29/diciembre/2016.
Él continua mirandome esperando por una respuesta, la cual no le daré, así que solo le digo lo primero que viene a mi mente.
-¿Has preguntado el día en el que llegaba? Pero que acosador saliste, creo que tendré que ponerte una orden de restricción – trato de que suene chistoso, pero fallo a más no poder.
Cuando estoy nerviosa, siempre digo estupideces y creo que no note que le dije que le pondré una orden de restricción.
-Rara manera de decirme que no quieres hablar del tema- y cómo ha estado haciendo frecuentemente e inconscientemente desde que nos vimos en el viaje me salva de hablar de mi pasado y bromea con ello- solo te diré que eres una caja de sorpresa – después de detener su sonrisa, me mira serio y se dobla en su silla, acercándose a mi rostro – sería mejor que te levantaras del suelo y que dejaras de apretar mis muslos, si quieres que las imágenes que se reproducen en mi cabeza, se detengan- sus palabras chocan en con mis labios, su voz se ha vuelto ronca- al menos que, claro, quieras seguir demostrado lo de hace un rato- al parecer se me olvido como hablar porque al abrir mi boca nada sale- pero prefiero que no lo hagas, por que como corre mi suerte volverá alguien a interrumpirnos y dije ya una vez, que no dejaría que volvieras a dejarme con una erección. –
Él se echa para atrás arrastrando la silla, se pone de pie y después estira su mano hacia mí para ayudarme a levantarme del suelo.
-¿Así que señorita Lima como hará para dejarme saber, que quiere seguir con esto? –
-Creo que...- pero como siempre alguien vuelve a interrumpirnos.
-Sebastián te... - me doy la vuelta, para ver quien es esta vez el que nos interrumpe, es su chofer, creo que se llamaba Vincent, si mal no recuerdo- lo siento, tu secretaria no estaba en su lugar y no pensé que estuvieras ocupado, es un placer volver a verla señorita Lima - me dice para después mirar a Sebastián seriamente – Creo que debemos hablar, te traje lo que querías, pero si estas ocupado vendré después.
-Pueden hablar, ya es hora de que me retire, tengo mucho trabajo – le voy a dar la vuelta al escritorio para poder irme, pero Sebastián me detiene.
-¿Se le olvidaron los modales señorita Lima? – antes de que pueda decir o hacer algo él se acerca y me da un beso en la comisura de los labios– Ahora si te puedes ir.
No miro a ninguno de los dos y solo recojo mi bolso que estaba en el escritorio. Salgo de la oficina y al parecer soy la única que se tiene que encontrar a su secretaria en el puesto, para mi desgracia.
-La pregunta aquí es ¿Quién es la perra que entro en su oficina, como si fuera la de ella? - lo que le escucho decir por el teléfono, detiene mi paso.
Me acerco a ella y cuando nota mi presencia, da un respingón asustada.
-Si tanta curiosidad tienes, solo tenías que preguntar- le digo dándole mi mejor sonrisa – Soy la perra que sabe cuánto mide el pene de Sebastián Johnson – no sé cuánto mide, pero eso es algo que ella no tiene que saber – y de perra a perra – me aproximo más a ella, como si fuera a decirle un secreto – te digo que la tiene grande- después de eso solo sigo mi camino a el ascensor.
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2:00 pm
Entro a la estación después de que el taxi me dejara, paso todo el vestíbulo y voy directo a mi escritorio el cual está al lado del de James y para su desgracia él está ahí.
-Adara pensé que me llamarías- dice después de que nota mi presencia en el momento que me siento-
-Sí y no lo hice – le contesto siendo muy discreta con mi ira contenida-
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Sebastián (1.1)
RomanceSinopsis: Él un abogado y ella una detective de Nueva York, ambos con el ego por las nubes, son muy parecidos en muchos aspectos. Un homicidio los une, ambos tratarán de aclarar los hechos. Él para limpiar su nombre y ella para buscar la verdad...