—¿Vomitaste?— Kol pregunta cuándo lo ve volver del baño.
El mismo ya se encuentra en la cocina de Valentina haciendo unos tostados.
Connor había sido muy explícito en que lo dejara tranquilo cuándo fue a buscarlo al cuarto de baño, es por eso que le quería dar su tiempo y mientras tanto había pensado que sería una buena idea cocinar algo para que comiera.
Ya que habían dicho de ir a comer algo cuándo dejaran a Valentina en la casa pero claramente eso se había dilatado.
—Si.— Pasa una mano por su cabello colocándose el saco que su amigo le pasa.
—¿Estás bien ahora?— Insiste.
Connor asiente. —Algo así.— Murmura.
Su custodio lo observa de arriba a abajo, realmente preocupado y agradeciendo para sus adentros la corazonada que había tenido el hermano de Connor al mandarle aquel mensaje de WhatsApp.
—¿Que paso?— Cuestiona dejándole el plato enfrente.
Connor mira a su alrededor buscando a Nina.
—Se fue arriba.— Frunce sus labios mostrando que la computadora ya no se encuentra en la mesa.
Él suelta un suspiro por sus labios y se siente un poco más relajado al no contar con la presencia de la rubia.
—Come, te hará bien.— Señala el plato.
Connor moja sus labios y asiente.
Tenía que comer.
Estaba débil y cansado y si quería mantenerse erguido debia de comer, a pesar de haber vomitado hace minutos.
—¿Y vos?— Pregunta ronco.
Queriendo dilatar el tema de por qué le había dado aquel ataque de pánico.
Kol sonríe. —Comere con vos, pero come primero.— Asegura.
Aquello parece relajar a Connor.
Y es por eso qué se suelta y se dispone a decir las siguientes palabras.
—Ella recordó algo de antes del accidente.— Aprieta sus labios.
Kol sonríe contento.
No esperaba que le dijera aquello y es por eso que se alegra realmente de corazón.
Incluso, deja todo lo que está haciendo para darse media vuelta y mirarlo a los ojos con total sinceridad.
—¡Eso es muy bueno, hermano!— Sonríe.
Connor niega. —Su neurólogo dice que no me haga falsas esperanzas, hablé con él a los pocos minutos.— Suelta comiendo el tostado con ganas.
Kol asiente con la cabeza y entiende a la perfección porque le dio ese ataque de pánico. —Yo digo que hay que tenerlas, ese tipo no sabe nada.— Suelta una carcajada y su amigo se une.
El ojigris pasa una mano por detrás de su nuca estando bastante aturdido por todo lo que había ocurrido.
—Gracias por ayudarme.— Jadea avergonzado.
Su custodio le guiña un ojo dejándole un segundo tostado sobre el plato, sabía el hambre qué tenía.
—En realidad cuándo ella vino a ayudar reaccionaste, ya me estaba desesperando y tenía las inyecciones en la camioneta, pero no había forma de dejarte e ir por ellas.— Admite poniendo las fetas de fiambre sobre los panes.
Connor se queda a medio mordisco escuchando aquello.
—Fue vergonzoso, carajos.— Se lamenta poniéndose de mal humor.
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Elijah
RomanceValentina, Nina para los amigos, lleva más de un año sin saber que perdió la memoria en un accidente automovilístico causado por sus dos hermanos, de lo cuál ella desconoce absolutamente. La vida de nuestra protagonista cuenta dos hermanos que se h...