31/ octubre/ 2017
6:35 pm
- Perdona mis modales. Déjame presentártelo con más ímpetu. Mi nombre es Sebastián Johnson. Es un gusto.
Siempre que pienso que nada podría sorprenderme, es cuando sucede algo que me corta la habilidad de hablar. Lo que sea que sigue después de este inicio sé que me dejara peor. Y por un momento, me preguntó de nuevo si en verdad quiero conocer al verdadero Sebastián.
- ¿De qué demonios estas hablado? Y no quiero que me salgas con ninguno de tus chistes estúpidos. – Me sorprende con la calma que hablo, pero al mismo tiempo tengo miedo por este nuevo descubrimiento.
- La primera vez que te vi no fue en la escena del crimen por la muerte de Alec. Fue en ese bar, estabas tan ebria posiblemente igual o peor a como yo lo estoy ahora. Me viraste tu trago encima y me echaste la culpa por ello. El bar es mío compartido con uno de mis jefes. Recuerdo que te saque del local porque comenzaste a pelear conmigo por no dejar que te dieran más bebidas. De un segundo para otro me coqueteabas y tú, simplemente me pareciste interesante. Era algo en tu mirada. Después querías drogas. – Mientras el habla mi mente intentaba darme una pequeña porción de imágenes de ese día. – Al parecer le comprabas a mis hombres, el que te vendió no me conocía y al negarle que te vendiera forcejearnos. Tú caíste y te cortaste. Después de eso hice a Vincent llevarte al médico. La forma en la que me hablaste me dejó saber que estabas en mucho dolor. Recuerdo que me dije a mi mismo que esperaba que nos volviéramos a ver y que estuvieras mejor. Y cuando te vi esa segunda vez, no podía creer que pequeño era el mundo. Había más vida en tus ojos de la que vi la vez anterior.
- ¿Porque nunca insinuaste que ya me conocías? – Pregunto interrumpiéndolo.
- Porque algo en mi me lo impedía, no sé qué. Pero también quería conocerte. Así que me lo guarde.
- Así que también la primera vez que nos conocimos era mentira. Perfecto algo que sumar en la lista. – digo en sarcasmo.
- Adara, no habrá nada que me haga remediar mis errores, al igual que ese día en el que estaba enmascarado. Daría todo para volver hacia atrás y contarte quién era, lo que hacía para no haber tenido que desmayarte so...
- ¿Fuiste tú el que mato a Alec y su esposa? – El suspira conocedor de que no quiero disculpas de su parte.
- No, ninguna de las muertes. Quién mato a Alec fue su propia esposa él la golpeaba y hacía cosas demasiado peligrosas debajo de las mangas. Ahora la muerte de su esposa y la de señorita Alice todo fue parte de Donovan.
- ¿Qué? – pensé que comenzaba a creer, pero no creo ver en que cabe aquí Donovan.
- Después de que descubrí lo que te hizo. Lo comencé a rastrear, a asechar. Pero no contaba con que él tenía conocidos demasiados de peligrosos como para hacerme ver que yo era parte de esas muertes. – Guarda silencio y yo intento procesar esa información, intento colocarla donde va, pero solo causa que me dé un leve dolor de cabeza.
- Dime porque dices que has matado a tu padre. – digo en un intento por no retroceder a lo llevadero que está siendo para hablar sin comentarios molestos.
- Porque lo hice. Sabes bien de que estaba hecho mi padre, te he contado de él. No vivíamos en las condiciones en las que lo hacemos ahora. Él se metía con gente peligrosa. Me hicieron matarlo...aún recuero la expresión en su rostro. – pasa una mano por su rostro y es cuando comienzo a ver que hablamos del niño que fue abandonado. – Después de eso me negué a dejar que mataran a mi hermana o Ellie. La cual no es mi madre de sangre, si no la tía de Laria ella solo nos adoptó. – se encoje de hombros y yo intento poner todas las piezas en su lugar. – Maté a los que nos querían hacer daño. Uno de ellos era el hijo del jefe de todo el maldito clan por así decirlo. – suelta una carcajada llena de amargura. – Él tenía todo y a todos en su poder. Fui a la cárcel en menos de lo que toma parpadear. Pase por tratos que me hicieron sentir verdadera desesperación. Y cuando ellos al fin llegaron a mí... – saca la foto que ya había visto y la mira. – Para ese mismo instante también tuvo el poder de hacer que mi familia y todo a aquel que me importaba me abandonara. Si quieres que una persona muera de agonía y dolor sin tener que tocarle un cabello...solo debes quitarle las esperanzas. El que me violaran y me hicieran hacerles cosas a ellos no fue tan grave. No al menos si sabes que aún tienes algo por lo que seguir. – Mis manos tiemblan y una molestia comienza a crecer en mi garganta. - El mismo día él me quito por lo que soportaría cualquier cosa para poder salir de ahí. Fue el día en el que intente soltar la cuerda. ¿Y sabes algo? - Cuando me mira, me repito que no debo llorar. El aún sigue siendo ese niño. – Como si fuera una señal me dejaron salir de la cárcel. Mi familia estaba afuera, ellos...no me habían abandonado como había pensado. Pero no fue por buena justicia que me habían sacado. El hijo mayor del hombre que me metió en ella había escuchado lo que le hice a su hermano. Así que después de que mató a su propio padre me saco de la cárcel. Me hizo trabajar como paga por haberme librado. Y debo admitir que aún trabajo para el cuándo se me es conveniente. Después de eso el ánimo fue bastante oscuro, pase de ser conocido como el chico tranquilo y pasivo a ser con el que no querías ni juntarte como amigo. Como intento de ayuda para que saliera de la mierda, Robert rebusco entre sus conocidos. Él sabía la ira con la que estaba trabajando, así que intento que me dieran un trabajo con el que la podría utilizar, pero para algo mejor. El gobierno fue una buena opción, me hizo conocer que no existen límites en ese mundo.
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Sebastián (1.1)
RomantikSinopsis: Él un abogado y ella una detective de Nueva York, ambos con el ego por las nubes, son muy parecidos en muchos aspectos. Un homicidio los une, ambos tratarán de aclarar los hechos. Él para limpiar su nombre y ella para buscar la verdad...