Capítulo 22. (Inicios)

19K 1.3K 94
                                    

Limpio las heridas de Chester viéndolas casi curada y beso su espalda mientras bajo su camisa. Escucho su ronca risa y me coloco en su delante. Él me observa con sus ojos verdes y me atrae a su pecho.

—¿Feliz?

—No me importa si te enojas, si tengo que cuidarte lo haré.

Él solo mira mi boca y ataca mis labios.

—Eres lo mejor que le pasó a mi vida, no imagino un día sin ti.

—Tampoco yo —menciono con sinceridad. Sus manos agarran la cinturilla de mi pantalón y lo regaño.

—Mierda, vida. Llevo días esperando...

—Seguirás esperando. Vamos, es tú último chequeo.

Escucho como maldice en voz baja y me da la mano. Bajamos las escaleras con calma y niego cuando quiere ir en su moto.

Ignoro su furia cuando pido que Skiller nos lleve y el a regañadientes sube a la parte trasera de la camioneta, conmigo a su lado.

Llegando al hospital puedo observar la camioneta de Troya.

—Agnes está en chequeo. Hoy cumple cinco meses.

—¿Esa mierda es constante?

—Sí, por lo general tu hermana es muy...

—Curiosa.

—Sí, quiere ver al bebé a cada minuto.

—¿No es niña?

—Eso dicen, solo que no lo confirman en su total, casi siempre pasa de lado. Agnes dice que le duele mucho caminar del lado derecho, está en una rara posición.

Ellos me miran sin entender y muevo mi cabeza..., y yo que les iba a decir de sus problemas al dormir.

Bajamos de la camioneta y Chester agarra mi mano. Digo su nombre en la ventanilla y esperamos nuestro turno. Me siento a su lado y Alex entra con un hombre en una camilla.

Enseguida Chester se levanta y el oficial se acerca.

—¿Qué mierda pasó?

—Quiso asaltar una de las tiendas de joyería, tuve que disparar, tenía a una reén. Estaba investigando, Chester, puede ser que esté implicado en tu accidente.

—Hijo de puta...

—Sabes que lo interrogaré, si algo pasa con él te lo enviaré de vuelta.

—Gracias, Alex. Sabes que esos actos solo demuestran tu lealtad hacia nosotros.

—Chester, mi deber está con ustedes. Si me disculpa. —Sus ojos se encuentran con los míos y agarra su gorro en señal de agradecimiento. Me quedo helada viendo la escena, él es muy diferente a que cuando Chester está conmigo.

—Señor Mc Call.

—Vamos, vida —dice, jalando mi mano.

La enojada doctora de Chester nos recibe y revisa sus heridas. El solo yace quieto mientras permanece serio y camina de regreso a su silla.

—La cicatrización es excelente, señor Mc Call, lo felicito. Sus heridas están curadas.

—¿Podré comer una hamburguesa?

—Puede, pero no se exceda.

—Y, ¿puedo follar a mí mujer?

Abro los ojos mientras mis mejillas se encienden y la doctora ríe.

—Puede, pero no olvide cuidarse. La cicatrización interna dura un año como mínimo.

Chester solo se levanta y me jala a él. Besa mi frente y agarra la receta, son solo unas pequeñas pastillas, nada como el principio. Sonrío cuando me abraza por la espada y besa mi cuello, caminamos de esa manera y en la esquina, chocamos con un cuerpo.

CUIDANDO DE ELLA®  - (SAGA MC - ELLA#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora