—Me gustaba más el otro.— Hace una mueca y asiente dándole la razón al morocho quien tiene sus brazos cruzados y mira la sala,
—A mi también.— Se ríe y se sienta en el sillón dejando su tablet a un lado,
—Yo igual ese lo dejaría en la galería que da al jardín, te tomas un buen cafe con terrible vista...— Acota Alec sentando en los nuevos sillones.
Hicieron un poco de renovación de los muebles para darles un toque más femenino y hogareño, a connor no le molestó en absoluto, es más ella había sido la que había en un principio ayudado a decorar la casa, es por eso que le encantaba que ella hiciera y deshaciera todo a su gusto.
—Gracias por ayudarnos, Alec.— Nina mira a su amigo y le regala una sonrisa,
—Es un placer pasar tiempo con mis dos personas favoritas, pero tienen que dejar ese sillón.— Hace una mueca con su rostro burlándose de sus palabras cursis.
—Y sí, yo también pensaba igual, no quiero que lo vendas o te lo lleves al galpón, por algo lo pusiste aquella vez y a mí me gusta realmente.— Habla Valentina.
Connor rueda los ojos ante ese gesto y abraza a la rubia atrayéndola hacía él.
—Hare lo que pidas, vida.— Le asegura besando su nuca.
—Lo dejaremos.— Asiente con la cabeza al comentario que ella hizo y le saca una sonrisa de los labios,
—Tracias de verdad, Alec.— Le estira la mano a su amigo y el mismo la aprieta.
—Tampoco hizo mucho, si el camión venía con sus peones.— Agrega celoso de la atención que tiene su hermano para con su futura mujer.
—Sabes lo colaborador que es tu hermano.— Lo regaña divertida.
—¿Subió tus valijas a la habitación? ¿O estuvo todo el día acotando en dónde poner cada cosa de una propiedad que no es suya.— Rueda los ojos y toma su café a punto de enfriarse,
—Estuvo cuando vos no estabas disponible, cuándo reclutaste por toda la semana pasada a tus hombres para el medio oriente.— Sonríe y aprieta sus labios levantándose,
—Pff claro.— Rueda los ojos.
—Es el cumpleaños de tu hermano además, y no le diste aún su regalo y él nos estuvo ayudando a finalizar los detalles de la casa.— Alza una ceja y lo mira de manera reprobatoria.
Quién lo viera jamás podría imaginarse al gran Elijah recibiendo retos y órdenes.
El susodicho se levanta y toma aire mientras que va hacía el cajón del mueble del televisor, toma una caja negra con un moño rojo y se lo entrega apretando sus dientes,
—Feliz cumpleaños, Alec, quiero qué me ayudes un poco más en los negocios y por eso me parece que vas a necesitar esto para estar más cerca...— Comienza.
El menor abre la caja y sonríe al encontrarse con una llave y un llavero de un arma.
—Creemos que remodelado podría ser una linda oficina de un agente de tu nivel y un lindo loft.— Sonríe Nina y se funde en un abrazo con su cuñado.
—¡Feliz cumpleaños!— Dicen al unísono.
—Jamas pensé que me querrías cerca.— Se ríe y palmea la espalda de su hermano algo emocionado,
—Alec, que un jet nos separe y lo cruces casi todos los días para venir a salvar mí culo ¿no te hace pensar que quiero cuidarte y tenerte seguro?— Lo mira alzando una ceja.
Esas palabras salen con voz ronca y dura pero en el interior de Alec sabe que vienen directo desde el corazón de su hermano mayor...
—Si seguís diciendo estas cosas voy a empezar a llorar.— Admite pasando una mano por su cabello.
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Elijah
RomanceValentina, Nina para los amigos, lleva más de un año sin saber que perdió la memoria en un accidente automovilístico causado por sus dos hermanos, de lo cuál ella desconoce absolutamente. La vida de nuestra protagonista cuenta dos hermanos que se h...