Ven Conmigo

Capítulo 30

Segundo mes.

Este era un día especial para Amanda, hoy realizaba su primer ecografía y con ella Laura la quinta. El vicio de siempre traer un vaso con vocka había desaparecido el día que Alexander McCain me había regalado un cigarrillo por la ansiedad.

Cuando estaba en casa podía tomar mi trago, pero mientras me encontraba fuera del cigarrillo ahora era indispensable. Amanda había tratado de hablar más de cinco veces seguidas sobre eso, pero como siempre terminábamos peleando. Ella se retiraba a su habitación a llorar y yo salía de casa a algún bar cerca de ahí.

En definitiva estaba cambiando mi vida, si alguien me hubiera dicho que estaría en un escritorio con un vaso de alcohol en una mano y en la otra un cigarrillo, no se lo hubiera creído.

—¿Puedo pasar?. —escuché la voz chillona de mi mejor amiga, Amanda.
—Claro, pasa. —dije, mientras apagaba el cigarro y lo tiraba en el cesto de basura.

Amanda entró a la habitación, con una sonrisa reluciente en su rostro y un pequeño papel en su mano, el cual me tendió.

—La primera ecografía. —dijo emocionada.

Tomé el pequeño papel y observé, nada. Fruncí mi ceño ante el signo de confusión en el que me encontraba y eso pareció divertirle a Amanda, por lo cual río estrepitosamente.

—Mira, observa la manchita negra que se ve ¿La ves?. —me dice.

Trató de enfocar la mancha que ella dice, pero creo que estoy quedándome cuesta porque no veo nada de lo que ella dice. Observó el dedo índice de Amanda moverme sobre la fotografía y como se queda un poco más arriba de una pequeña mancha color negra.

—Ésa es. —me informa.
—Éso es.....¿Un frijol?. —digo y ambas reímos.

Pasamos un buen rato riendo y observando la ecografía, ella me contaba sus primeras experiencias en las náuseas matutinas y como también sus antojos están haciéndose presenté en ella. Como a las cuatro a la tarde ella se levanta para irse porque le ha empezado a dar hambre, cuando ella abre la puerta se ve Leonardo a punto se abrirla.

—Amanda, la comida está servida. —le dice Leo a Amanda quien con un movimiento de mano se despide de mi y con un beso en la mejilla de Leo.

Leo espera a que ella se vaya para cerrar la puerta y pasa hasta estar enfrente mío.

—Hay un trabajo, Nirvana. —dice y cruza sus manos por detrás de la espalda. Frunzo el ceño al darme cuenta que no es cualquier trabajo, si no uno que yo no he realizado —Es un trabajo que Kate realizaba. —dice finalizando.

Dejó que el aire salga de mis pulmones y me dejó caer en la silla en la cual estaba antes sentada. Leonardo toma asiento en la sella que se encuentra frente a mi y vuelve a hablar.

—Es en una fiesta, tienes que seducir a la persona que te diremos y sacarle información sobre su banda o próximamente movimientos en la zona. —dice inclinado ligeramente hacia a mi —Si el no logra decir nada, tendrás que utilizar otros métodos, pero por nada del mundo el tiene que saber que eres de alguna otra mafia. —dice.

Nos miramos a los ojos, él me mira entre dudoso y yo lo miro con los ojos entrecerrados, no me parece nada bueno ése trabajo.

—¿Cuándo es?. —le digo y sonríe.
—Es dentro a un mes, pero todos queríamos saber si irías. —dice.

Asiento antes de ponerme de pie y salir de la oficina, caminé con Leo pisando mis talones y llegamos hasta la cocina, donde Amanda, Laura y Antonella se encontraban platicando y dejaron de hacerlo cuando yo entré.