ABIGAIL: Te encontré

134 6 0
                                    

Mi nombre es Abigail Anastasia Fletcher. Soy la hija de Mathew y Carla Fletcher. Única heredera de la fortuna de Page Fletcher. Y única chica en todo el mundo que no quiere entrar en la academia.

- Estarás bien.

Mi madre, tan ingenua como siempre trata de animarme, la mirada severa de mi padre me impide alentarla, fingiré que soy eternamente miserable por alejarme de ellos. No es como si papá estuviera siempre aquí, pero cada vez que está nunca aleja su mirada de mi.

- Sabrás qué hacer.

Mis ojos se encuentran con mi padre, no estoy segura de que él tenga razón, y francamente yo no estoy segura de que él lo crea realmente.

- Es hora de que vayas - mi madre señala el edificio, su nostalgia me golpea, espero ser como ella cuando tenga a mis hijos, no sólo extrañar lo que viví, sino también extrañar cuidar a las personas que cree.

- No se preocupen por mí - fallo en el intento de que crean que puedo hacerlo. Mi falsa sonrisa es avistada por sus escáneres. Jalo mi bolsa alejándome. No puedo con los abrazos ahora, nunca hemos sido así.

Doy un par de pasos mientras los miro quedarse atrás, y soy golpeada. Él se disculpa. Mi cabeza apenas se recupera del aturdimiento cuando mi corazón estalla. Allan Aldrich Firt luce preocupado por mí un momento, hasta que me reconoce.

- Te encontré - escucho decir.

No me recupero lo suficientemente rápido pero avanzó de todos modos haciendo que me siga. Creo que me he perdido cuando me detengo en seco.

- Anton no – protesta la chica, intuyo terror en su voz pero no puedo moverme.

- Quiero besarte – le dice el chico que identifico rápidamente como Anton Orailey.

- Tu padre es como mi padre – dice ella contra la cara del chico que la tiene más que acorralada - Sé que fue mi elección correr lejos todos estos años ¿Qué le vas a decir a Aria?

- A Aria no va a molestarle Bennet. Voy a...

- No sabes cómo lo tomará Anton – prosigue ella – encontraré a alguien...

- Nadie está permitido que no sea Richard, no hay suficientes chicos buenos para ti Bennet.

- No me gustas Anton, ni siquiera un poquito – Miente ella, lamentablemente, él sabe que está mintiendo.

- Deja de mentir Lorelei, Rachael no va a sacarte de ésta.

Allan deja de caminar detrás de mí y camina directo hacia ellos, Anton es el primero en verlo.

-¿Allan? – pregunta sonriendo mientras yo me les quedo mirando.

- Anton – saluda el príncipe haciéndome avanzar un poco más.

Anton es todo un año mayor que yo, quizá dos. Abraza a Allan efusivamente y Allan le corresponde, se separan cuando Lorelei Bennet tose falsamente.

- Lor - saluda Allan haciendo que me den celos, ella parpadea hacia él y le sonríe.

- príncipe - susurra Lorelei - ¿tienes algo de calor?

La chica advirtió mi presencia y su sonrisa se hizo más amplia, quizá era una especie de chiste interno, no estoy segura, no pude ver la reacción de Allan.

- no, solo quiero probar que no puedo con un equipo x, andando Orailey.

- ¿la abuela está aquí? – pregunto ella con ojos brillantes.

Eso me hizo recordar, recordar que Catalina Bennet había caído en la guerra gris, no tenía nada que ver con nosotros directamente pero eso no impidió a un dragón acabar con ella, todos dirían que después de Diamond habría un descanso, pero la guerra gris cayó sobre el mundo hace 10 años acabando con bachellier y el prev, era por eso que ahora ambos eran una cuestión delicada, solo podías ir dependiendo de si era época de casa y de la misión de tus padres.

Madeline se encargaba de los niños, casi todos ellos, especialmente los fuego problemáticos, escondernos no era difícil, papá había dicho que si te creías diferente te verías diferente pero no había nada de malo en ver el mundo y sentirte parte de él.

- Si Lorelei, la abuela está aquí – afirma Allan.

La historia de los Aldrich, los Bennet y los Barh era dura, se decía que Ellie no dejaba a Elliot demasiado tiempo solo y era una cosa extraña porque Ellie Aldrich amaba a su esposo, tenía un hijo con el padre de Jason y cuidaba a su mejor amigo desde hace 5 años .

- puedes decirle que venga por mí una vez que termine mi practica con George - suplica la chica.

- seguro, andando Orailey hay traseros que patear.

- Poynter saca lo peor de ti ¿no? – pregunta Anton.

Vi la cara de Allan parecer imperturbable pero deduje que ese chico podía darle de dolor de cabeza al rey.

- Mientras deje de tratar de ligar con mi hermana conservara la cabeza

- dile a Jem que se encargue - comenta Anton divertido - Jonathan Deltoro, Paul Leblanc y el niño Lynch no son buenos para tu hermana.

Lorelei bufó. - nadie es bueno para Rachel. ¿La imaginas del brazo de Zenon Doskas o ya va, Nathan Montgomery? – pregunta con horror sobreactuado que casi me hace reír.

- deja de emparejar a mi hermana Lorelei – pide Allan haciendo a Lorelei sonreír.

- no va a casarse con Abel Hewit así que ve haciéndote la idea – presiona ella.

- Luciano – susurro - mamá comento que podía ser una buena opción.

Los ojos de todos giran hacia mí por lo que me arrepiento enseguida.

- ¿eres tú la preciosidad por la que Sharon Ivanov se jala los pelos? - pregunta el chico aire con tono zalamero.

- una mala cosa para los Ivanov – respondí.

Ivanov era menor que nosotros pero eso no la alejaba de la línea de elección.

- Yo estaría preocupada si tu hermano se enamorara del chico de segundo – comenté para alejar la atención de mí.

- ¿Qué chico? – preguntó Allan con interés.

- no se lo digas - me advirtió Lorelei con una mirada de pura preocupación.

- Tavo Santos, parece un chico malo - decide decir Anton con su acento irlandés particularmente sexy por lo que Lorelei rueda los ojos.

- ¿Santos? No hay ningún santo en la línea de sucesión - comenta Allan con seguridad.

- no debiste decirlo - me regaña Lorelei.

- ¿no decir qué? – pregunta Allan mirándonos alternativamente.

- es mi deber protegerlo Lorelei y la verdad no es una cosa de lo que vaya a hacerlo –respondo ganándome una mirada de ella que no logro comprender.

- pero... Pero no, Rachael se volverá loca- responde haciéndome sentir extraña.

- Tavo es el hijo de Elena. Aunque no sea un mal chico su mamá es una total loca.

Allan no dice nada, supongo que no puede, ¿quién diría que el hijo de una exiliada sería un año mayor que nosotras? sé que Allan va a enloquecer pero no es ni siquiera nuestro primer día aquí, tendrá suficiente tiempo para lidiar con todo.

El trono. La guardiana 3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora