Dos mensajes y llamas perdidas de su asistente es lo primero que la rubia ve al abrir sus ojos.
-No puede ser.- Mira a su alrededor.
Suspira con pesadez y cierra de nuevos sus ojos por unos instantes.
Responde los mensajes y se maldice por haberse olvidado de poner la alarma anoche, pero algo peor pasa por su cabeza cuándo recuerda lo que hizo anoche, y ahora sus problemas ya no son llegar tarde al showroom o que Dylan se ocupe de las cosas y tenga que pagarle un plus.
El problema es que Connor aparece por la puerta del baño, ya vestido con la misma ropa que llevaba ayer, pero ahora sin sangre, le sonríe de costado mientras toma su arma y la guarda detrás de su espalda.
-Buenos días, vida.- Sonríe, algo cínico.
Valentina, siente, absolutamente, todo su cuerpo temblar.
Se había acostado con su ex novio, con la persona que amaba, pero con la persona para con la cuál todavía seguía levemente enojada.
-Hola...- Titubea.
Connor pasa una mano por su barbilla. -Imagine que esa sería tu cara.- Hace una leve mueca restándole importancia.
Ella se reincorpora y apoya su cabeza en el respaldo de capitone. -Uhmm, yo... Lo siento, creí qué te habías ido, me sorprendió que aún estuvieras.- Se ruboriza y baja la mirada.
Connor aprieta su mandíbula.
-Preferi que no despertaras conmigo a tu lado, supongo que eso habría sido aún peor, se qué todo lo que dijiste anoche era sincero y que supuestamente esto se te fue de las manos...- Sisea.
Ella asiente completamente abrumada por toda la situación y por recién haberse despertado.
Suspira pensando bien sus palabras antes de qué las mismas salgan de sus labios, ya que se está auto recordando que nadie lo obligó a hacer lo que sucedió ayer...
-Esta bien, solo necesito algo de tiempo.- Sonríe.
Connor, sonríe, pero claramente esa sonrisa no llega al brillo de sus ojos.
Se creía un completo imbécil por haber pensado que su ex prometida correría a sus brazos a la primera de cambio, tan sólo por haberlo tenido entre sus piernas.
-Gracias por cuidarme anoche y dejarme dormir aca, lamento toda la incomodidad que te causé.- Carraspea.
Su voz gruesa y rasposa sale igual que siempre pero sus palabras cargadas de sentimientos le dan otro tono.
-Connor...- Relame sus labios y se calla al ver la expresión de tristeza en su rostro.
Él vuelve a sonreír, haciéndola entender que está acostumbrado a este tipo de cosas y que probablemente sea su culpa, ni hablar de que su cabeza no deja de trabajar a todo momento.
-¿Te puedo invitar al restaurante a desayunar? Sólo desayunar y luego te llevo a dónde quieras.- Mira su reloj y suelta una sonrisa de costado algo divertida.
Valentina traga saliva.
Sabe la respuesta que va a salir por sus labios, la que tiene en su cabeza es otra completamente distinta, lamentablemente, no le hará caso a su cerebro y a su conciencia.
Connor parado frente a ella luce verdaderamente desganado, cómo si estuviera esperando a todo momento lo peor, y ahora, qué Valentina recupero la conciencia y la memoria, reconoce cada uno de esos patrones en su ex novio.
Y no quiere ser ella la que cargue con la culpa de lo que pueda llegar a hacer si lo deja solo.
De todos modos, lo peor llega a su cabeza cuando reconoce de que lo ama con locura, y que no solamente es por lo que él pueda llegar a hacer, sino qué por lo qué lo necesita.
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Elijah
Lãng mạnValentina, Nina para los amigos, lleva más de un año sin saber que perdió la memoria en un accidente automovilístico causado por sus dos hermanos, de lo cuál ella desconoce absolutamente. La vida de nuestra protagonista cuenta dos hermanos que se h...