Parte 11 - Protección

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Necesito ponerte protección, vida.— Le acaricia le mejilla y besa su nariz.

Valentina tuerce sus cejas al escuchar aquello y hace un puchero... —¿Amor es necesario?— Se queja moviendo su cabeza a un costado.

Connor sonríe.

—En realidad los tenés hace bastante tiempo pero me gustaría que sea oficial y que sepas de que ellos existen en caso de que surja algún inconveniente puedas ir hacia ellos y los reconozcas.— Explica moviendo su cabeza a un costado.

Valentina abre sus labios y los vuelve a cerrar. —¡Tramposo!— Golpea pecho a modo de juego.

Connor sonríe.

—Tengo que cuidarte cuando no estoy vida... No es seguro.— Vuelve a recordarle a medida que acaricia su cabello.

Ella asiente a desganas. —Supongo que de igual manera... No tengo voz ni voto en esto.— Frunce sus labios.

Connor niega con la cabeza y le roba un beso. —Es por tu protección, vida.— Le recuerda dulcemente.

¿Cuando estoy con vos también tienen que estar?— Arquea sus cejas y el niega.

—Cuando estés conmigo sólo seremos vos y yo.— La toma de sus muslos para alzarla y que ella enrosque sus piernas en sus caderas.

Valentina entiende el mensaje y lo besa apasionadamente olvidando por completo el hecho de que tendrá nuevos custodios.

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—Entiendo perfectamente que su trabajo es custodiar, cuidar de mí y todo eso.—Suspira apoyada a la barra de la cocina.

—Claramente nos pagan para eso.— Exclama el más bajo de ambos.

A la rubia no le cae nada en gracia el tono de voz que utiliza con ella al responderle.

—Pero algo muy distinto es seguirme a todos lados y en cada paso que doy... Ni quisiera puedo abrir la heladera sola que los tengo a ambos atrás mío.— Rueda los ojos molesta con su taza de té en ambas manos.

—Es nuestro trabajo.— Le recuerda, Nicolás bastante tosco.

—Dudo que una lluvia de hielos me lastime dentro de mí casa.— Brama.

Nicolás agacha su cabeza completamente molesto acompañando el gesto de un suspiro poco educado.

Cuidar a la ex novia del jefe no es lo que ellos eligieron, al contrario tienen demasiada presión en este puesto.

Su compañero toma la delantera por ambos y es quién responde frunciendo sus labios y levantando la vista hacía Nina con una mirada algo chula para ser custodio. —Nosotros solo seguimos órdenes, señorita.— Acomoda su corbata.

—Claramente por eso les estoy diciendo que no me sigan a todos lados.— Cruza sus manos sobre su pecho.

—No trabajamos cómo Logan y su novato compañero, quizás por eso le llama la atención tanta responsabilidad y tanto control...— Nicolás suspira acariciando su barbilla.

Recuerda las imágenes que les mostró Augusto de cómo quedaron sus compañeros de trabajo. Lo cuál, claramente, podría pasarles a ellos si no hacían bien lo suyo.

—Eso más que responsabilidad se llama obsesión.— Le contradice irónica.

—Nosotros hacemos nuestro trabajo cómo corresponde, deberías acostumbrarte a que siempre va a ser así.— Demanda ronco.

ElijahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora