Capítulo 13

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Oigo unos pequeños pitidos y como tiembla suavemente la cama. Trató de moverme pero un peso por muy debajo de mis senos me lo impiden, el sonido y la vibración vuelve a oírse y estaba vez estiró la mano a dónde se siente la vibración. Justo antes de llegar al él, una mano me lo impide, abro los ojos exaltada y veo a Dominic tratando de sacar algo del bolsillo de sus pantalones. Observó el reloj en la mesita de noche, y mis ojos se abren exageradamente <<4: 35 am>>.

—¿Pasa algo?. —le preguntó a Dominic una vez que el sonido a parado.

—Sólo es la alarma, vuelve a dormir. —contesta con la voz ronca mañanera y aún los ojos cerrados.

Esta vez Dominic destiende el lado de la cama dónde él está dormido y se mete en ella, su mano izquierda pasa por mi.cintura y ahí se queda mientras el dueño apoya la cabeza en mi hombro, quedando así que su cálido aliento choque en mi cuello.

—Duerme. —susurra y deposita un beso en mi cuello. Cierro los ojos disfrutando de su cálido tacto y suspiró —No hagas eso. —me reprende apretando su agarre.

—¿Q...Qué?. —pregunté entrecortada, dos segundos después tengo encima mío a Dominic.

No puedo ver sus ojos por la oscuridad que nos rodea, pero justamente en mi labios puedo sentir sus respiraciones profundas. Toma mis manos y las eleva lentamente hasta tenerlas a la altura de mi cabeza, con una de sus enormes manos las mantiene ahí mientras la otra se pasea por todo el contorno de mi cuerpo, sin dejar ni un solo centímetro sin su caricia.

—Gemir. —contesta.

Labio inferior, labio superior. Está besándome con suma delicadeza que mi boca ha soltado más de dos suspiros en tan poco tiempo, baja los besos a mi cuello y su mano libro está, por encima de la ropa, en mi zona intimidad. Doy un respingo cuando siento su mano en mi feminidad, sin pijama, sin nada.

—Do-Dominic. —su nombre sale de mis labios en un largo jadeo. Estoy tan indefensa ante él, tan expuesta.

—¿Sexo mañanero?. —pregunta coqueto y sin saber porqué río. 

Parece causarle gracia a él porque empieza a carcajearse junto a mí, sin embargo la mueca de dolor que pone me alerta. Una mirada de preocupación llega a su mirada y rápidamente se baja de mi. La herida, lo entiendo.

—¿Estás bien? ¿Te lastimé?. —pregunta preocupado.

—Estoy bien, no me lastimaste. Tranquilo. —habló tranquilizadoramente y él sonríe —¿Tú estás bien?. —me paró de la cama y extiendo una mano hacia él —Vamos a curarte la mano Dom. —habló cuando él toma mi mano.

Nos dirijo a ambos hasta el baño y llegando hago que Dominic tome asiento en el váter, busco el botiquín de primeros auxilios y una vez que lo encuentro, camino hasta Dominic. Me arrodillo enfrente de en él, tomando alcohol y algodón empiezo a curarle las heridas de la cara él trata de empezar plática pero estoy tan concentrada en sus heridas que sólo contestó con monosílabos. Mi ritmo cardíaco empieza a acelerarse cuando veo a Dominic quitarse la playera que trae, retengo el aire cuando veo un gran hematoma en el costado izquierdo del, perfecto y escultural, abdomen de Dominic.

—Dom, éso no parece un buen gancho izquierdo. —comentó con un deje de preocupación y diversión.
—Creo que fue con un palo de escoba. —responde riendo.
—¿Un palo de escoba?. —gritó horrorizada —Dominic tenemos que ir a que abbskmsl...—dije siendo interrumpida por los labios de Dominic en los míos.

Durante los siguientes cinco minutos nos pasamos cambiándonos para poder ir con Derek. Al principio Dominic se negó por mi herida, pero tengo ése don dónde yo siempre gano. Dominic se mantenía sentado con el ceño fruncido a mi lado mientras yo manejaba, en realidad no me gustaba mucho manejar pero si se presentaban situaciones como éstas tenía que hacerlo. En el camino Dom se comunicó con Derek y al parecer nos esperaría en la entrada, al principio ambos hombres se pusieron de acuerdo para reñirme por no guardar reposo después de una herida tan grave que tuve que convencer a Derek diciendo que Dominic no iría a revisión sino fuera por mi, y fue ahí cuando volví a ganar.

—Verdaderamente no sé a quién, regañar. —comenta con diversión Derek una vez que empezó a revisar a Dominic —Necesitaré unas placas de éste costado Dom, también necesitó que Sasha venga. —nos informa Derek.

Mi ceño se frunce al oír mención de una mujer, junto a Dominic nos dirigimos a Radiografías dónde nos atienden rápidamente ya que como es apenas las siete de la mañana aún se encuentra vacío. Me detengo en la entrada de la sala y Dominic me pasa todas sus pertenencias, teléfono, billetera y dos juegos de llaves que supongo son de su coche y apartamento.

Cuando salé Dom tenemos que esperar alrededor de diez minutos para que nos dieran las placas, por lo cual decidimos esperar afuera de la sala.

—¿Te pasa algo?. —pregunta Dominic.

Negué lentamente mientras internamente yo me hacía la misma pregunta. Está claro que mi actitud cambió cuando Derek mencionó el nombre de Sasha y su presencia requerida para con Dominic. ¿Celos?, porque sentiría celos de Dominic, es más ni siquiera sé porqué estoy aquí. En este momento debería estar en casa, acostada reposando de una loca ex-novia del mismo hombre que tengo enfrente mío con el ceño fruncido.

—¿Es por Sasha?. —preguntó burlesco, lo que ocasionó que bufara molesta —No deberías es mi hermana.

—¡Me importa muy poco, si es tu hermana o la mismísima primera dama del país!. —vociferó molesta —Sólo no quiero otra psicópata ex-novia tuya, queriéndome matar porqué me acosté con su estúpido novio acosador. —dije.

El rostro de Dominic fue de burla a enojo, estaba más que claro que haber metido a su ex-pareja en la plática no fue buena idea. Aunque ya le había recriminado eso ayer que desperté, su manera de actuar no me dejó terminar todas las cosas que tenía por decirle. Su ceño se frunció y me dio a entender que su actitud de un adolescente de dieciocho años comenzaría en cualquier momento, pero justamente en ése momento la enfermera salió con sus placas. Deshicimos el contacto visual que teníamos y molesto tomó las placas para empezar a caminar hasta el consultorio si ni siquiera esperarse.

—¿Mamá?. —habló sorprendido una vez que abrió la puerta —Debí suponer que la metiche de Sasha te hablaría. —dijo notablemente enojado.

—Oye que tu madre se preocupe por ti, no quiere decir que tienes derecho a hablar así Dominic. —hablo entrando también al despacho.

Ahora me siento intimidada, hay cuatro pares de ojos observándome. Sus ojos verdes me miran furioso mientras los demás entre sorprendido.

—No deberías meterte en éstos asuntos, Nirvana. —contestó de igual forma que hace unos segundos.

—Me meto porque no se me hace justo que le hables así a tú madre, cuando ella sólo quiere saber si estás bien. —le respondo apretando los dientes que incluso siento que me los romperé —Yo daría lo que fuera porque mi madre se preocupara por mí. —le informo a Dominic cuando ya lo tengo a escasos centímetros míos.

—Es una lástima, porque ella está muerta. —contesta de la manera más cruel posible.

Cierro los ojos unos segundos para que las lágrimas se mantengan en su sitio y no salgan a demostrar lo débil que soy sobre el tema se mi madre. Oigo como los presentes retienen el aire pero no volteó a mirar sus reacciones, sino que me esfuerzo en mantener el contacto visual con Dominic Miller. Sus ojos ya no tienen ningún sentimiento de crueldad en ellos, sino que fue reemplazado por el de culpabilidad.

—Nirvana, yo no quería…. —lo calló antes de que termine su estúpida disculpa.

Mi mano sale disparada directamente a su mejilla, la cual ocasiona que su cara se volteé por el impacto. El sonido hueco de mi mano es lo único que se oye por unos segundos, después lo único de que oye es el cambio de respiración de Dominic.

—¡En tú puta vida, vuelvas a hablar de mi mamá si ella no está aquí!. —le gritó en su cara que aún se mantiene de perfil —Espero te recuperes, pero no quiero verte ahora. Adiós. —le digo en forma de despedida.

Con cara de arrepentimiento por el pequeño espectáculo que acabo de ofrecer, me despido de Derek y de ambas mujeres que ni siquiera sé el nombre. Camino hasta el estacionamiento y una vez ahí abro la puerta del Jeep en el cual he venido a traer a Dominic al hospital.

Me meto en el auto, prendo el motor y cuando toco el manubrio no soportó más y lo golpeó haciedo así que el claxon suene varias veces llamando la atención de varios peatones. Pongo marcha atrás y pisó el acelerador, y me dispongo a ir al cementerio. A ver a mi madre.

Ven ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora