El trono. La guardiana 3

ABIGAIL: Peones

Según Alley todo se sabe. Hago mi camino hacia el escondite de Allan, él odia ser un peón. Y tanto como Allan odia su situación actual yo odio lo que tengo que hacer ahora. Trastabillo un poco pisando entre las ramas, he de reconocer que no soy la chica con más habilidades de guardabosques. Encontrar a Allan no es difícil, es bastante predecible para Henry saber dónde él puede estar ahora.

- ¡Allan! - grito.

Mi grito no llega lo suficientemente rápido para impedir que Allan use un árbol como diana, el árbol empieza a incendiarse. Furico. Allan Aldrich esta furico y al parecer yo era el único estupido peón que mandaron a controlar el incendio.

- ¿Por que te mandaron a ti? – gritó

Allan no podia permitirse hacer un berrinche. Henry Bloom era un maldito genio. Lo miré. De verdad iba a preguntar eso

- Henry no puede con tus tiros dobles

Eso lo saco de juego. No lo esperaba

- Vete Abigail. Vas a empeorarlo.

- No

- Abigail, es una orden

- Aldrich, mi principal objetivo es protegerte
- Eres una Fletcher. Compórtate como tal.
- No soy una de las mezquinas y aburridas niñas de Page. No soy buena para ello, soy la heredera del circo, no actúo en el.
- No lo entiendes.
- ¿qué es lo que no entiendo?
- El juego.
- Claro que lo entiendo. Estamos en peligro Allan.
- Alguien sabe las intenciones de Rachael. Anton...
- ¿Si?
- Ailleen y Avery no están en sus cabales.
- ¿Y Noah y Jesse si? - me burlo.
- No. Mira el escándalo que hizo Noah - se deja caer cansado.
- Va a estar difícil pero podemos resolverlo.
- No haga promesas que no puedes cumplir Fletcher.
- Te diré que, deja de incendiar el bosque mientras la noche es oscura y vuelve conmigo.
- ¿Para?
- Idear un plan. Hablar con tus padres y tu hermana y ponernos a salvo.
- Ligia e Izzy no están a salvo.
- Lo estarán Allan, pero solo si trabajamos por ello.