Coleccionista de HOMBRES|Terminada|

.La llamada.

Habían pasado 24 horas desde la desaparición de Alonso. Habían pasado 24 horas angustiosas para todos los presentes en la casa de los Canela. Aunque a Braulio habían preferido no decirlo el motivo real del por qué su hermano no estuviese con él, también resentía su ausencia. 
Antonio estaba haciendo lo posible por encontrar alguna pista que los hiciera dar con el paradero del pelirrojo, contrató a un par de detectives que estaban ayudan con el caso. El pelinegro dejó a Braulio y a Miguel a cargo de Lily, y junto a Antonio y Sol salieron hacia casa de los Villalpando. 

-Esa es la habitación de Alonso- señaló el pelinegro, para que los detectives acudieran a ella. 

Revisaron las habitaciones y toda la casa, no había nada, ningún indicio que les dijera en dónde pudiera estar. 
Los nervios de Jos estaban disparándose al tope, deseaba que nada de eso estuviera pasando. Hubiese querido tener una máquina del tiempo en ese momento y retroceder a unos días atrás, cuando estuvieron en aquella cabaña, cuando estaban juntos. Y es que no entendía, como la vida podía ser así, como el destino le jugaba una tan mala pasada. Primero lo llevaba a la punta más alta de la felicidad y después lo dejaba caer al punto más bajo.

-Tendremos que seguir buscando, vamos a ir con los vecinos a averiguar si alguno escuchó o sabe algo. 

-Bien, Sol y yo volveremos a la casa. No puedo dejar a los niños tanto tiempo solos, a Alonso no le gustaría eso. 

-Está bien, vayan con cuidado. 

Después de despedirse de Antonio, él y Sol salieron hacia su casa. Ninguno de ellos decía nada en el trayecto, ambos iban inmersos en sus pensamientos hasta que el sonido del móvil de Jos comenzó a escucharse. 

-¿No vas a contestar?- la voz de la chica lo hizo salir de su enmismamiento. Se orilló inmediatamente y con un poco de nervios desplazó su dedo por la pantalla para contestar la llamada entrante.

-Con José Canela- dijo con bastante control.

-Uy ¿por qué tanto formalismo?- Su voz lo hizo erizarse por completo, era él. 

-¿Dónde tienes a Alonso?

-A ver, a ver. Le vas bajando a tu tonito si es que quieres volver a ver al pelirrojo. 

-No te atrevas a hacerle nada Alan o soy capaz de...

-De nada, tú no vas a hacer nada si quieres que nada le pase a Alonso. Mira que no está nada mal.

-¡Demonios!- soltó un golpe contra el volante.

-Espera mi siguiente llamada- sin más, colgó. 

-¿Qué te dijo?

Jos no respondió. Se dispuso a marcar el número de Antonio. 

-Alan llamó, ¡necesito que encuentren a Alonso lo más pronto posible!

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2/5

¡Hola!

Esto va aumentando de intensidad. 

Espero que no me estén odiando y que no me odien más adelante.

¿Dónde tendrán a Alonso?

¿Qué pasará con él?

¡Nos leemos mañana!