El trono. La guardiana 3

LIGIA: Te necesito

No se me da bien esto de extrañar a la gente. Se que Rachael progresa, pero sé que el día que todo se vaya al carajo intentaré guardar su espalda.

Jesse está siendo evasivo, así que no me molesto en esperar sus mensajes, pero cuando Iker es enviado con flores y una invitación a cenar sé que estoy en problemas.

Izzy no devuelve mis mensajes, así que espero a que este metida en una cueva a la alternativa, busco noticias sobre Noah, pero el chico parece encarnizado contra una serie de desastres. Storm y Eugene salen en su programa de misiones, a mi papá no le sorprende que husmee, más bien trae a Courtney quien me deja echa polvo con solo una sesión de entrenamiento. La hora de que Iker llegue como mi chófer casi me paraliza cuando veo a Spence detrás del volante.

- Lindo.
- Lindos serán tus intestinos revueltos.
Iker le riñe. Algo sobre no hablar conmigo
- Tienes que estar bromeando Iker
- Solo sigo órdenes - el parece centrado y se que es cierto. Solo que no necesito palabras para comunicarme con Spence

Me alegra que estés aquí
El sonríe pero responde que siente que me lleva al matadero. El viaje fue demasiado es demasiado corto, justo cuando estamos cerca el holoprojector se enciende

- Voy a matar a Anton.
- Pensé que había desistido.
- Si - Ella está realmente enojada
- Pero bloqueó a Storm. Como se supone que bloquea a mi propio novio sin acercarse.
- Calvin es un buen hacker.
Ambas miramos a Spence y a su no solicitada intervención pero una idea se abre paso.
- ¿cómo lo sabes?
Storm encontró a Heaven, ella se voltea más enojada aún
- y uso sus encantos.
- claro. Para averiguar en qué hueco me había sepultado mi medio hermano.
- Enjaulado, sigues viva

Me río al comentario de Spence.

- ¿te descobrarás?

Se que espera una sugerencia pero Spencer nos sorprende.

- No se cómo no has lanzado a tu hermano contra Ailleen, ella es... - Silba para nuestra irritación y Iker se muestra de acuerdo.

-Ailleen es una profesional en molestar a Richard pero Richard...

- No se ha separado de ella un minuto.

- ¿la pequeña lo logró?

- Tú lo lograste - me responde Lorelei. Así que cuidado con Jess, hablaremos más tarde.

- ¿Como sabes...?

- El escolta, la nave - sonríe Spence.

Ruedo los ojos - Genial tengo una diana en la espalda.

- Una gigante - murmura Iker, y con ese sentimiento de intranquilidad, los dejo llevarme.