—¿Por qué el interés en mí?. —pregunté mientras tomaba la esponja y el jabón. Empecé a enjabonar mi cuerpo y él observaba cada uno de mis movimientos.
—Llamaste mi atención, incluso aún estando casado. —contestó simple mientras se ponía nuevamente su ropa —¿Tomas la pastilla?. —preguntó, mientras abrochaba su cinturón.
<<¿Cómo le digo que era virgen?>> Podría decir que si y luego comprar la mentada “pastilla del día siguiente”.
—¿Nirvana, tomas la pastilla?. —preguntó nuevamente. Ahora su tono de voz ya no era suave, ahora era gruesa y fría.
—No. —contesté borde. Decidí darme la vuelta para no tener que verle la cara, pero algo llamó mi atención. Sangre, había sangre en la esponja que utilizaba para lavar mi cuerpo.
No había mucha, pero sí la suficiente para que Dominic la viera. Lavé mi cuerpo, tomé una toalla y pensé en salir del cuarto del baño, pero un dolor en mi parte baja hizo que me detuviera.
—¿Estás bien?. —Dominic preguntó acercándose a mí. Tomé la esponja y la arrojé al cesto de basura.
—Si, es sólo que duele un poco. —hablé saliendo de la ducha.
—¿Duele? ¿Acaso fui muy brus...—y calló al darse cuenta de que pasaba —¡Por Dios, Nirvana! ¿Por qué no me lo dijiste?. —trate de contestar pero no pude.
Cuando salí del cuarto del baño él ya no estaba, lo busqué por toda la habitación, en el poco espacio, pero no apareció. La ventana estaba abierta, oí como el motor de un carro era arrancado y salía rápidamente rechinando las llantas. Me asome por la ventana y ví, que efectivamente él se estaba yendo.
Los siguientes quince días habían pasado volando, entre los exámenes finales y los juegos finales no me daba tiempo para nada. Pero en las noches, me daba el tiempo suficiente para pensar en Dominic, desde aquella noche no he sabido nada de él. Su hermana le habla a todo mundo de él y yo trato de parecer desinteresada, pero fracasaba cuando, casualmente, preguntaba cómo se encontraba. Ángela se reía de mí y mi interés de la nada a su hermano, fue entonces un día de lluvia que me enteré lo que verdaderamente estaba pasando con él.
Gabriela Rocell y él estaban juntos. O eso fue lo que en pocas palabras Ángela había dicho, ése día no llamé a nadie para que me recogiera después del entrenamiento y me fui sola a casa, bajo la lluvia y la oscuridad. Lo que siempre me acompañaba cuando necesitaba a mamá. Dos días después falté a clases por un resfriado demasiado fuerte, que me tuvo en casa por más de cinco días, cosa que agradecí, porque me enteré por Amanda que Dominic había visitado el deportivo todos esos días en busca de su hermana, pero ella era tan inteligente que sabía que no buscaba a Ángela, sino a otra persona.
Terminé contándole todo a Amanda, después de que un día después del entrenamiento pasó a buscarme. Me dijo que Dominic le había preguntado a ella directamente sobre mí, ella se sorprendió tanto, que terminó diciéndole que estaba enferma tirada en cama. Me agarre llorando ese día enfrente de ella, y cuando preguntó qué me pasaba, no tuve más remedio que contarle. Al principio se molestó por la actitud de Dominic, pero al final terminó preguntándome todo sobre nuestro encuentro.
—¿Cómo te encuentras hoy, Valentine?. —fue lo primero que preguntó Louis al verme entrar por la puerta de auditorio.
—Ya mejor, gracias. ¿Puedes hacerme sudar para que la gripe se vaya de mi organismo?. —pregunté bromeando a lo ambos reímos.
—Claro, ve a ponerte cómoda para la activación física de hoy. —salí corriendo de ahí para dirigirme hacia los vestidores.
Me cambié lo más rápido que pude, cuando salí las chicas ya se encontraba practicando otra jugada. Sabía que estaba atrasadisima tanto en la escuela, como aquí, la única diferencia es que Louis te hacía correr demasiado según el quemarás calorías se te irá más rápido la enfermedad.
Empecé con una serie de cinco vueltas a las cachas corriendo, después una serie de tres • cuatro de lagartijas y para finalizar una serie de pierna y abdomen. Demasiado bien tenía que ir esté entrenamiento, estaba terminando mi última vuelta corriendo cuando de repente choco con el cuerpo de alguien. Hombre, ese olor, ¡Maldición Dominic!
—Te aseguro que no te caerás. —habló susurrando muy, pero muy cerca de mi.
Abrí los ojos encontrándome con ésos hermosos ojos color verde, sonreía al tener el control de la situación. Porque por más que quisiera, no podía ni siquiera hablar bien.
—¡Suéltala!. —gritó Amanda.
Y está era la Amanda Johnson que yo tanto conocía, estaba furiosa, su voz la delataba. Dominic me enderezó y acomodó su saco, el cual estaba arrugado por la fuerza que ejercí para no caer.
—¿Estás bien?. —preguntó esta vez preocupado Dominic
—Claro que está bien, ¿Acaso estas ciego?. —habló Amanda, sonreí al verla en esa faceta —Aparte de hijo de puta, ciego. —susurro Amanda.
Mi sonrisa se fue cuando Amanda dijo eso, observé a Dominic y pude notar sus manos hechos puños, los apretaba con tanta fuerza que sus nudillos empezaban a ponerse blancos.
—Dominic, amor ¿Estás bien?. —preguntó alguien a espaldas de Dominic.
Entonces lo siguiente no lo ví venir. Dominic se volteó hacia ella y la besó, enfrente mío estaba besando a Gabriela Rocell, sus manos fueron a su nuca para profundizar el beso, Dominic soltó un gruñido lo que hizo que volviera a la realidad. A él no le importaba, solamente había sido una más en su lista, durante el tiempo que estuve enferma investigué un poco de él, es un gran empresario y posee el treceavo lugar en los más cotizados de solteros. Sin embargo después del divorcio con Natalia González él poseía una larga lista de mujeres a las cuales, los últimos seis meses había llevado a la cama, y desgraciadamente yo era una de ellas.
—¡Dominic basta!. —chilló Ángela mientras llegaba a su lado.
Saludo a su hermano de un beso en la mejilla y a Gabriela de otro. Gabriela tomó la mano de Dominic y esté ni se molestó en separarlas.
—Dominic, que gusto verte muchacho. —habló mi entrenador, seguidamente paseó su vista por todas las del equipo deteniéndose en mí —¿Nirvana, te encuentras bien?. —preguntó.
Amanda apretó mi mano en señal de apoyo y después susurró <<Estás llorando>> No me había detenido a sentir mis acciones, estaba llorando porque Dominic había besado a otra chica o estaba llorando porque lo había hecho enfrente mío. De igual forma, ambas me estaban lastimando.
—S..Si es sólo que, ha sido demasiado por hoy. Creo que aún no estaba lo suficientemente sana para venir hoy. —hablé limpiandome las lágrimas —Creo que debería irme y descansar un poco, estoy algo indispuesta después de correr. —sonreí para hacerlo más creíble, haciendo así que Louis asistiera en aprobación.
Mientras me cambiaba lloraba en silencio, Amanda había entrado conmigo y se mantenía en la entrada por si a alguien se le ocurría entrar no lo dejará. Una vez cambiada y con todas mis cosas en la maleta deportiva me dirigí a la puerta y encontré a Amanda discutiendo con Dominic.
—¿Qué está pasando aquí?. —pregunté y ambos voltearon a verme inmediatamente.
—Quería saber cómo estabas, pero Amanda no me dejaba pasar. —habló reprochando Dominic, a lo que mi mejor amiga sonrió.
—Estoy bien, ¿Qué no lo ves?. —dije con sarcasmo —Deberías irte, quizá Gabriela esté buscándote. Adiós Dominic. —terminé pasando con la barbilla en alto a un lado suyo.
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• es símbolo de la multiplicación, por lo cual es tres x cuatro.
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Ven Conmigo
RomanceNo sé, si te odio o te quiero... Todo había empezado en el baño de un Club en el que ambos se encontraba, se conocieron pero como era de esperarse ella huyó de él, sin saber que después de dos días él se metería a su casa y tiempo después lo encontr...