Capítulo 29: Sangre en sus manos.

2.3K 200 29
                                    

10/febrero/2017

11:15pm

Han pasado exactamente dos semanas. Semanas en las que todo ha parecido perfecto e irreal, un cuento de hadas. Muy bueno para ser verdad. Me he encariñado tanto del pequeño ángel o podría mejor decir pequeño diablillo, es imposible no quererla como mía. He ido conociendo a Sebastián cada vez más o al menos eso fue lo que creí. Por lo menos pensé que era cierto eso de no ser capaz de ni matar a una mosca. Pero ahora sentada al frente de él, con sus manos cubiertas de sangre y con sus huellas en el arma. Todo, absolutamente todo... lo incrimina.

Pero el día había empezado siendo perfecto.

~~~~~~~~
Horas Antes:

7:08am

- Guarda silencio si no quieres que se levante antes de tiempo- me es imposible hacer lo que me pide ya que sus labios en mis costados me hacen cosquillas- se me olvido que eres cosquillosa, creo que será mejor dejar los juegos e ir directo al punto o mejor dicho tú punto.

Con cada palabra fue bajando, sus caricias consistían en sus labios dejando un rastro que hacía hormiguear mi piel. Para cuando quería darme cuenta ya se encontraba entre mis piernas con su rostro muy cerca de en un lugar que parecía clamar su atención. Mis caderas se movían solas, buscándolo, no las podía controlar.

- Estás muy ansiosa por lo que puedo ver- como siempre burlándose de mi estado.
- Déjate de juegos y demuestra lo que supuestamente sabes hacer- me muerde el muslo haciendo que me queje.
- ¿Se está burlando de mí, señorita Lima?
- Bueno usted es mucha palabra y poca acción señor Jonhson. Es como el dicho, perro que ladra no muerde- si él se burla de mi yo le devolveré el golpe.

Sube por mi cuerpo hasta estar al nivel de mi cabeza y me mira burlonamente.

- ¿Se está burlando usted de mi hombría?
- Tú me desesperas- cuando veo que piensa decir algo más, nos doy la vuelta quedando yo encima de él- ahora cállate que como ella se...- detengo mis movimientos y mis palabras al escuchar los efusivos golpes en la puerta departe de Scarlett.
- ¡Momento de que se l,levánten, hoy es día de pancakes!
- Despiertos, espéranos abajo Scar iremos en un minuto.

Escucho su risa y cuando escucho sus pasos acelerados me alarmó.

- ¡No corras por las escaleras!
- ¡Lo siento! 

Dejo de mirar la puerta y me encuentro con Sebastián estudiando mi rostro, parece muy concentro.

- ¿Qué sucede?
- Tu sonrisa...pareces feliz.
- Ni siquiera tengo el tiempo de pensarlo, para cuando las palabras fluyen de mi- Lo soy.
- Bien- parece estar orgulloso de saber eso, pero como soy yo, digo lo primero que me viene a la mente para quitarle peso a sus palabras.
- Bien, mi feliz sonrisa y yo nos despedimos de ti y tú feliz erección- digo mientras suelto su muy despierta erección.
- Demonios, ¿Ahora como la bajo?
- No lo sé, pero será mejor que lo averigües rápido por qué hoy es tu día de hacer el desayuno 
- Aclaremos algo, soy el único que sabe cocinar así que tampoco pensaba dejar que nos intoxicarás.

Ya parada, agarro una almohada y se la tiro. Escucho su risa siendo amortiguada por la susodicha.

- Ayer yo hice el desayuno y no moriste.
- Poner cereal y leche en un tazón, no es hacer el desayuno, pero aun así al final del día estaba en el baño con dolor de estómago- se levanta de la cama y cuando me da la espalda, puedo ver su trasero. Es un muy buen trasero, blanco, pero lindo- Dios, yo solo quería un orgasmo, ¿Por qué me haces esto?

Escucho su queja y después lo veo encerrarse en el baño.  

Lo bueno es que ya me había dado una ducha pero gracias a Sebastián que no me dejo vestirme, terminamos en la cama. Rápidamente me visto para el trabajo y salgo de la habitación. La razón por la que Scarlett nos levanta como un reloj es porque así se lo pedí. El primer día que se quedó la encontré despierta desde las siete en punto mirando la pared. Al preguntarle que hacía levantada, me dijo que estaba acostumbrada a levantarse temprano, limpiar y hacerle de comer a Frank.

Sebastián (1.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora