Sebastián (1.1)

Capítulo 30: Entre rejas

10/febrero/2017
8:36pm

Nunca creí que ponerle las esposas a alguien fuera una tarea tan difícil. El no opuso resistencia alguna, se dejó hacer y creo que eso fue la cosa que más me dolió. Ni siquiera lo negó, no hizo el amago de justificarse...algo que me diera esperanzas. Lo más desconcertante de todo fue su silencio, su mirada confusa.

Ahora sentada frente a él, parece más confundido que nunca. Su entrecejo está fruncido y su mirada está perdida.

-    Sebastián, tu abogado llegará en cualquier momento- dice James al entrar a la habitación de interrogatorio.
-    Yo iré por algo de beber- digo dispuesta de salir a buscar el oxígeno que no encuentro.
-    Yo...no me acuerdo de nada- me detengo al escuchar las palabras de Sebastián. Es lo primero que ha dicho desde que lo arrestamos.
-    Creo que sera mejor esperar a tu abogado, antes de decirnos algo- digo dispuesta a hacer bien mi trabajo y no exigirle preguntas ahora.
-    No, no hay algo que pueda decir para incriminarme. Por qué no me acuerdo de nada- dice esas palabras como si eso aclarara todo.
-    ¿Esa es la excusa que darás? – por alguna razón lo que estoy empezando a sentir es irá- ¿No me acuerdo de nada?
-    Adar... - James sabe las intenciones de mis palabras, pero, aunque trate de detenerme ellas salen.
-    Dígame señor Johnson, ¿Cómo es que no se acuerda haber ido a la casa de Emma Richmond?

Mis palabras fueron tomando volumen y mi enojo era más que palpable. Todo este tiempo en silencio y lo primero que dice es ¿no me acuerdo de nada? Aunque no lo quería hacer lo estaba mirando a los ojos, quería demostrarle que todo esto no me afectaba. Pero estúpida yo, solo demostraba lo contrario.

-    Sebastián no digas absolutamente nada- separó mi mirada fulminante de la de Sebastián y miro a la persona que ha interrumpido en la habitación, con el capitán.
-    Adara tú vienes conmigo, Rachel tomará tú lugar- desconcertada y molesta salgo de la habitación caminando detrás del capitán.
-    Espere, ¿Porqué?
-    ¿Porqué crees tú Adara? – en su voz identificó molestia- Sabes perfectamente que no debiste poner un pie en esa habitación y debiste ceder tú lugar a alguien más- entramos a su oficina y cierra la puerta, un poco más fuerte de lo común.
-    Capitán, puedo con esto. Sé que puedo hacer mi trabajo.

Ni yo misma me creo mis palabras, pero es lo que necesito ahora. Necesito creer que estoy bien.

-    No insistas. Tampoco trabajaré en este caso, tú y yo nos mantendremos los más lejos posible. También te quiero fuera del caso de Alec Richmond, Rachel y James se harán cargo de todo- dejo de lado mis pensamientos y es cuando le prestó atención a las expresiones del capitán- Demonios es como ver a mi hijo ser arrestado, prácticamente lo crie como mío- tapa su rostro con sus manos y suelta un suspiro.
-    Capitán, yo sé que puedo hacer esto. Por favor déjeme estar en este caso, yo pro...
-    ¿Para qué? Solo te estarás hiriendo a ti misma Adara, sabes que todo se infringirá con lo personal.
-    Sí, tiene razón- me doy la vuelta y me aproximo a la puerta, molesta.
-    Adara lo hago por ti.
-    Comprendo- sé que no debería estar molesta con él, pero, aunque intente no estarlo lo estoy.

Ni siquiera puedo pensar en irme por qué tengo que terminar reportes. Así que esta noche solo se hace más larga cada vez.

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10:17pm

Cuando al fin termino el último reporte suspiro de alivio y guardo las carpetas. Tarde más de lo que debí, pero en lo único que mi mente está concentrada es en una sola persona. James me comunico que trasladaron a Sebastián en una de nuestras celdas. Así que lo único que he estado pensando es en ir a verlo o no. Tal vez solo lo vea desde afuera.