Coleccionista de HOMBRES|Terminada|

.Una venganza.

El chico pelinegro no concebía aquello, se dejó caer sobre el sofá de aquella casa sin dejar de mirar la pantalla de su celular donde aquel mensaje se mostraba. Nada estaba claro en ese momento, más que el hecho de que Alonso no estaba en casa y por el contenido de aquel mensaje, se lo habían llevado. 
Cuando por fin pudo reaccionar, buscó entre sus contactos y le dio a "llamar".

-¿Sí?

-Antonio se llevaron a Alonso, necesito a todo el mundo buscándolo.

-Espera Jos, no te estoy entendiendo nada.

-¿Qué es lo que no entiendes?- contestó algo alterado.

-A ver Jos, tranquilízate o no nos vamos a entender.

El chico soltó un gran suspiro frustrado.

-Vine a casa de Alonso y él no estaba, me llegó un mensaje diciendo "te dije que te costaría". Es claro que alguien se lo llevó y necesito encontrarlo.

-¿Estás seguro de que no es un fraude? Tal vez Alonso sólo salió a...

-Braulio está en casa, solo- dijo sin dejarlo terminar- él nunca lo hubiese dejado, creo que lo secuestraron- dijo al fin la palabra que había estado evitando.

-Bien, ve a tu casa y lleva al niño. Te veo en 20- colgó.

Tomó a Braulio en brazos y salió de aquella casa. Subió al auto, ajustó el cinturón de Braulio y emprendió el viaje a casa. En el camino realizó una llamada a Sol, para que estuviese enterada y le pidió que acudiera a su casa. Su pequeño Alonso estaba secuestrado y no quería perder a nadie más.
Cinco minutos después de que él llegara a casa, Sol llegó. Estaba igual de alterada que él, pues le había tomado un gran cariño al chico pelirrojo y no deseaba que nada malo le sucediera. 

-¿Qué fue lo que pasó?- tomó a Braulio en brazos.

-Fui a ver a Alonso para pedirle disculpas y cuando llegué no estaba, él estaba solo y no sabía donde estaba su hermano. Me llegó este mesaje- le tendió el móvil para que leyera el contenido- no sé de quien sea ni por qué se lo han llevado.

-¿Dijiste disculpas?

-¿Es enserio Sol? 

-Perdón, pero no puedo creer que a estas alturas tengan discusiones. Por la mañana todo estaba bien.

-Sí, bueno. Quizá lo arruiné un poco. Discutimos por Miguel. Y no sabes cuanto me arrepiento, si no hubiésemos peleado por una tontería, él no se hubiese marchado a casa y ahora estaríamos aquí, juntos.

-Es lo que digo, las discusiones no valen la pena.

Pronto Antonio llegó y pidió saber todos los detalles de lo sucedido. Jos le había entregado su móvil para que leyera el mensaje y tomara nota del número que lo había enviado. Desgraciadamente, los contactos de Antonio que habían intentado rastrear el dispositivo del cual salió el mensaje, dijeron que éste era un teléfono desechable y era imposible de rastrear.

-¿Y ahora?

-Sólo queda esperar- contestó él.

-¿De verdad no tienes idea de quién pudo haber sido?

-No, es que Sol...- entonces lo recordó.

-Créeme, no te conviene.

- Al que no le conviene retarme es a ti, lo sabes. Así que vete.

- Bien- se puso de pie- Este es mi nuevo número- le entregó un pequeño papel doblado- no te atrevas a no llamar o te costará Canela- se retiró no sin antes darle una rápida mirada al pelirrojo.

-¡Fue Alan!- dijo de repente- Alan tiene a Alonso.