Capítulo 39: Una cita de sueño y Mamá oso al ataque

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27/ febrero /2017
9:40pm

Al entrar en la galería recorro mi mirada por toda la estancia, no encuentro a James por ningún lado, pero si a Sebastián mirando una pintura. Me aproximo a él, cuando nota mi presencia se da la vuelta y como aún tengo frío no le doy tiempo de hacer o preguntar nada para cuando lo abrazo.

- Oye cariño la gente nos está mirando
- Pues que se pudran, tú estás caliente y yo estoy congelada- no exagero, estoy temblando y el simple roce de sus brazos a mi alrededor me hacen sentir el calor comenzar a fluir por mi sistema. 
- ¿Sabes? Siempre estaré dispuesto a calentarte. – sé que es una sugerencia de doble filo, la cual solo me saca una sonrisa.
- Pues déjame anunciarte hombre horno, que no calentaras a nadie en el sentido que tú piensas.

Ya más tranquila, me separo y detrás de Sebastián veo a James. Se encuentra hablando con Blake. ¿En qué momento habrá llegado? Están sonriendo por algo, se ven cómodos juntos. Siempre he sabido que Blake tiene una atracción hacia James y por alguna razón en la forma que lo mira, creo que al fin se ha decidido por hacer algún movimiento.

- Oh Jake, amigo te estás tardando mucho- susurra Sebastián mirando lo mismo que yo. Niega y después vuelve a mirarme. – ¿quieres quedarte a ver la galería completa o tienes hambre?
- Técnicamente acabamos de llegar, pero...- me doy la vuelta y mirado por las puertas de cristal hacia fuera veo a lo lejos a mi tía sonriendo como nunca la he visto antes, pero con su nerviosismo palpable. – creo que no notarán si nos vamos, solo deja que le diga algo a James.
- De acuerdo, iré por nuestros abrigos. 

Camino hasta James y al verme su sonrisa se vuelve más grande. Blake también nota mi presencia y me saluda.

- Bella Adara.
- Blake, ¿Por qué tengo el presentimiento que te veré mucho más de lo que no lo he hecho en un año?
- Tal vez el destino me quiere aquí.
- ¿Por qué lo dices?
- Me han transferido a la estación de ustedes.
- ¿¡Hablas enserio!? – estoy bastante emocionada por pensar en tener a otro de mis grandes amigos devuelta en el mismo lugar.
- Sí, solo falta averiguar quién será mi compañera o compañero.
- Esperemos que te den uno bueno, no como el mío.
- Ese mal compañero del que hablas te ha salvado la vida más veces de la que pudieras contar con las manos. – dice James virando los ojos y luciendo herido.
- Pero que sensible estás. – su mirada se intensifica, más no dice comentario alguno. - ¿Blake, podrías dejarme hablar un momento a solas con James?
- Por supuesto, solo una cosa antes de irme. – mira a mis espaldas, sigo su mirada encontrándome con Sebastián, el cual hablar por teléfono. - ¿Es ese tú novio? ¿Cierto?
- Sí, ¿por? – preguntó volviendo a poner toda mi atención en él.
- Siento que lo he visto antes. ¿En que trabaja? – me mira al hacer la pregunta.
- Es abogado, tal vez de eso lo conoces. – digo sin darle importancia a su inesperada curiosidad.
- Sí, debe ser de eso. – le da una última mirada a Sebastián y después me regala una pequeña sonrisa. – Los dejo hablar.

Se da la vuelta, no sin antes darme un beso en la mejilla y mencionarle a James que se encontrará en el área de pinturas de desnudos. Algo que me recuerda del tema del cual quiero hablar con James al respecto.

- James, me iré con Sebastián, así que quiero que me lo digas todo.
- ¿Qué te diga todo sobre qué?
- Te estás haciendo el listo, perfecto. Te torturare a sangre fría, lo juro; cortaré tus pelotas y hasta te meteré un palo en el culo...- me aproximo a él y toco su pecho con mi dedo. – y sé perfectamente que tu culo es virgen. ¿Cómo te suena eso? – mi amenaza es inofensiva y eso él lo sabe bien, pero no las personas a nuestro alrededor, las cuales ahora mismo se esfuerzan por dejarme saber su disgusto por el uso vulgar de mis palabras.
- ¿Cómo me suena eso? Como una amenaza a la que nunca le veré los resultados. Además tú familia me ama más que a ti. Llegas a hacerme algún daño y nunca te lo perdonarían. – Respiro profundo ignorando sus palabras y aguardo a la espera de la información que quiero saber.
- No me mires así, Cupido nunca revela a su clientela.
- Pues tendrás que hacer una excepción o tendrás a tu propio Cupido.
- ¿Qué quieres decir con eso?

Sebastián (1.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora