CUIDANDO DE ELLA® - (SAGA MC - ELLA#2)

Capítulo 12. (No estoy lista)

Apenas y escucho el proceso que dice la doctora.

¿Un bebé?

No, un bebé no puede llegar ahora.

Hay muchas cosa que él aún desconoce de mí. No puedo arriesgarme a ello.

No estoy segura ahora mismo.

—¿Podemos iniciar ese tratamiento ahora? —Chester interrumpe mis pensamientos. Lo miro, ¿qué tratamiento?

—Sí. Será una en el que preparé su organismo y también sus defensas.

—¿Y en qué tiempo podremos tener a nuestro hijo?

<<Nuestro hijo>>

Habla como si fuera algo sencillo, cómo si el bebé llegará, así sin más.

—Bueno el tratamiento puede durar unos seis meses en hacer efecto, todo depende del estado de la madre.

—No —menciono en voz alta, me miran.

>>No me siento lista para ser mamá…, es demasiado pronto.

—Vida, nunca es pronto. Te quiero sana y que me condenen si me niego a verte con mis hijos en el vientre.

¿Hijos?Dijo…, ¡Dios, está loco!

—Podemos ir por la otra opción…

—Ella no irá a ninguna opción más que la de cargar a mí hijo en el vientre.

—Seño Mc Call, creo no estamos….

—¡Nada! Deme esa mierda de tratamiento. Mi mujer y yo no veremos más opciones.

—Es una decisión de dos...

—¡Me importa una mierda!

—Chester —chillo indignada al verlo fuera de control.

—Haga bien su trabajo.

—No seas grosero.

—¡Tú! — Vida, será nuestro hijo…

—Insisto, es una decisión de dos.

—¡Cállese!

—No grites, por favor. —ÉL ahora está fuera de control, levantado y mirándome. Luce molesto, furioso…

Agnes, Troya y dos prospectos más están dentro. Han escuchado sus gritos. La rubia viene a mí y me abraza. Limpia mis lágrimas, ¿Cuándo fue qué lloré?

—Hermano, debes calmarte. Asustas a tú chica.

—¡Diles que tendrás a mi hijo! ¡Diles Eva!

Muevo mi cabeza viéndolo fuera de sí. Su rostro suda y sus ojos parecen remolinos.

>>! Diles Eva!

—¡Basta! —sentencia la rubia.

—Eva…

—Chester…

Miro como los hombres lo empiezan a sacar de ahí y se resiste. Con fuerza lo jalan y me mira.

—Será un diamante en tú dedo y mis hijos en tu vientre algún día.

Troya lo lleva lejos de mí y Agnes gime sorprendida.

La doctora recoge sus pertenencias y me mira.

—Es una pareja, de dos. Mi consultorio está en la tarjeta que tiene Chester, puedes ir cuando quieras y veremos el mejor tratamiento, si no deseas el embarazo como opción.