Vamos de camino al deportivo y papá va feliz. A él le fascina tanto este deporte como a mí, tanto que ahora se queja de ser un viejo y no poder jugarlo más.
Miró por la ventanilla y observó hacia atrás, dos camionetas Ford cerradas color negra nos siguen. Papá quiere la máxima seguridad para nosotras, pero para mí el hecho de ellos traigan una pistola en su bolsillo es más que suficiente.
Llegando al deportivo, salgo del coche y papá y Kate van a estacionarlo mientras uno hombre vestido de negro entra conmigo a las instalaciones y los demás sigue la camioneta de papá. Amanda fue quien me recibió apenas entre al auditorio.
—Está buenísimo. —susurró tomándome del brazo al momento que los entrelazaba
—¿Quien?. —pregunte al momento que saludaba a mi entrenador
—El entrenador del otro equipo, ¡Está buenísimo!. —gritó llamando la atención de algunos presentes.
Dio pequeños brincos en su mismo lugar y apuntó discretamente hacia la banca del otro equipo una vez que se tranquilizó. Espere algunos segundos para que no viera tan obvio, pero fracase en buscar al hombre.
—Cuando empecemos lo buscamos. —sonrió guiñando un ojo.
Esta más que claro que lo decía para que yo buscara una relación. Ella estaba en una desde hace tres años, Christian y ella pasaban el mayor tiempo posible y aunque han tenido sus altibajos por el tiempo recortado que tienen, sigue juntos. Entramos a los vestidores y empezamos a ponernos los uniformes color rojo para el partido, entablamos una conversación grupal y todas, las que habían visto al entrenador contrario, coincidían en lo buenísimo que estaba.
Me encontraba con mí camisa, que me llegaba hasta los muslos, y con una bragas puestas. La vergüenza se había ido mucho tiempo después de qué entré al equipo. No lo encontraba, simplemente no estaban mis short color rojo marcados con el número catorce en ella.
—¿Alguien ha visto mi short?. —le preguntó al resto del equipo.
—Debe estar por ahí, búscalo bien. —me dice alguien. Pero estoy tan concentrada que no me doy cuenta de quién es.
Durante los próximos cinco minutos, mi equipo y yo buscamos mí ropa, para poder completar mi vestimenta y salir a ganar. Louis me da dos minutos más para que salga, de lo contrario saldré con el otro uniforme y no jugaré. Oigo lo puerta abrirse y una seguidilla de pasos, que se detienen en mi espalda.
—¿Qué buscás, nena?. —una voz conocía, gruesa, sexy y varonil hace que rápidamente me voltee hacia su dirección.
Pantalones de vestir color gris, camisa blanca, con los tres primeros botones desabrochados y las mangas dobladas hasta los codos, zapatos de vestir, y su cabello ¡Por Dios, su cabello! Su cabello está ligeramente despeinado. ¡Mis pantalones! Estaba tan concentrada observándolo que no me había dado cuenta que él traía mis pantalones en su mano.
—¡Sabes cuánto tiempo los estuve buscando!. —vociferó apuntando lo buscado, él sonrío —¡No te rías, es importante este partido!
No tarde mucho en estar acorralada entre mi casillero y él. Labio inferior, labio superior y mi boca estaba siendo atacada nuevamente por él, sus manos levantaron mis piernas y por instinto las enrolle en sus caderas. Mis manos viajaron hasta su nuca, donde suavemente tiraron de su cabello, lo que ocasión que un ronquido de excitación saliera desde el fondo de su garganta.
Dejó que nuevamente mis pies tocarán el suelo y lentamente bajo hasta estar de cuclillas en frente mío. Dejó un beso húmedo entre mis piernas, muy cerca de mi zona íntima, un suave golpe en mi tobillo izquierdo hace que pierda mi contacto visual que habíamos empezado él y yo. Vuelve a dar su suave golpe y hace que levante mi pie, vuelve a repetir la misma acción y finalmente sube el short por mis piernas.
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Ven Conmigo
RomanceNo sé, si te odio o te quiero... Todo había empezado en el baño de un Club en el que ambos se encontraba, se conocieron pero como era de esperarse ella huyó de él, sin saber que después de dos días él se metería a su casa y tiempo después lo encontr...