blando al no plantarte frente a él y quedarte a su lado.— Suspira frustrado.

ElijahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora