Ven Conmigo

Capítulo 45

¡50 MIL! ¡Muchísimas muchísimas gracias! A todos y cada uno de los que leen esta novela, que esta a punto de llegar a su fin. Gracias a ustedes en tan poco tiempo esta historia se ha desarrollado. Muchísimas Gracias!

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Pov's Dominic.

Vuelvo a mirar el reloj que se encontraba colgado en la pared y deduje que Nirvana apenas tenía media hora de haber salido del reclusorio, para entrar a otro.

<Maldita jaqueca>

Después del juicio un dolor en mi cabeza empezó a hacerse presenté y no es que quisiera hablarle así a Nirvana en nuestro último encuentro, pero no sé me había olvidado la forma tan cruel de cómo se había expresado de nuestra boda y que después quisiera hablar conmigo, lo empeoro.

—¡Dom!. —un grito proveniente de la parte baja de mi apartamento, hace que suelte un gruñido.

Vuelvo a cubrir con las mantas de mi cama mi cuerpo, hasta llegar a mi cuello y me volteó hacía el lado de la puerta a espera de que quién sabe quién entré por la puerta de mi habitación. Solamente dos personas tienen llave de está casa, Jayson y Derek.

—¡Maldición Dominic, Nirvana volv....¿Diablos bro que tienes?. —un Jayson preocupado entra a mi habitación y camina hasta mí, toca mi frente y después arruga la suya —Maldición Dom, estás ardiendo en temperatura. —susurra sacando su móvil —Llamaré a Derek.....Que onda bro....La verdad es que sí, ¿Estás muy ocupado?.....No, no mi bebé está bien es Dominic......No sus ataques de irá está bien, al parecer a pescado un resfriado....lo mismo digo, él nunca se enferma....bien aquí te espero. —escuché que hablaba, y eso fue lo último que logré escuchar.

(.....)

—Bajaron muchas sus defensas. —escuchaba la voz distorsionada de Derek.

Abrí lentamente los ojos pero volví a cerrarlos cuando la luz de la habitación llegó cegadoramente a mis pupilas.

—¿D-Dónde e-estoy?. —pregunto con mis voz totalmente reseca, ha salido más grave de lo normal y un leve dolor se ha hecho presente.
—Estás en el hospital, cuando llegue te encontrabas desmayado por la temperatura tan alta que tenías. —reprocho Derek —¿Porqué Dominic?.—lo miré confundido cuando formuló la pregunta—¿Hace cuando que volviste al vicio?.—preguntó enojado.

<¿Así que realizaste un examen completo?>

—No lo sé.—logré formular, la garganta me dolía hasta para pasar saliva —Creo que casi desde que conocí a Nirvana.—continúe, apoyé mis antebrazos en el colchón que—incómodamente—nos prestaba el hospital.        

Derek bufa desesperado mientras vuelve a acomodarme la intravenosa. Observó el lugar dónde minutos antes estaba la intravenosa y ruedo los ojos al notar el hematoma que se ha formado en esa parte. 

—Lo habías dejado ya hace mucho, ¿Porqué volver a tomar?.—dijo.

(..........)

Tenía una semana de haber salido del hospital y me sentía completamente, desolado, solo.

Hoy tenía llamado en la comisaria para resolver lo de mi empleo, a lo que Alex—con quién seguía manteniendo contacto—me dijo, es que probablemente me cambiarían de jurisdicción, ¿Dónde? Sepa dios. Manejaba despreocupadamente mi Lambo que había adquirido hace mas de un mes. Manejar a las siente y media de la mañana por las desoladas calles de Seattle y eso me relajaba por completo o por lo menos en lo que duraba en llagar a la comisaría.

Aparco mi auto en el lugar reservado para mí y después de cerrar con seguro entro a la comisaría. Y lo primero que encuentro al entrar es a Jayson junto a Alex quiénes al verme sonríen.

—¿Dominic James?. —bromeó Jayson, a lo que atine a rodar los ojos divertido —Te vez mejor. —comenta.
—Claro que sí niño, las inyecciones que no se dejaba poner le ayudaron. —comenta burlesco Alex.

Después de pasar dos horas más en el hospital aquel día, me dieron de alta. Pero Jayson había venido a pedir permiso para que yo pudiera faltar hasta recuperarme y más grande fue mí sorpresa cuando Alex llegó en el momento justo cuando Derek iba a inyectarme y yo no me dejaba.

—Basta par de valientes, iré a ver que dice Ramírez. —dije y seguí mi camino hasta no llegar y tocar.

Después de un adelante y unas breves preguntas de como me encontraba aún de salud Ramírez tocó el tema de importancia.

—La CIA se entero de tu gran trabajo Dominic. —empezó Ramírez —Y han solicitado tus servicios para ellos. —dijo y observó mi reacción.

¿La CIA solicitando mis servicios? ¿Los míos?.

—¿Cómo estuvo eso?. —pregunté sonriendo levemente.
—Se enteraron de que la captura de Nirvana Valentine fue gracias a ti, se comunicaron conmigo al no poder hacerlo contigo y me lo comentaron después de decirles que te encontrabas enfermo. —habló con una enorme sonrisa en su cara, la mía desapareció cuando nombró a Nirvana —Saben que hablas Francés e Italiano y han decido mandarte a una de sus comisarías en esos países. —comentó emocionado.

Sabía que muy en el fondo me emocionaba la idea que por tanti tiempo busqué. Que la CIA me contratará era lo que más deseaba en este mundo, pero si la captura de Nirvana era lo que me llevaría a eso, simplemente no lo quería.

Por una parte era Nirvana, por la otra estaba mi familia, Sharon, Jayson, Derek y las hermanas Miller que me dijeron que no tenían remordimiento alguno conmigo.

—Muchas gracias. —empecé a hablar —Pero quería preguntar, si no aceptó aún tengo mi puesto aquí ¿Verdad?. —preguntó y el borra su sonrisa.
—Bueno James, como te dije aquella vez estás sustituido de tú empleo o no sé hasta cuando volver a presidir de tus servicios. —dijo —Pero por el momento no tienes trabajo si no aceptas.

No pensé mucho la respuesta cuando el me mencionó que seria hasta el otro lado del país.

—Entonces lo siento señor, pero no pieso irme del lado de mi familia.

<Y Nirvana, claro está>.