Capítulo 43: Una probada del Infierno.

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3/abril/2017

- Rachel, cuando escuches este mensaje por favor ven al Bellevue Hospital Center. Han ingresado a James.

Cuelgo la llamada. En todo el camino me he convencido de mantener la calma y llamar a todas las personas importantes para James. Hasta llame a Jake. Prácticamente a todos les tuve que dejar mensaje. Algo que me ha desconcertado y molestado. La única que me contesto fue mi tía.

¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Qué es de lo que no me he enterado o que es lo que está pasando que mi suerte se ha virado dándome la espalda?

- Señorita llegamos. – Dejo de ver mi teléfono y de ver si tengo algún mensaje.
- Gracias. – Le pagó al taxista y salgo corriendo. Al estar dentro del hospital voy directo hacia la enfermera detrás del mostrador. – Me han llamado por qué ingresaron a James Roden. ¿Qué ha sucedido? – Hablo desesperada y la chica no ayuda al moverse con lentitud.
- El señor Roden ahora mismo está en el quirófano.
- ¿Que? ¿Qué ha sucedido?
- Señorita tome asiento en la sala de espera. – señala a nuestro lado derecho en donde muchas personas parecen aguardar por noticias. – Cuando se tengan noticias le dejaremos saber.

La miro mal, pero dispuesta a no hacer un escándalo hago lo que me pide. Vuelvo a intentar contactar con las personas que necesito ahora mismo, pero nada. Intentó mantenerme concentrada en algo que no sea el miedo que me carcome. Así que sigo en llamadas, mensajes pero nada. Nada, como las miles de veces que siento que he intentado.

Miro las personas que me rodean y al ver la expresión de la primera persona sé que he hecho mal. Una mujer llora desconsolada, un hombre la abraza y parece decirle palabras alentadoras al oído. Mientras sus propias lágrimas fluyen. Un hombre más separado parece llorar mientras cubre su rostro. Sus manos y ropa...se encuentran cubiertas de sangre. Las emociones que me rodean, consumen la habitación y no ayudan a mi desespero y temor. Dejo de mirar, de empeorar mi sentir. Agarro mi cabeza y cierro los ojos. Tomo respiros profundos e intentó acallar el ruido y calmar el creciente tintineo de dolor de cabeza que me ha dado.

Me quedo por tanto tiempo así que mi desesperación en vez de bajar solo aumenta. Me paro y camino de un lado para el otro. Doy vueltas en mí mismo lugar y cuando estoy por insistir en que alguien me dé información veo un rostro conocido entrar por las puertas eléctricas. Sin pararme a pensar voy hasta él y lo abrazo. Si no sentía que alguien estaba aquí conmigo creo que comenzaría a volverme loca. Al principio está sorprendido, pero después me abraza. Me separo de él y luce asustado.

- Pequeña Bogado, ¿Que te han dicho de James?
- No me han dicho nada, solo que está en el quirófano. Me han mantenido en espera. - Ethan frunce el ceño y aprieta la quijada. Me pasa por al lado y lo sigo hasta la chica de la recepción.
- Buenas noches, necesito que por favor me diga cómo se encuentra James Roden.
- Lo lamento, pero como ya le dije a la señorita. – mi mira hostilmente. – Deben esperar en la sala de espera y cuando se tenga información se les dejará saber. – Él suspira y sorprendiéndonos golpea con su puño el mostrador.
- Lo lamento yo, pero o me dan información de mi sobrino o le juro que las cosas para usted se pondría malas. Y si llama a seguridad le prometo que volveré y no se asuste cuando la despidan. – Ella luce asustada y con mucha razón.

El hombre que tengo al frente, no es el irritante que tiene una sonrisa para todo. No, ese fue dejado en el exterior del hospital. El que tengo ante mí no es más que solo un tío preocupado. Es el enojo de un padre, que está dispuesto a hacer lo que sea para saber del bienestar de James.

La chica lo piensa un segundo y por la mirada que él le da rápidamente se da la vuelta y habla con otra enfermera que también está al tanto de lo que sucede. Hablan y después de lo que me parecen horas la enfermera a la que quiero golpear nos da la cara. Mira a Ethan con temor y sus palabras que espere que fueran un calmante, fueron un detonante para más lágrimas y mi creciente terror.

Sebastián (1.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora