Capítulo 26

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Dicen que matar es un pecado. Pero ciertamente Amar es más doloroso que Matar.

En una semana podían pasar muchas cosas, incluso en tan sólo segundos podrían pasar las cosas. Después de lo de Dominic,  Alexander, Leonardo y Amanda se encargaron de sacarme de aquel lugar, lo hicieron cuando les pedí que me llevarán a Seattle.

Compré un casa para las chicas y para mi, cerca de la Universidad a donde ambas irían a estudiar, y no es que yo no quisiera hacerlo, pero cuando se lo plantee a Byron su respuesta definitiva fue un "No". Amanda seguirá sus estudios porque yo le había pedido que no los dejará, esa era una condición por dejar a su familia por mí, y aunque estaba embarazada Laura, la habían aceptado en la carrera de psicología.

—Que las dos estén sentadas tranquilamente, no trae nada bueno. —les dije a la chicas.

Ambas estaban sentadas en el sofá nuevo, color negro que entre las tres habíamos escogido. Me habían dicho que tenían algo importante que decirme, y aquí estábamos las tres, en los sillones sentadas.

—Bueno, primero que nada no qui...
—Ve al grano, Amanda. —dije y ambas palidecieron.
—Bueno es que Amanda ha estado presentando los síntomas, que yo tenía los primeros meses de embarazo. —habló rápidamente Laura.  

Ambas cerraron los ojos al mismo tiempo, y esperaron mi reacción. Cuando no oyeron gritos por mi parte abrieron los ojos, y me observaron. Lo único que había entendido entre la palabrería de Laura habían sido "síntomas" y "embarazo".

—¿¡Qué tú qué!?. —grité.

Amanda bajó la cabeza y sus hombros empezaron a moverse de arriba a bajo, estaba llorando. Rodé los ojos, me paré del sofá donde estaba y me puse de cuclillas enfrente de ella. Tomé su cabeza y acune su cara entre mis manos y limpiando sus lágrimas hablé.

—No era mi intención gritar, me tomaron por sorpresa. —les dije mirando a ambas —¿Porqué no te realizas la prueba? Y salimos de dudas. —le dije y ella sonrió.

Amanda se levantó de su lugar y corrió escaleras arriba para después escuchar como su puerta se cerraba.

—Ya teníamos la prueba, pero ella no quería realizarla si tú no lo sabías. —dijo Amanda a lo que asentí.

Dejé caerme de espaldas al suelo y cuando mi espalda tocó el suelo solté un suspiro de cansancio. Tenía a un mujer de cuatro meses de embarazo en la etapa de los antojos, y aunque Leo se encargaba de ir por ellos en las madrugadas era cansado despertarse a las dos de la mañana porque a Laura se le había antojado algo. Iba a hacer peor una mujer hormonas en los primeros meses de embarazo, si la prueba que Amanda estaba haciendo salía positiva. Pero también podríamos agregar que no había tenido tiempo para "superar" mi ruptura con Dominic y eso, estaba matándome lentamente.

—¿En que piensas?. —dijo Laura sacándome de mis pensamientos.

Me incline un poco hacia arriba dejando el peso en mis antebrazos y la miré con una ceja alzada. Ella sonrió y cuando iba a preguntar, Amanda bajando las escaleras llamó nuestra atención.

—¿Y bien?. —pregunté aún en mi posición.
—Estoy embarazada. —dijo.

Laura brinco de emoción, y corrió a abrazarla. Por otra parte, yo me quedé en mi lugar. Las tres nos volteamos hacia la salida trasera cuando la puerta sonó. Leonardo junto a su padre y José entraron a la casa con bolsas en las manos.

—¿Qué pasa aquí?. —preguntó Leo, mientras dejaba las bolsas en la encimera.
—Creo que la familia está creciendo. —dije.

Los tres hombres en la entrada voltearon rápidamente hasta Amanda quien los veía con una sonrisa en la cara y la prueba de embarazo en la mano. Golpee mi cara con la mano y me dejé caer hacia atrás golpeando mi cabeza en el impacto y grité:

Ven ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora