Ven Conmigo

Capítulo 31

Tercer mes

Incline ligeramente mi cuerpo a la mesita de
noche que está en mi habitación, tape mí fosa nasal derecha e inhale el polvo blanco por la izquierda. Eché mi cabeza hacía atrás y esperé unos segundos para que el efecto de la cocaína hiciera efecto en mí, y tuviera el valor para poder salir de la habitación hacia la fiesta de gala a la que había dado mi asentimiento de ir, justamente el mismo día que mi vida cambió por completo.

Enfundada en un vestido strapless con una abertura en la pierna izquierda color rojo, salgo de la habitación. Lo único que se escucha es el golpeteo de mis tacones en la madera de la casa, desde hace unos días me habitó en un pequeño departamento donde solamente yo, puedo aguantarme yo misma.

Bajo hasta la recepción, donde Aníbal el conserje, y quien me ha estado recibiendo a las tantas horas de la madruga me sonríe. Me informa que el auto que me llevará a la fiesta de gala está en la entrada y tras agradecerle me encaminó a la entrada del lugar, afuera, y como era de esperar Laonardo está parado en la puerta del copiloto de una Ford color gris.

—Buenas noches, Nirvana. —dijo Leonardo.
—¿Has sabido de él?. —pregunté y cuando negó con la cabeza, mis manos se hicieron puños.

Llevaba buscando a Alexander McCain desde ése día, incluso me había atrevido a amenazar a sus hermanos con tal de que me dieran una pista, pero siempre era la misma respuesta te somos leales, no sabemos donde se encuentra.

Y a pesar de todo, les creía. No porque fueran mis empleados ahora, si no por el historia que Alexander tiene, tráfico de personas, denuncias por múltiples violaciones, empleado desde hace cinco años de Joel Miller, padre de Dominic Miller.

—Llegamos. —anuncia Leo desde la parte del conductor.

Asiento y bajo del coche sin esperar que él baje y abra la puerta, la cocaína empieza hacer efecto en mí, y una de las que no puedo controlar es la desesperación que siento ahora mismo por permanecer más de media hora sin siquiera probar un cigarrillo, estoy haciendo tan adicta a ellos que ahora es indispensable tener una a la mano.

—Toni te esperará en la barra, una vez ahí él dará todas las instrucciones. —dice en mi oído Leo mientras caminamos al exterior —Mi trabajo termina hasta aquí, Nirvana. —informa haciendo parar en el proceso.
—¿Cómo están las chicas?. —le pregunto mirando sus ojos, sonrió cuando él lo hace y lo veo como Leonardo que conoció mi hermana.

Aquella persona que sonreía de todo, no importaba el momento o lugar él siempre sonreía, sin embargo el día que ella murió, él también lo hizo.

—Ellas están bien, las diré que has preguntado por ellas. —dice sonriendo.

Mi mano se dirige a su mejilla y la acarició y después me acercó a abrazarlo. Tan sorprendido como yo, Leonardo tarda unos segundos en responder el abrazo pero cuando lo hace, unas inmensas ganas de llorar me dan y rápidamente me separó de él.

—Lo lamento tanto. —la digo en un susurro, tras su confusión frunce el ceño y antes de que él vuelva a hablar yo lo hago primero —Me he preocupado solamente por mí, que no se como estabas o estás después de la muerte de Kate, aparte de que te he dado el cargo a dos mujeres embarazadas cuando yo debería hacerlo. Lo lamento tanto. —digo y él sonríe.
—No tienes porque lamentarte, Nirvana. Te pegó muy duro lo de tú padre, lo mataron el mismo día que tú hermana y quien resultaba ser la mujer de mi vida. —sus ojos se cristalizan con cada palabra que sale de su boca, que me arrepiento de haber sacado el tema a flote —Te entiendo perfectamente, mis padres murieron en una riña de bandas, ellos solamente trabajaban en una tienda, no tenían vela en el entierro y ellos murieron. —sus ojos dejaron de ser cristalinos para verse furiosos, como nunca lo había visto —Las misma personas que me quitaron a mis padres, me quitaron a la mujer que amo. —dice con sus ojos aún destilando furia, sus puños están hechos puños a sus costados y si mandíbula está tan apretada que creo romperá sus dientes.

Unas palabras más y él se despidió de mí, respire profundo y me encamine bajo la atenta mirada de cada uno de los presentes ahí. Caminé hasta Toni después de visualizarlo y cuando él me vio, sonrió y besó mi mejilla cuando llegué junto a él.

—Buenas noches, hermosa. —dijo Toni, blanquee los ojos lo que provocó su risa, pero apenas miró mis ojos se calló —Ésa mierda va a matarte Nirvana. —comentó —Bueno. Harás lo siguiente, él hombre no es para nada una persona de nuestra mundo, su padre es uno de los más poderosos, está por debajo de nosotros. —dijo y fruncí mi ceño ante la confusión de palabras que él estaba utilizando —Seducelo, es un hombre que en dos años entra a los cuarenta, es fácil. —comentó con picardía, rodé los ojos mientras negaba con la cabeza divertida y bebía de la copa que un mesero amablemente me había ofrecido.

Caminé hasta el lugar qué Toni me dijo que la persona me esperaría, llevaba mi copa de vino tinto en la mano derecha y con la izquierda peinaba una y otra vez mi cabello negro que caía ondulado sobre mi espalda.

Tomé el pomo de la puerta y lo giré lentamente para entrar después, paredes color rojos, sillones de cuero color negros y todo con un toque especial sexual, era la habitación en la que me esperaban.

—Nunca pensé encontrarte con una copa de vino y un vestido de gala color rojo.....pasión. —dijo.

Su voz tan potente se escuchó en todo el lugar, hizo eco mientras yo encontraba las fuerzas suficientes para poder pronunciar una palabra, y que no me escuchará tan rencorosa y llena de odio a su persona. Me Di media vuelta y con una perfecta sonrisa le dije:

—Yo nunca pensé verte de nuevo.....Dominic Miller. —dije y su sonrisa decayó.

(......)

Una botella de champagne, dos copas. Él en traje negro a tres piezas, con el saco y chaleco en el respaldo del sofá, y yo un vestido de gala color rojo, rojo de pasión.
Miradas coquetas, pequeños sorbos en sonrisas coquetas y finalmente un guiño por parte de él.
Una sonora carcajada por parte de Él resuena en todo la estancia, agitó mi mano para darme un poco de aire ya que el calor a aumentado y cambio de posición. Él vuelve a tomar de su copa al notar mi piel descubierta por la pequeña abertura que el vestido tiene a un costado del lado izquierdo. Muerde la esquina de su labio inferior y sus pupilas se dilatan, está excitado. La tensión sexual se siente que aumenta en el aire, sin embargo hay un pequeño problema.
Camino lentamente hacía él cuando con su mano derecha me ha hecho una seña para acercarme, lo ha hecho, me ha excitado. Cuando estoy cerca de él, él mismo se encarga de sentarme en su regazo, descubre la piel de mi cuello y pregunta:

—¿Dónde está Nirvana Valentine, que conocí?. —Dice y voy a contestar cuando su boca cubre una pequeña parte de mi cuello y besa lentamente ahí —Aquella que no tomaba, no se drogaba y lo más importante no estafaba para sacar información ¿Dónde quedó mi dulce dama?. —susurró dejando pequeños besos en mi cuello.

Me paré de su regazo y con mis dos manos apoyadas en su pecho, me incline hacia él y dije:

—Se pudrió en el infierno. —besé cortantes su labios y me fui del lugar.

Me aleje de ahí, de él.

Ése problema. Era que nuevamente estoy alucinado, cómo todos los días atrás. Con aquella noche en que volví a verlo.

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Nuevamente capítulo sin editar 😂