Elijah

parte 67 - Herido

—Deja de moverte.— Ordena molesto en un susurro para no despertar a Valentina.

—¡Y no me hagas doler entonces!— Sisea con voz ronca.

Kol suelta una carcajada. —Te lo mereces.— Murmura.

Connor coloca sus ojos en blanco. —¡¿Seguís enojado por qué no te lleve de excursión?!— Se bufa. —¡Supéralo!— Escupe.

Kol maldice. —¡Imbécil!— Lo mira frustrado.

Un ruido metálico hace qué Valentina comience a removerse incomoda en el sillón...

—¡Te dije!— Sisea furioso.

Ella fruce su nariz al comenzar a sentir un olor metálico a sangre, mientras que abre sus ojos cómo platos cuándo ve a Connor siendo ayudado por Kol.

Su mirada no se separa de ella y cuándo la rubia abre sus ojos bien y lo logra visibilizar, él esboza una sonrisa de costado y le guiña un ojo.

—Hola, vida.— Sonríe cínico.

Valentina abre sus labios. —Connor.— Murmura su nombre.

Rápidamente Nina se levanta y se acerca a un lado.

Kol la mira apretando los labios, ya qué está cociendo la segunda herida y lo qué menos necesita es que Connor se siga moviendo de aquella manera.

Valentina mira la sangre y las gasas.

Aprieta sus labios con disgusto y levanta sus ojos azules para clavarlos en ojos grises que tanto deseaba ver.

Si bien, no fueron muchas las horas, para ella fue lo suficientemente traumático para darse cuenta que ya el pasado quedó muy lejos, y el enojo y resentimiento que tenía en su interior quedó apacado por ese amor que ya tenía anteriormente hacía él.

—¿No vas a preguntar qué pasó?— Se burla con una sonrisa de costado y su voz completamente ronca.

Ella niega con la cabeza, se para y se dirige a la cocina. —No.— Asegura.

Connor bufa ante su actitud y evita la mirada de Kol, ya que él pocas veces se ha mostrado vulnerable en temas de Valentina, pero si puede evitarlo mejor, aúnque no puede negar que el echo de que ella se haya ido y no se haya quedado a su lado le preocupa...

Y no le gusta para nada, incluso, si no estuviera en la actual situación, él hubiera ido por ella al instante, frenando cualquier movimiento por su parte.

—¿Qué le pasa ahora?— Demanda.

Kol sonríe y lo mira burlón. —La dejaste esperando más de diez horas sin noticias, imbécil.— Sisea bajito.

Connor suspira y hace una mueca cuándo Kol traspasa la piel con su aguja.

Valentina vuelve con una taza de cafe recién servido en sus manos, justo cuándo Kol termina con la cuarta herida, ya qué, no lo hizo con la máquina nesspreso, sinó que con cafe de filtro de Starbucks, un poco más liviano y de mejor calidad, para que no le caiga tan pesado, estima que debe de tener el estómago vacío.

Kol junta las dos balas, las pinzas, y todo lo utilizado para curarlo y que no quede infectado.

Le pasa su celular a su amigo y jefe y se levanta para tirar todo.  —Listo.— Sonríe viendo su trabajo terminado.

Connor agradece con un movimiento de cabeza. Y luego mira hacía Valentina.

—¿Es para mí?— Cuestiona con una media sonrisa de costado.

Ella aprieta sus labios. —Tiene un poco de coñac.— Le anuncia mientras lo deja sobre la mesa frente a él.

Connor deja su celular a un lado de la taza y la toma mirándola.