Después de que Jos abrazara a Alonso, todo lo demás pasó muy rápido. La policía llegó, pero fue necesario llamar a una ambulancia que se llevara a Alan, pues Jos lo había dejado realmente malherido. Antonio habló con los policías en presencia de los detectives y Sol, para tenerlos como testigos de lo que había sucedido momentos atrás, logró que, dado el estado en el que Alonso se encontraba, no fuera necesario interrogarlo de inmediato, pero sí seria prescindible que acudiera al día siguiente para confirmar los hechos y de ser necesario, realizarle un chequeo.
Sol y Antonio se marcharon con los policías para rendir su declaración, en cuanto a Jos y Alonso, éstos fueron llevados por los detectives hasta casa del primero. Cuando llegaron, Lily los recibió, abrazó a ambos, pues sabía que ambos lo necesitaban, los niños ya se encontraban dormidos y el pelinegro acompañó al pelirrojo a la habitación que antes ocupaba el chico. Al estar ahí, los recuerdos invadieron a Alonso, por todo lo sucedido hace un par de meses y por lo que había descubierto esa noche.-¡No!- gritó de pronto, alejándose de Jos- No quiero estar aquí- algunas lágrimas se acumularon en sus ojos.
-Ven- fue todo lo que dijo antes de tomar la mano del chico y dirigirlo a la habitación que él ocupaba. Una vez ahí, lo dirigió al baño, sabía que querría darse una ducha- te traeré algo de ropa limpia.
El pelirrojo ni siquiera contestó, se adentró a la ducha, giró la llave y dejó que el agua cayera sobre él, llevándose sus lágrimas y esperando que también pudiese llevarse lo sucio que se sentía, el dolor que se había acumulado en su pecho y todo el odio que comenzaba a sentir.
Secó su cuerpo con una de las toallas que ahí se encontraban y después envolvió su cuerpo en una bata antes de salir. Jos estaba sentado en la orilla de la cama, le extendió la ropa que le había elegido de su armario, pero el chico negó.-No quiero esa ropa.
-¿Por qué?
-Porque ahora lo sé todo, sé que no sólo fue conmigo y me siento como un puto prostituto.
-No digas eso por favor.
-Es como me siento- algunas lágrimas comenzaron a rodas por sus blancas mejillas- todo ese tiempo fue así y ¿sabes qué es lo peor? haberme enterado por boca de Alan. Que él haya sido quien me dijera todo esto, que me restregara en la cara que no fui el único que cayó en este juego.
-Yo quería decírtelo, pero no sabía como, tenía miedo. Tenía miedo de que me dejaras por lo que hice.
-¿Por qué hacías esto? ¿por qué jugaste conmigo? ¿por qué jugaste con todos?
Las palabras de Alonso lo tenían herido, pero sabía que lo merecía. Limpió las lágrimas que habían caído de sus ojos, era el momento, estaba decidido a contarle todo, a responder todas las preguntas que él tuviera.
-Por Mariano, cuando pasó lo de Madrid me llené de dolor, de odio, de rencor. Cuando volví a México estaba destrozado y me prometí nunca volver a dejar que nadie me engañara, que nadie jugara con mis sentimientos- el pelirrojo lo escuchaba con atención- tenía los medios para tener a quien quisiera, encontré en el dinero y el poder un aliado para conseguir a quien quisiera, porque antes que alguien jugara conmigo, yo lo haría con los demás.
-Eres un imbécil- soltó un par de golpes en el pecho del chico- lo que te pasó con Mariano no era un motivo suficiente para hacer lo que hiciste, yo no tenía la culpa, ninguno la tenía.
-Lo sé, sé que estuvo mal. Sol trató de sacarme de todo esto, ella quería que yo encontrara alguien a quien amar.
-¿Sol sabía todo esto?- la noticia lo tenía hasta cierto punto sorprendido, pues ella era la mejor amiga de Jos.
-Sí, e intentó muchas veces que yo dejara este tipo de vida y que encontrara a alguien con quien ser feliz, que me enamorara. Sabes que es mi mejor amiga, conoce cada detalle de mi vida, incluso ella se dio cuenta de que yo te amaba antes de que me diera cuenta.
-No digas que me amas, no puedo creértelo.
-No Alonso- lo tomó del cuello- no digas eso. Tú eres lo más real que he tenido en la vida, te amo con todo lo que soy. Tú llegaste a mi vida a cambiarla por completo, hiciste que sacara lo mejor de mí.
-Es que ya no sé que creer, si realmente me amaras me hubieses tenido la confianza para contarme todo.
-Perdóname Alonso- pegó su frente a la de él- perdóname por no contártelo.
-¿Cuántos fueron?- Jos se separó un poco de él para mirarlo a los ojos- ¿cuántos hubieron antes de mí?
-Fueron 19.
-Dios mío- retrocedió, necesitaba estar lejos de él- hiciste tu propia colección con todos nosotros.
-Alon- caminó hacia él, pero de nuevo retrocedió- tienes razón en alejarte, soy una basura de persona. No merezco nada de lo que tengo, no te merezco a ti.
-Intento entender toda esta situación.
-No hay mucho que entender, fui de lo peor. Me sentía destruido y no me importó destruir a los demás. ¿Sabes que es lo peor de todo? Que no me arrepiento, porque todo lo que hice me llevó a conocerte, porque si no hubiese comenzado esto tú no estarías en mi vida. Tú no formas parte de esa colección, porque tú eres diferente, cuando tú apareciste me cambiaste por completo, tú me enseñaste a amar de nuevo, me enseñaste a amar de verdad- las lágrimas fueron inevitables para ambos- pero no te merezco, tú necesitas a alguien bueno, alguien que no haya cometido tantos errores, alguien que te haga feliz.
Alonso se acercó entonces a él y lo tomó del rostro, pasó sus pulgares por sus mejillas intentando limpiar sus lágrimas, sus miradas se encontraron, conectando en una solo y llena de dolor y compasión.
-Sin no cometemos errores, nunca tendríamos aciertos.
-Enserio te amo, no sabes cuanto. No quiero perderte, pero sé que no debemos estar juntos.
-¿Me amas?
-Claro que te amo, eres el amor más sincero que he sentido en mi vida.
-Yo también te amo, demasiado. Y si nos amamos como lo hacemos, claro que debemos estar juntos.
-Mi amor- Jos se abalanzó a los brazos de Alonso y éste lo recibió apretándolo contra su cuerpo- perdóname, perdóname por todo. Por todo lo que te he hecho pasar, por lo que has sufrido por mi culpa, perdón por todo.
-Promete que no habrá más secretos ni mentiras entre nosotros.
-Este es el final de las mentiras y los secretos, te lo prometo. También te prometo que voy a estar para ti siempre.
-Te necesito Jos.
-Yo igual te necesito.
-Ayúdame, ayúdame a salir de esto. Ayúdame a olvidar- lo besó, era un beso necesitado, un beso fuerte, un beso que pedía a gritos algo más- hazme el amor, hazme tuyo, hazme olvidar todo, ayúdame a borrar cada lágrima derramada.
◾◾◾◾◾
¡Hola!
Un poco tarde, pero aquí está el capítulo.
Como leyeron en el título, este es el final.
El final de los secretos entre ellos.
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Nos leemos pronto.
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Coleccionista de HOMBRES|Terminada|
FanfictionEsta es la historia de un chico común y corriente, con una vida común, una pareja común y una familia común; que conoce a un chico... Nada común ¿su nombre? José Miguel Canela Rivera. Un hombre nuevo cada mes.