Capítulo 38

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Semana dos, mes ocho.

—¡La encontramos!. —el grito de uno de mis colega hace que inmediatamente deje de hacer mis cosas y corra hasta el lugar donde él se encuentra.
—¿Dónde? ¿Dónde es?. —pregunto histérico, la sola idea de que Nirvana vuelva a estar junto a mi, me altera.
—Al parecer es una cabaña, casi a las afueras de Seattle. —informa nuevamente, mirando a Alex, quien me mira a mi.
—Es la misma cabaña, puedo jurarlo. —le digo a Alex quien asiente entendiendo.
—Bien, carguemos las camionetas. Mañana a primera hora saldremos dirigidos por James a la ubicación. —Alex habla dirijiendo su mirada miel, a todo el equipo.
—¿Hasta mañana? ¿Acaso estás loco? ¡Para mañana podría ser demasiado tarde! —vocifero gritando histericamente a Alex, y lo único que él hace es elevar una ceja.
—Dominic, ¿Acaso no te has dado cuenta que el lugar está a las afueras de la ciudad? ¡Para cuando lleguemos será de noche! ¿Qué harás si se escapan con ella? ¡Entiendo como te sientes, también la quiero, es mi hermana! ¡Pero razona hombre!. —grita Alex, y por primera vez en verdad, he sentido el regaño.

Tiene razón no podemos exponerla de ése modo, tampoco quiero que tengan otros planes con ella. Y para ser sincero la quiero ya conmigo, sé que en cuanto ella éste cerca mío, querrá estar lo más lejos posible de mí y lo entiendo, soy un mentiroso para ella.

—Bien, ¿Les parece partir a las cinco menos cuarto?. —observó a todos y parecen fastidiados —Recuerden que está a las afueras de Seattle la ubicación. —les dijo sonriendo a lo que anteriormente Alex, nos había dicho.

Me levanto de mi asiento y con un movimiento de cabeza me despido de todo mundo. Camino lentamente por las heladas calles de Seattle, pronto será vísperas de navidad y el frío ha empezado a calar hasta en lo más recóndito de nuestro ser.

Para ser exactos hoy es quince de noviembre, un día muy especial para mí o éso era lo que siempre me decía mí madre.《Hijo, hoy por ser tú cumpleaños debe ser especial para ti》

Sonrió mirando el cielo, obscuro casi en su totalidad y con alguna que otra estrella por el estrellado cielo en él. 《Si supieras,madre》

—¿Bueno?. —contesto mi móvil que sonaba y no me había dado cuenta.
—¡Hey bro, feliz cumpleaños! . —grita del otro lado de la línea Jay.
—Gracias, eres el primero......
—Y el último, lo sé, lo sé. —se carcajea del otro lado —Lamento no poder estar contigo, ya sabes el pequeño Jay acaba de nacer y Amanda no puede hacer gran esfuerzo. —se disculpa.
—Lo entiendo bro, iré a la tumba de mi madre y después iré a mi casa, supongo. —le informó.

Sé cómo suele ser Jayson conmigo en éstos días, en especial el veinte que es el día de la muerte de mi madre.

—Tú padre me llamó, no le contestabas el teléfono. Dijo que tenía una cena por tú cumpleaños, invitó a Sharon y también a Derek, por supuesto también a mí pero entendio a la perfección cuando le conté del pequeño. —dijo.

Mi padre, mi verdadero padre. Había perdido la comunicación con él desde que Sharon, se había casado con quién él había querido, no le bastó solo éso si no que al año del compromiso Sharon, mi hermana, tuvo que darle un nieto a mi padre a sus tan solo veinte años de edad.

—Sí, bueno hace mucho que no veo a Sharon, a Derek últimamente estoy viéndolo, pero me caería bien hablar un poco con Sharon. —le comento mientras cambió de dirección y escucho el leve llanto de un bebé —Te dejo hermano, creo que el deber te llama. —le digo burlonamente y él ríe.
—Así es hermano, espero te la pases bien en la cena que amablemente Josué, tú padre, te preparó. ¡Felices treinta y nueve años!. —grita por medio del auricular lo que ocasiona que el llanto se haga más fuerte y él cuelgue al instante.

《Veterano》susurro para mi mismo, mientras guardo mí teléfono celular en el bolsillo de mi chaqueta. Tomó el metro hacía la casa de mi padre y mientras me dirijo hacía allá una llamada de Derek entra en mi teléfono.

—¿Qué pa...
—¡Felíz cumpleaños, perro!. —grita del otro lado de la línea, ambos reímos ante el apodo que utilizó para felicitarme.
—Gracias, realmente es un halago que sepas cuando es mí cumpleaños. —le digo riendo y él ríe también.
Já-Já-Já que chistoso, la edad ya te está haciendo más carismático. —me dice y dejó de reí, él sabe que al igual que él no me gusta que me recuerden la edad —¡Happy Cumpleaños, bobo!. —grita lo que parecer ser es Sharon y sonrió por inercia al saber que muy pronto la veré —¿Dónde estás, Domi?. —y es ahí dónde me doy cuenta que si es mi hermana, porque es la única que puede llamarme así.
—En la puerta, abre. —le ordeno y dejo de escuchar ruido por el teléfono por lo cual ruedo los ojos y cuando estoy metiendo mi teléfono de nuevo a la chaqueta la puerta se abre y aguanto la respiración al observar la otra persona.

Cabello color castaño-rojizo, ojos color miel, piel bronceada y una increíble sonrisa al igual que mamá, está Sharon James de O'brien.

—¡Happy Cumpleaños, bobo!. —chilla nuevamente lanzándose a mis brazos.

La estrangulo en mi pecho y ella ríe fascinada, me separo de ella y despeino su cabellara lo que hace que gane un manotazo de su parte.

—¡Me costo mucho plancharlo!. —se queja alisando su cabellara, que debería ser china.
—Sigo diciendo que eres idéntica a mamá. —le digo y ambos nos sonreimos —¿Quién y quién está?. —pregunto y ella se hace a un lado para dejarme pasar.
—Oh no hay muchos la verdad, sabemos que te gusta tener privacidad el día de tú cumpleaños pero antes de que digas que papá fue quién lo organizó, déjame decirte que no es así, quería verte y lo organice yo. —dice caminando conmigo a su lado hacía la sala —Sólo he invitado a Derek, Jayson ha dicho que recientemente fue padre y no puede venir, sólo somos papá, Joseph y Brian, Derek, su esposa y su bebé y tú. —me informa y asiento con la cabeza antes de entrar a la sala.
—Espera. —me detiene Sharon y volteó a verla confundido —Sé que Joseph no es de tú agrado, pero está intentando hacer las pases contigo, antes ha iniciado un conversación con Derek integrate a ella ¿Sí?. —suplica juntando sus manos como cuando quería algo de chica.
—Lo haré con una condición. —le digo y asistiendo con la cabeza prosigo —Cuando terminé esto, dejarás que lo golpee. —sentenció y ella me mira confundida.

Pasa por detrás de su oreja un mechón de cabello y discretamente toca su mejilla izquierda.

—Sharon, soy policía y el maquillaje es el primer punto para saber que ese hijo de puta te golpea.

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¿Así que lo golpeaste?. —pregunta Jay del otro lado de la línea.
—Así es, creo que ese hematoma no se le quitará ni con maquillaje. —dice Derek y los tres reímos.
Que bueno, ése hijo de puta se lo merece. Nadie puede golpear a la pequeña Sharon. —dice con la palabras entrecortadas Jay, el alcohol está haciendo efecto en él.
—¿Dominic, hijo?. —el gritó de papá hace que Jay corté la llamada y Derek se apresurara a entrar en el armario 《Como en los viejos tiempos》

—¿Qué pasa?. —le pregunto abriendo la puerta.
—Traía tú regalo. —me extiende una pequeña caja —Tú madre quería que lo tuvieras y se lo regalarás a la mujer que permanecerá a tu lado por el resto se tú vida. —dice y dándose la media vuelta se va.

Observó la pequeña caja y decido abrirla, la respiración se me queda atascada en mi garganta y los ojos empiezan a picarme. Adentro de la caja hay un anillo, no es de compromiso,  tampoco es de matrimonio,  si no es un anillo que mi madre portaba todo el día, día y noche podrías verla con esté anillo en su dedo anular sin ocasión o significado.

Y tengo la persona perfecta a la que le quedaría bien.

Ven ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora