.Reglas.

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Martes por la mañana, Alonso aún no tenía noticias de Jos y no sabía si había conseguido cerrar el trato.
Decidió no despertar aún a su hermanito y dejarlo dormir un poco, después de todo ese día tampoco iría a la escuela.

-Alonso ¿qué vamos a hacer para pagar las quimios?

-Mamá qué haces levantada, el doctor dijo que tenías que estar tranquila.

-¿Y tú crees que con nuestra situación puedo estar tranquila?

-Confía en mí, conseguiré un empleo.

-Aunque lo hagas, no creo que ganes lo necesario.

-Haré lo que tenga hacer por ti y por Braulio.

-Pero hijo...

-Aguarda, están tocando.

Se dirigió entonces a la puerta. Al abrirla su corazón comenzó a latir nerviosamente y sus manos comenzaron a sudar.

-Hola Alonso, tenemos que hablar. 

Salió de su casa y cerró la puerta- ¿t-te llegó la caja?

-No estaría aquí si no- lo miró fijamente- vamos, tenemos que irnos.

-¿Qué? ¿ahora? pero no puedo irme así como así.

-No te mudarás hoy, pero necesito hablar algunas cosas contigo.

-¿Tiene que ser ahora?

-¿Crees que habría venido hasta aquí por ti si no tuviese que ser ahora?

Suspiró pesaroso- dame dos minutos- entró de nuevo a su casa.

-¿Quién es ese chico?

-Ahora no tengo tiempo de explicarte, tengo que irme- dió un beso en la mejilla de su madre- no tardaré mucho.

(...)

Pronto llegaron a casa del pelinegro, este dirigió a Alonso a lo que parecía ser un estudio. La habitación tenía dos niveles, en el de abajo había un escritorio y una pequeña sala, en el de arriba una gran biblioteca.

-Toma asiento- el pelirrojo obedeció- antes que nada quiero decir que has tomado la mejor decisión al aceptar mi propuesta. ¿Qué te hizo decidirte?

-¿Acaso importa?

-No mucho, en realidad lo único que me importa es que estás aquí- quitó un cabello que caía en la frente del chico.

-Bien, lo primero que tienes que saber es que naturalmente vas a mudarte aquí.

-¿Cuándo?

-Mañana mismo.

-¿Qué?

-Sí, te quiero aquí mañana. Por tu familia no te preocupes, enviaré a alguien que cuide de ellos. Lo siguiente es que tendrás que seguir ciertas reglas.

-¿Reglas? ¿Qué reglas?

-Son varias, pero te diré las principales... La primera, tu móvil me lo entregas, te daré uno nuevo- Alonso asintió- la segunda, renovarás tu guardaropa y solo vestirás lo que yo diga.

-¿Qué tiene de malo mi ropa?

-Tendrás que ir a ciertos eventos conmigo y tu forma de vestir es muy... poco elegante.

El chico puso cara de sorpresa y rodó los ojos- bien.

-La tercera regla- caminó rodeándolo hasta posicionarse detrás de él- vas a hacer absolutamente todo lo que yo diga.

El pelirrojo tragó saliva.

-Si te digo camina, caminas. Si te digo corre, corres. Si te digo ven, vienes. Si te digo habla, hablas. Si te digo chúpamela, me la chupas- la piel de Alonso se erizó.

Jos caminó de nuevo hasta quedar de frente al pelirrojo.

-No puedes hacer nada si yo no lo autorizo ¿quedó claro?

-S-sí.

-Ahora ponte de pie y ven para acá.

Y así lo hizo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, Jos tomó de sus manos para colocarlas alrededor de su cuello, después posó sus manos en la cintura del pelirrojo.

-Bésame.

Alonso acercó su rostro al de Jos y lo besó. El beso era algo torpe, entonces el pelinegro hizo más firme su agarre y en un movimiento subió a Alonso al escritorio e hizo el beso más salvaje. Sus manos se dirigieron a los muslos del chico, acariciaba y apretaba de ellos, mientras Alonso enredaba sus manos en su oscuro cabello.

-Bien- dijo y volvió a besarlo- ahora ve a casa y arregla todo. Te quiero aquí a primera hora- después salió del estudio.

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Jai beibis 7u7

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😏❤

Espero que sí!

🌸Nos leemos la
próxima semana🌸

Besos😘😘😘

Coleccionista de HOMBRES|Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora