CUIDANDO DE ELLA® - (SAGA MC - ELLA#2)

Capítulo 7. (Suya)

-Levántate, vida. Quiero ponértelo.

-Chester...

-No quiero hacerlo yo, vida. Quiero tu entrega hacia mí, hazlo. Ven a mí.

Muevo mis dedos, entrelazándolo. No sé cómo tomar esto, este mundo es inentendible, siento que ese chaleco es una especie de anillo. Es como si me casara. <<De nuevo>>

>>Vida, no me gusta esperar.

-Es que...no quiero, Hourse.

-¡Qué!

-No quiero, no puedo...

-¿Cómo qué no puedes? ¿Acaso no me quieres?

-Es qué...

<<Dile>>

No puedo.

-¡¿Qué?! -brama furioso-. No ha sido lo suficiente con el amor que te tengo. Te he demostrado que eres importante para mí.

-Es sólo. No me siento preparada para tú mundo.

-Podemos ir paso a paso, vida.

-No lo estamos haciendo, y siento que me estás...

-¿Qué? ¿Atando? -Él luce muy molesto.

-Sí.

Enojado deja la bolsa en el piso y sale furioso de la habitación. Me siento de nuevo en la cama y agarro el cuero negro. Es un diseño hermoso, algo que ninguna mujer tiene en este lugar, por alguna razón, esa idea me agrada, pero es demasiado pronto como para decir "sí" en mi punto de vista eso sería engañarlo, pero a su vez es negativo, porque por él estoy sintiendo algo bonito.

Guardo la prenda en la funda y me recuesto en la cama.

Tengo mucho por lo que pensar.

******

Agarro la cuchara de mi cereal y como despacio. Agnes me observa y a su hermano también. Un mes, ese ha sido el tiempo en el que he pasado aquí. No he sido hermoso para mí, he querido salir de este lugar, pero apenas y puedo llegar a la puerta sin ser vigilada.

Chester es como mi dueño, bueno, un dueño enojado. Me ha brindado todo lo que necesito, pero el cariño se ha vuelto frío. Apenas y lo veo, solo llega a dormir casi a media noche y se va muy temprano. No me habla más que para cosas necesarias. Sé que la mayoría lo nota, más las mujeres odiosas.

Aplasto el plátano de mí mano y lo miro riendo con ellas.

-Cuidado y chorreas más celos.

Ignoro las palabras de Agnes y me levanto. Agarro mi vaso de jugo y camino hacia Delia, observo como pone su mano en el pecho de mí Chester y estallo. Lanzo el contenido cerca de su rostro y se escucha un chillido.

Ella de verdad está molesta.

La risa de Agnes es fuerte y la mujer que ensucié se levanta. Sus ojos me miran y levanto mi mentón.

-¡¿Qué mierda te pasa?!

-No lo toques.

-¿Por qué? No eres nada.

-Sí lo soy.

-No, no llevas su parche.

Hace algunas semanas escuché el rumor de que Chester se emborrachó y enojado repetía que lo había rechazado, ahora sé y es verdad.

-Pero...

-Eh, eh, eh. No hay pero, sigue tu camino, muchachita. -Ella me empuja levemente y miro a Chester, él no hace nada. Solo me sigue mirando.