Todos esperaban lo inevitable. El primer ataque se había efectuado, el siguiente tomaría cualquier flanco y otra vez todos serían tomados por sorpresa o tal vez no, se supone que la gente entrenada para luchar no debería ser tan estúpida.
Lorelei Bennet, mira el palacio de los Scheider, el viejo castillo ha pasado por mejores días, pero se apresura sin agitación, luce controlada al cien por ciento a pesar de lo que ha pasado en su primer año. Muestra sus credenciales sin reparos y espera en el salón, el movimiento de los adultos es constante, vienen y van, nadie presta atención a la chica, solo cuando el joven preparador de princesas aparece, es cuando la señorita Bennet rompe su propio silencio.
- Robin, tienes que decirme que hago aquí.
Robin capta un poco de la inquietud de la Bennet pero opta por responder
- Estas para las demostraciones.
- Pero.
- Lorelei, no puedes estar justo ahora donde quieres
- ¿Y dónde quiero sr? - Pregunta con algo de rencor la última Bennet nada incómoda con la figura que ofrece Robin Air.
- ¡Estás aquí! - su hermanita corre hacia ella emocionada. Anton no está con la pequeña, lo que es un alivio pero no por demasiado tiempo. Aria en la casa de princesas también es una novedad.
- Aria Orailey. - Aria saluda formalmente ante las palabras de Robin - te estaba esperando.
-¿Por qué estabas esperando a Aria?
Lorelei no es la persona más perspicaz, pero toda su desconfianza está haciendo mella en algo de su comportamiento.
- Cambia esa cara - sonríe Aria - voy a...
Phill, pálido y larguirucho, escoge ese momento para aparecer en el pasillo. - Robin, Jason te llama.
- Pero... -comienza a explicar Robin.
- es Algo con Patrick.
Phill no parece desde lejos feliz, puede que todos odien ser el mensajero, puede que él más que el resto.
- Pero - vuelve a soltar Robin.
- El rey te está llamando Robin, de verdad vas a hacerlo esperar.
Nadie puede competir con la lógica del quinceañero.
- Vuelvo en cuanto pueda.
Robin se da la vuelta y desparece escaleras arriba, sin darle más explicaciones a la hijas de Selena Bennet y las dos chicas quedan desconcertadas ante la opulencia del lugar. Puede que ninguna estuviera especialmente intimidada por la presencia de la corona, o puede que si, los Schneider habían estado en peligro recientemente y ninguna de las dos sabía exactamente qué tarea se les encomendaría, puede que Aria tuviera una idea, sin embargo Lorelei se sentía a la deriva.
ESTÁS LEYENDO
El trono. La guardiana 3
FantasyLa historia se repite. Un Aldrich lucha por llegar al trono. Una traición cambia lo todo. El swat está de regreso pero no puede tomar cartas en el asunto. Es el turno de una nueva generación encargarse de todo. ¿Será Ailleen o Jessica? ¿Allan...