Capítulo 40

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Pov's Nirvana.

Estoy tan cansada, mi cuerpo duele y pesa demasiado para sostenerlo yo misma, si no fuera porque estoy atada a la cama ya hubiera caído desde el segundo día en que llegué aquí.

Los dos primeros días en los que llegue aquí me dieron de comer, por la simple razón de que habían llamado a un doctor y había saturado la herida que me habían hecho en el operativo,  pero de ahí para acá no he recibido alimento alguno.

—¿Cuánto más crees qué se tarde Romeo en venir por su Julieta?. —entorno los ojos ante la diversión que Joel, el que yo creía era el padre de Dominic, utiliza para hacer su pregunta.

—No lo sé, pero espero que cuando lo hagan me permitan matarte. —digo en susurro y respiro profundamente para calmar el ardor que se extiende por todo mi cuerpo.

Joel ríe de mis palabras, pero se calla al oir un fuerte golpe en la parte baja de la casa.

—Vaya, creo que Romeo ha venido por fin por su Julieta. —dice parándose de su asiento y caminando hacía la puerta, pero antes de qué el llegue está se abre.

—Jefe, el FBI ha intervenido en la casa. —dice uno de los tantos hombres que vi entrar en ésta habitación.
—Vaya no vino como Dominic Miller al que conoces, si no como Dominic James un hombre totalmente desconocido para ti. —dice riendo y de coraje tiro fuertemente de las esposas atadas a los barrotes de la cama y que están alrededor de mis muñecas —Tranquila fiera no quiero que te lastimes. —dice burlesco.

Vuelvo a tirar de las esposas y él aprovecha para golpear mi mejilla. Su cara cambia radicalmente cuando se escuchan disparos y haciéndole una señal al hombre que está en la misma habitación esté se retira. Observó como Joel saca una pequeña jeringa de su bolsillo y me la muestra.

—¿Que tan estúpido será Dominic?. —susura muy cerca de mí, su olor me da asco, repugnancia, por lo cual corro la cara. —A ver hermosura. —dice sacando una navaja y dejándola al inicio de mi escote —Dejemos a la vista tus hermosas heridas, quizás se distraiga y aproveche la oportunidad. —dice y con la navaja empieza a rasgar mi blusa, llena de sangre.

Al tenerla rota por la mitad y también haber roto los tirantes las quitó de mi cuerpo, dejano así la vista perfecta de mi estómago totalmente en tonos verdes y morados y la herida saturada.

De cuclillas frente a mí, baja mis pantalones dejándome solamente en ropa interior y expuesta a cualquier persona que entré por la puerta que da a la habitación.

Nuevos disparos se oyen y se escucha como alguien gira la perilla de la puerta y Joel corre a esconderse en el armario <Muy macho> nuevamente se escucha la puerta y dentego mi respiración cuando veo a la persona que entra por ella.

De pie junto a la puerta, con su uniforme de policía, cabello ligeramente despeinado, ojos cerrados y un arma entre sus manos, está Dominic un Dominic totalmente desconocido para mí.

Se lo que está recordando, a mí también me invadieron ésos recuerdos cuando entré a la habitación de la puerta negra. Pasando los segundos logro ver como su mirada se centra en lo único que hay en la habitación, yo. Sus manos se han hecho puños al mismo momento que su respiración se ha ido irregularizando y ha dejado el arma.

Sus fuertes brazos me rodean aún atada a la cama y quiero ganas de llorar, pero sé que después de esto pasarán cosas peores y respirando profundo logro estabilizarme.

—Nirvana. —el alivio en su voz se hace presente y entonces recuerdo que Joel se encuentra en la misma habitación pero la conmoción es tanta que no logro decir ninguna palabra.

Ven ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora