Ven Conmigo

Capítulo 50

—No entiendo. —Nirvana se giró a verme —¿Porqué me regalaste un boleto en primera clase a Francia, si tienes un jet privado?. —le pregunto dudoso a ella.

Paseó los boletos de un lado a otro, Nirvana sonríe y volteandose de vuelta camina en dirección a la entrada del avión, donde con letras negras y gruesas se aprecia Valentine en el centro del avión.

—¿Pensabas viajar sólo?. —pregunta aún de espaldas a mí.

Confundido por su pregunta de repente, subo los escalones hacía la pequeña puerta de la entrada de abordaje. Nirvana habla con una mujer en la entrada y decido entrar yo primero. Apenas logró dar dos pasos después que Nirvana, su mano se envuelve en mi muñeca y detiene mi paso.

—Gracias. —se despide de la mujer de un movimiento de mano y se voltea hacia a mí con el ceño fruncido —Decomisaron éste y demás pertenencias de mí familia mientras estuve en la correccional, tú padre hizo muchos trámites antes de que volvieran a hacer míos. —dijo entrelazando sus dedos con los míos y emprendiendo camino hacia adentro del avión —Sorpresa. —dijo y con una sonrisa en su rostro dejó que viera el interior del avión.

Familiares cercanos a mí, e incluso amigos estaban dentro del jet. Como si de un avión cualquiera se tratará.

—¿Qué?. —logré articular.
—¿Pensabas casarte sin decirme nada, Domi?. —dijo Sharon.

Miré asombrado a todos, a todos y cada uno de ellos. Incluso pude visualizar a Leonardo y una oficial de policía con la cuál pude hablar cuando el arresto del anterior.

—Oficial James. —saludo estirando su mano hacia a mi —Felicidades por su matrimonio.

Aún confundido tome su mano, y sonreí incómodo.

—¿Puedo hablar contigo, un minuto Nirvana?. —hablé aún sonriendo con incomodidad.

Nirvana borró su sonrisa y ambos emprendimos camino a la cabina de piloto dónde los que manejarán el avión salieron apenas nosotros entramos.

—¿Porqué todo esto?. —fue lo primero que salió de mis labios, apenas nos quedamos sólos —Digo me encanta la idea de que seas la señora James, pero ¿Porqué todo tan rápido?. —pregunté aún confuso.

Nirvana suspiro y tomó asiento en un taburete qué se encontraba cerca de ella.

—No entiendo porqué no quieres hacerlo. Pasamos dos años sin tenernos el uno al otro y ahora que se puede ¿Porqué no hacerlo?. —habló desde su lugar.
—¿¡Acaso estás bromeando!?. —grité exasperado, sin intención de hacerlo —¡Fue así porqué tú lo quisiste así! ¿Cuál era el maldito afán de no saber donde estabas? ¿Cuál?. —volví a vociferar gritando.

Hasta ahora había sido consiente, Nirvana se encontraba parada frente a mí mientras mí manos estaban en sus hombros mientras gritaba.

Sé mantuvo en silencio durante el lapso en el que yo estuve gritando. Sus ojos me miraban sin expresión alguna, podría pensar que está enojada pero su mirada ni eso demostraba. Bajé lentamente mis manos de sus hombros, esperaba algunos gritos de su parte pero eso no pasó, sólo se dirigió a la puerta de la cabina y estando ahí se volteó para decir;

—Sólo tienes que decir que no quieres casarte y ya.

Y sin más salió de la cabina, sus voz había salido tan fría y calculadora que llegue a pensar que estaba preparada mentalmente para ese momento.

Mis manos se hicieron puños a mis costados, mi respiración se volvió más pesada, un pequeño escalofrío se adueño de mi espalda y las repentinas ganas de golpear algo llegaron a mí en señal de que pronto empezaría un ataque de ira.