Ven Conmigo

Capítulo 23

Las lágrimas que salían de mis ojos y recorrían mis mejillas, terminaban siendo impactadas en el papel blanco que se encontraba en mis manos. Una vez que termine de leer, arrugue la hoja y la metí de nuevo en la bolsa, limpie mis lágrimas y me dirigí al baño.

Después de tomar una ducha de agua caliente, y donde solamente mis sollozos se oían salí a vestirme. Terminado Amanda rizo mi cabello y aplicó un labial rojo pasión, en mis labios.

—¡De eso hablábamos!. —gritaron Rebeca y Byron apenas nos vieron salir del cuarto.
—Hagamos esto. —dije en un suspiro, planche con mis palmas al vestido y caminé hasta la salida.
—¡Espera!. —gritó Rebeca, pero apenas me di vuelta ella ya había salido corriendo a su habitación.

Cuando regresó traía consigo una caja de zapatos que me tendió. Mi entrecejo se frunció, pero termine aceptando los zapatos, los cuales eran preciosos, eran una tacones altos en su totalidad negros sólo en la suela eran color rojo, traían una correa para poder amarrarlo de ahí.

Todos salimos a la cochera, una vez ahí cada uno subió a su auto. Mi viaje fue un poco más movido con Amanda despierta, o eso creo porque le puse más atención a la canción que salía del radio.

I believe, believe, believe.
Love, love, love.
I believe, believe, believe.
Love, Love, love.

—¿Estás escuchándome?. —me pregunto Amanda pasando su mano extendida de arriba abajo enfrente mío.
—La verdad, no. —sonreí cuando ella bufo —¿Dónde hemos escuchado esa canción?. —pregunté fundiendo mis cejas, Amanda río y después levantó sus manos hasta tocar el techo.

Cuando la primera estrofa llegó, sus manos se movieron como diciendo adiós, y bajo sus brazos al ritmo de la música, mientras cantaba la canción.

—Mirror, mirror. —dijo en su tan ya perfecto inglés.
—¡No puedo creer que pusieras esa canción, en mi reproductor!. —me quejé riendo.

Ambos reímos, y cuando nuevamente el coro llegó ella hizo el mismo movimiento que hace unos segundos, pero esta vez yo la acompañe. Claro, con el cuidado de no descuidar el volante.

—¡I believe, believe, believe!. —chillamos las dos juntas riendo —¡Love, love, love!. —gritamos las dos al unísono.

Ambas llevamos el brazo derecho hasta el lado izquierdo y lo paseamos bailando al ritmo de la música a su lugar correspondiente, después hicimos lo mismo con el brazo izquierdo, hasta que nos dimos cuenta que ya estábamos en el cementerio.

Apague la radio, apague el motor y miré un poco fijo inexistente al frente mío. Suspire y volví mi vista a mi mejor amiga, la cual me veía con una sonrisa en la cara, lo que ocasionó que frunciera mi entrecejo y sonriera.

—¿Qué?. —le pregunté, repose una mano en el volante y mi cabeza en él.
—No sé. Creo que una parte de mí, quiere verte en modo "perra". —dice haciendo comillas en la última palabra utilizada, para después reír las dos —Pero otra parte se mi, no quiere verlo. —confiesa finalmente.
—No tienes porque verlo, no es necesario. —le dijo con mis manos en sus hombros. Siento que sus hombros nos se relajan, le sonrió con seguridad y digo: —Vamos.

Antes de que abra la puerta, Amanda me detiene y cuando voy a preguntar ella me tiende unos lentes, lentes de sol último modelo. <<Sólo a ella se le ocurre>> Blanqueo los ojos y sonrió cuando los tomo, y me colocó.

Bajo primero un pie y después el otro, colocó la mano izquierda en la puerta y con ella me doy impulso para salir de auto. Todo mundo se me ha quedado mirando cuando he salido de Ferrari. Suspiro y vuelvo mi vista hacia Amanda quien ya ha empezado a caminar hacia mí, cierro los ojos en un intento de contener las lágrimas cuando veo por detrás de ella llegar la carroza.