Cuando Jos salió de la habitación, Alonso se dejó caer sobre la cama dejando salir un largo suspiro. Cubrió su rostro con una almohada e imaginó que Jos volvía a la habitación y subía sobre él, sintió como le recorría el cuerpo con sus manos, incluso cuando sus labios se posaron sobre su cuello dejando un pequeño beso.
-Lo siento, no me pude resistir.
-¿Qué?- aventó la almohada que aún sostenía en el rostro cuando escuchó su voz.
-¿Qué te sucede Alonso? ¿No me digas que ya estabas dormido?
-A-ah sí, estaba quedándome dormido.
-Bueno, parece que eso ya no será posible- comenzó a levantar la playera del pelirrojo- esto se te ve muy bien.
-Creí que no te gustaba mi ropa.
-Hay muchas cosas de ti que no me gustaban.
-¿Y ahora sí?
-¿Quieres platicar o prefieres...?- dijo con una sonrisa provocativa.
Alonso respondió de la forma en que Jos esperaba, lo tomó por el cuello y lo acercó a él para besarlo, después de todo, era lo que su inconsciente quería. Sus besos se hicieron cada vez más desesperados y pequeños gemidos comenzaron a escapar de sus bocas. Comenzaron a deshacerse de la ropa hasta quedar completamente desnudos. Alonso cambió de posición, quedando ahora sobre Jos; besó su cuello y fue bajando lentamente hasta llegar a su abdomen, lugar donde se detuvo.
-No pares- pidió lentamente el pelinegro.
-Dime una cosa que no te gustaba de mí y ahora sí.
-¿Enserio vas a detenerte a platicar?
-Si no hablas aquí se acaba.
-Mierda Alonso.
-Anda, dime.
-Tu ropa ok, tu ropa. Ahora sigue.
-Esa no cuenta.
-Dijiste que diga una, no que diga una diferente ¿ahora puedes seguir?
Alonso rodó los ojos, pero siguió su trabajo. Continuó besando y lamiendo el abdomen del pelinegro hasta llegar a su miembro, lo tomó entre sus manos y comenzó a masajearlo lentamente, pero de pronto se detuvo de nuevo.
-Aay Dios.
-Di otra cosa.
-Si quieres luego nos tomamos un café y hablamos todo lo que quieras.
-Bien- bajó de él y de la cama.
-Ok, ok Alonso. Tu actitud ¿está bien? No me gustaba tu actitud tan inocente.
-¿Y ahora?
-¿Para qué quieres saber eso?
-Para nada.
-Entonces deja de hablar.
Alonso rió por lo bajo, subió de nuevo y tomó de nuevo el miembro de Jos continuando donde se había quedado. Su mano subía y bajaba a lo largo del pene erecto del pelinegro, acercó su boca a él y comenzó a lamerlo por la punta.
-Dios Alonso... vas a matarme- dijo con algo de dificultad.
El pelirrojo se posicionó y Jos lo penetró, el chico comenzó a moverse cada vez más rápido y Jos no pudo resistir más, terminó dejándose llevar por el placer que aquel chico le proporcionaba. Tomó a Alonso de las muñecas y lo aventó contra la cama. Lo besó lentamente en el cuello y la piel del chico reaccionó a eso.
Jos optó por una vía un poco más rápida, bajó sus besos con rumbo al miembro de Alonso, cuando estuvo ahí lo tomó entre sus manos, comenzó lamiendo la punta y poco a poco lo introdujo por completo en su boca, sintió como quedó erecto en su boca hasta que el pelirrojo se corrió en su boca.
Se dirigió entonces hasta el rostro de Alonso y con el rastro de aquella sustancia blanquecina lo besó.-Es linda- dijo al separarse de él.
-¿Qué?
-Tu actitud. Ahora me parece linda- eso era mucho más de lo que estaba dispuesto a admitir.
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¡Hola bebés!
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Nos leemos el
Próximo Miércoles👬Dejen sus votitos⭐ y comentarios💬
💓Bais Bebés💓
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Coleccionista de HOMBRES|Terminada|
FanfictionEsta es la historia de un chico común y corriente, con una vida común, una pareja común y una familia común; que conoce a un chico... Nada común ¿su nombre? José Miguel Canela Rivera. Un hombre nuevo cada mes.