Capítulo 10

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Caminé dos pasos cuando sentí las mano de Dominic en mi antebrazo. Sin voltear a verlo me logré soltar de su agarre, ocasionando un gruñido por parte de él. Junto a Amanda caminamos hacia la salida, y una vez ahí Jay estaba esperándonos.

-Alguien me dijo que te encontrabas mal, mamá y tú padre están dando los últimos detalles de la cena y ninguno podía venir por ti. Igual venía a ver a Dominic. -comentó mientras nos acercabamos a él.

-¿Cuál cena?. -pregunté frunciendo el ceño. No recordaba tener alguna cena hoy.

-Tranquila, yo tampoco sabía hasta hace apenas unas horas. Es una cena de última hora, nomás familiares. -respondió riendo -¡Dominic, amigo!. -gritó llamando la atención del mencionado.

-¡Jayson!. -contestó el otro gritando. Rodé los ojos molesta, <<como si no se hubieran visto hace mucho tiempo>>, pensé -¿Cómo va la sede en Manhattan?. -preguntó llegando a mi lado. <<Idiota>>

-Oh demasiado bien. De hecho una empresa está interesada en hacer contra.....-y antes de que pudiera decir algo más lo interrumpí.

-Te espero en el coche, no te tardes. -le advertí caminando hacia la camioneta.

Llegando al auto encendí el radio, dando a sonar alguna canción desconocida para mí, pero que llamó mi atención.

Así que no le hablen de amor.
Ella no quiere enamorarse, su corazón es como un iceberg, no siente. No.
Así que no le hablen de amor.
Ella no quiere enamorarse, protege sus sentimientos de una ilusión
No, no, no.
No le hablen de amor.
Ella no está interesada en una relación.

Jayson estaba tardando demasiado, así que voltee para ver si podía verlo. Pero aún así no estaba. La puerta del conductor se abrió, pero no era Jayson el que entraba por ella, ni siquiera Dominic.

Abrí la puerta de mi lado y salí lo más rápido que pude, pero un hombre estaba apuntandome con una arma, justo en la frente.

-Camina y no trates de gritar o aquí mismo mueres, querida. -habló el hombre vestido de negro.

Me baje del auto lo más despacio que pude, quizás y así hacía más tiempo y Jayson llegaba. Pero no, ellos nunca llegaron.

Me llevaron a una furgoneta, atando una venda negra en mis ojos para no ver el recorrido hacia, dónde quiera que sea. Sentía que mis manos estaban siendo atadas con algo demasiado grueso para yo poder romperlos, el arma dejó el lugar en mi frente, para pasar a un costado de mi cuerpo.

-Demasiada buena, la chica. -habló alguien a mi lado

-¿Qu...qué es lo que quieren de mí?. -pregunté con la voz temblorosa.

Estaba haciendo todo lo contrario a lo que papá había dicho, si algún día pasaba esto. Punto número uno, no hacer preguntas estúpidas, punto número dos, no tenerles miedo, y por último y el más importante, contar mentalmente a las cuantas cuadras de dónde me raptaron daban vuelta, si se podía oír algún animal o sonido que pudiera identificar el lugar.

Después de aproximadamente media hora de viaje, la furgoneta se detuvo, exactamente antes de pasar por un establo. <<¿No estamos en la ciudad?>> Alguien tomó fuertemente mi cabello, haciendo que chillara un poco del dolor, pero pude recuperarme rápido.

-Vaya, vaya. ¿A quién tenemos aquí?. -una voz de mujer.

Quien me tenía raptada era, nada más y nada menos, que una mujer. Sabía de antemano que había escuchado su voz de algún lado, pero el miedo estaba apoderándose de mí, que no me dejaba pensar con claridad. Tomaron de mi brazo para hacerme caminar, uno-dos-tres-cuatro pasos y estábamos subiendo tres escalones, no podían medir más de treinta de ancho. Caminamos por la sala, o eso supuse, quince pasos y estábamos subiendo alrededor de veinticinco escalones, dos plantas. La casa en la que me tenían es de dos plantas.

-Así que, Nirvana, ¿Conoces a Dominic Miller?. -mi cuerpo se heló al escuchar esa pregunta.

Esto no era por mi padre, sino por un chico que apenas tenía unas semanas conociendolo. Nuevamente jalaron de mi cabello, con demasiada fuerza, más que la anterior y ocasionando que cayera de rodillas.

-¡Levántate!. -gritó la mujer -¡Aparte de zorra, eres una inútil!. -mi cuello sonó en el momento en que ella jaló mi cuero cabelludo.

-Llévala al cuarto, y dale algo para que duerma. -ordenó el hombre.

Levantándome dos personas me llevaron a otra habitación, y con nada de tacto me dejaron en el suelo. Minutos después se oyó nuevamente la puerta.

-Abre la boca. -orden la mujer.

No respondí, por consecuencia mi mejilla lo pagó. Caí de rodillas ante el golpe inesperado y rápidamente fui levantada por la mujer, apretó mi nariz tapándome el aire, trate de soportar lo más posible pero cuando no pude más, sentí una pastilla en mi lengua. Tuve que tragar para que ella pudiera soltar mi nariz y poder respirar bien.

-Espero que para la próxima seas un poco más razonable, Dominic no te querrá con golpes o éso espero. -río la mujer -Pero si tenemos que golpearte para que él venga a nosotros, prepárate querida. -terminó azotando la puerta.

Mi cuerpo estaba debilitándose y el sueño empezaba apoderándose de mi. Antes de que mi pesados párpados se cerrarán por completo, en mi campo de visión, borrosa por cierto, alguien apareció.

Traje de dos piezas, camisa blanca y ligeramente desabrochada, sin corbata, y su cabello estaba totalmente despeinado. El lugar donde está se me hacía demasiado conocido, era mi cuarto, en el baño.

Dominic de alguna manera quería, estar en contacto conmigo.

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Hola lector@s?

Buena primero que nada, lamento la tardanza. Pero para recuperar el tiempo perdido haré maratón! ❤❤

Ven ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora