Parte 27 - Alta

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—Bien...— Connor estrecha la mano con el medico de guardia.

El cuál le confirma que Nina ya se puede retirar siendo las 23:30, habiendo tenido razón su hermano menor respecto al horario en el qué ella podría irse a su hogar.

Para sorpresa de muchos, Connor pudo darse un baño y ya lleva mejor aspecto, gracias a unos jeans claros y un buzo adidas, su calzado fue cambiado por unas cómodas zapatillas y su pelo ya luce con vida, cómo su rostro.

Se demoró unos minutos en la habitación que su hermano le había conseguido en el piso.

Saco algunos de los vidrios de su manos y brazos, pero no logro qué todos ellos se fueran.

Seguía siendo cascarrabias en no querer pedir ayudar a nadie.

Creía que necesitaba sentir ese dolor, qué se lo merecía cómo castigo por lo qué estaba pasando con Valentina.

Pudo comer y beber un poco de café sin despegar los ojos de la habitación de ella.

—Siempre y cuándo siga los ítems, su recuperación será pronta.— Murmura.

Connor asiente. —Lo hará.— Infla su pecho.

El medio lo mira con lástima. —Usted debería de hacer lo mismo, podemos hacerle un chequeo rápido y curarle las heridas de forma inmediata para que las mismas no contraigan infecciones.— Agrega.

—No es necesario.— Sólo le hace un gesto con la cabeza.

Kol está a su lado, mientras que Augusto en la entrada junto a Nicolás y Sam, y fuera se encuentran cuatro custodios más esperando en ambas camionetas.

Si bien, Kol, había sido relevado para que pudiera ir a descansar, el mismo había vuelto al lado de su jefe luego de unas tres horas.

Siendo consciente en que no lo iba a dejar solo de ninguna manera.

Alec necesitaba descansar y ocuparse de aquellos asuntos pendientes y alguien de los dos tenía qué estar junto a Connor.

—¿Me lo guardas?— Pide ronco.

Kol asiente tomando todos los papeles. —¿Dónde va a dormir?— Pregunta jugando con sus manos.

El ojigris no hace más que sonreír levemente de costado. —En su casa, no va a querer salir de ahí...— Murmura. —Lo mejor es evitar qué vayamos a una confrontación.— Sube sus hombros resignados.

Kol se sorprende de que este sediendo de dicha manera, lo que lo lleva a pensar en lo duro qué habra sido para él hablar con ella en la habitación.

—Tenemos a los periodistas controlados, tu hermano se encargó de eso...— Informa. —Así que la ruta qué quieras podemos seguir... Tenemos todo organizado.— Asegura.

Connor lo mira y suspira rascando su barbilla. 

—Yo me quedaré, al menos un rato hasta que se duerma... Quiero qué si alguien nos está siguiendo se de cuenta de qué no está sin mi.— Aprieta sus labios y bosteza.

Kol lo observa y asiente.

—Yo me quedo con vos.— Deja en claro.

Él agradece en silencio.

—¿Te podes ocupar de la comida para todos?— Maldice remojando sus labios. —No quiero cargar a Alec con eso también y realmente no me da la cabeza ni para algo tan básico cómo agarrar un teléfono y hacer un pedido.— Pide.

Kol asiente, nuevamente.

Su jefe se levanta moviendo su cuello.

—Por supuesto, también le enviaré a Alec y al equipo para qué todos estén bien cómidos y puedan descansar.— Le guiña un ojo.

ElijahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora