CUIDANDO DE ELLA® - (SAGA MC - ELLA#2)

Capítulo 33. (¿Justicia?)

POV HOURSE

—¡Abran la maldita puerta! —grito enojado y el volumen de la televisión se escucha mucho más fuerte.

Maldigo para mis adentros golpeando con fuerza uno de los barrotes, mis manos se hacen puños. No, debo ir con ella. No pueden simplemente cremarla...!No! Ni siquiera tengo una foto con mi Vida, cómo se supone que conservaré su imagen.

Tengo grabada cada parte de su cuerpo en mi memoria, pero aun así...necesito verla, saber que puedo tocar su cuerpo, porque era y siempre será mía.

Pero también está la culpa, hay algo que me impide perder la cordura, porque sé y lo que se viene es fuerte, pero no tiene sentido si Eva no está a mi lado. Me siento mal, en todo sentido...culpable, eso es lo que soy y me quemará vivo siempre.

******

—Hourse.

—Troya, dime que malditamente te has hecho cargo. ¡No me la puede quitar de ese modo! ¡Tienes que sacarme de está mierda! ¡Ya!

—Prez, eso estamos haciendo. Ya hay un abogado a cago... pero...

—¿Pero?

—El cuerpo de Eva ya fue entregado, su amiga llevo sus cenizas. Por lo que sabemos sigue aquí, se irá en un vuelo de la tarde de mañana.

—¡No! ¡Jodidamente no lo hicieron! —Camino a la pared de mi celda y mis puños conectan con ella. ¡No! Me niego, no me pudieron hacer eso... ella...era mi vida.

Nunca sentí cuando mis piernas tocaron el piso, simplemente había caído, estaba devastado. No me habían permitido verla... ni siquiera me consideran alguien de su familia. Si hubiera llegado a tiempo... Si la hubiera escuchado...

—Prez...

—Quiero estar solo.

—Lo siento mucho, Hourse. Hicimos todo lo posible, pero una vez ella entró, no tuvimos el control de lo que pasaba.

—¡Quiero estar jodidamente solo!

—Hourse...

—¡Vete de aquí!

Siento el cuerpo de Troya salir y mis ojos vuelven a tornarse de lágrimas. Mis manos presionan con fuerza mis rodillas. Mi pecho se levanta cuando el dolor llega duro y fuerte.

Quiero ir contigo Eva.

El peor castigo de mi vida, había sido vivir con este infierno por dentro, sin mi vida.

******

—¿Chester?

>>Te amo, Chester.

Observo el verde campo, nuestra casa ideal. Eva sostiene en sus brazos una cobija de color blanco.

>>Míralo.

—Vuelve —repito en medio de un sollozo. Ella solo me mira y besa el envoltorio que lleva en brazos.

—Yo lo cuidaré, Chester.

—Vuelvan a mí.

Eva sonríe y se despide con la mano. Puedo ver su rostro lleno de felicidad y nostalgia.

—Te cuidaremos siempre, amor. —Camino hacia ella, pero su cuerpo se vuelve cenizas. Mis brazos se hacen puño y trato de correr, pero el viento los aleja de mí.

—¡Por favor vuelve!

—¿Señor Mc Call?

>>¿Señor Mc Call?