Capítulo 4. (¿Mío?)

28.6K 1.9K 170
                                    

Mi respiración se apresura.

Me están asfixiando.

¡Me están matando!

Abro los ojos con el miedo en mí. Me ha encontrado....

Mis pupilas dilatadas se van acostumbrando a la luz de la ventana y recuerdo lo sucedido en las últimas horas. Quizá un día ha pasado. 

Estoy aquí, en su club.

Me remuevo con delicadeza y salgo del amarre de ese hombre. Camino por la habitación observando cada detalle y abro la maleta con mi ropa. Las prendas están secas y otras húmedas. Las extiendo en una silla y trato de cambiarme sin hacer bulla. Cepillo mi cabello mientras lavo mis dientes y observo el buzo enorme que llevo puesta. No quiero usarlo, siento que aquí de alguna manera estoy segura. Que no necesito esconderme de nadie.

Salgo del baño y ese hombre sigue plácidamente dormido. No sé qué puedo hacer, si lo despierto o no.

Despacio abro la puerta y camino por el pasillo. Golpeo la habitación de Agnes y no me abre. Siempre he sido una persona muy madrugadora, por lo que creo me levanté muy temprano. Quizá son las seis o siete.

Agarro la capucha y me la coloco mientras salgo. Hay unos hombres conversando, pero evadiéndolos camino al gran sendero de árboles.

Éste lugar es hermoso. A pesar de su gran casa que ocupa toda la vista, hay una especie de sendero con un huerto de árboles con frutas en ellos, más adelante el bosque se ve amplio y con un tenue oscuro en el fondo de él.

Abro la pequeña puerta del huerto y agarro una de las canastas de paja. Sonrío al ver las moras enredadas y las fresas en el piso. Me agacho y empiezo a recolectarlas, no mucho más que lo suficiente para mí. Amo este sitio, es calmado y tranquilo.

—La nueva puta de Hourse.

Levanto mi cuerpo que yacía en el piso y miro a la mujer frente mío. Tiene una alta cola de caballo rubia y los ojos más maquillados que he visto.

>>!Habla! ¿Qué es lo que quieres de mí hombre?

Muevo mi cabeza sin saber que decir y doy la vuelta despacio. Siento como camina al lado mío y jadeo cuando su mano agarra mi cabello. — ¡No es un juego! Te quiero lejos de Hourse, soy yo quien usará ese chaleco. ¿Queda claro?

—No sé qué dices —hablo delicadamente.

—Será mi puño en tu boca si te atreves a interferir en mis planes. ¿Lo entiendes?

—Sssíí

Caigo con fuerza hacia adelante y me tambaleo hasta estabilizarme. La mujer sale de ahí moviendo su cola de caballo con fuerza. Solo la veo irse, con unos enormes tacones y un pantalón ajustado que resalta todas sus curvas, y vaya curvas. Ella debe parecer la preferencia de todo hombre en cualquier ocasión. Grandes pechos, cintura pequeña, enormes caderas y guapa.

Me acomodo en unos pequeños asientos del lugar y limpio mi fruta. Observo el paisaje con el sol conjunto.

¿Cuánto duraré aquí?

Mi tiempo es limitado y tengo seis meses contando desde ahora.

Sostengo la pulsera de mí mano.

Perdóname mamá, no puedo luchar contra Ronald. Es demasiado fuerte y yo no tengo a nadie a mi lado. Solo me queda huir y esperar que nunca me atrapen y me encierren por un crimen falso, además de que puedo resultar muerta.

Despacio como las dulces fresas y gimo por el exquisito sabor. Hace tiempo no comía una de estas.

Había olvidado que el comer también implica poder disfrutar de los sabores de las cosas.

CUIDANDO DE ELLA®  - (SAGA MC - ELLA#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora