Extra 3. Bebé a bordo

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POV EVA

Siento una presión en medio de mi vientre y no puedo evitar reír. Mis ojos se desvían a la manta levantada en mis sábanas y una pequeña risa sale.

-¿Qué haces ahí? -Levanto la tela que cubre su cuerpo y Chester me mira. Sus ojos se vuelven más negros y señala mi estómago.

-Se hace notar. -Besa mi abdomen de cuatro meses y extiende mis pies-. Mi hija quiere que la veamos.

-No sabemos si es una niña.

-Yo lo sé, vida. Es por tu vientre, cuando es niño es casi como un balón de fútbol, a tres centímetros de tus pechos, cuando es niña es un vientre más relleno, que lleva todo tu estómago, justo como ahora.

Mi risa suena y el besa la piel de mi abdomen.

>>Hermosa.

-¿Te gustaré cuando tenga kilos demás?

-Me gustarás cuando esos kilos puedan ser saboreados por mi boca. Me gustaría que esos kilos.- Toca mi culo-. Rellenen cada espacio.

Sus labios devoran los míos y enseguida noto como sus manos juguetean con la pieza que cubre mi entrepierna. Niego lentamente y sus ojos me miran furiosos.

Su boca gruñe cerca de la mía y trato de quitarlo.

-Chester, tenemos una cita médica.

-Puede esperar, vida. Mi polla te necesita.

-No podemos. Vamos...

-No me agrada esa idea, vida. Quiero follarte.

-Déjame descansar un poco, vale.

-¡Mierda! No sé cómo aguantaré esos 40 días después del parto.

-¿Estuviste leyendo? -río mientras lo veo.

-Lo estuve.

-Bueno, son sacrificios, cariño. -Mi mano soba su mentón y el me mira.

-Cualquier sacrifico vale la pena, vida. Más si ella es la causa. -Su mano se presiona en mi abdomen y besa con furia mis labios. Lo alejo despacio y camino a la ducha antes de alistar todo.

*******

-¿Qué es eso? ¿Un pene?

-Chester -menciono sonrojada, mi mano golpea la suya y lo veo. La doctora ríe y mueve la cabeza.

-A ver dulce bebé, vamos a saber que eres.- La mujer golpea mi vientre y chillo despacio por el dolor. Chester detiene su mano y la tira lejos.

-No se atreva a ponerle una mano a mi mujer ni a mi hija. -Él empieza a acariciar mi estómago aún con el gel y saca una pequeña barra de chocolate. Me la como mientras él le dice a la doctora que siga monitoreándome. Mis ojos divisan la pequeña pantalla indicando a nuestra semillita.

-Ya se puede ver...

-¿Es una niña, verdad?

-Sí, Señor. Mc Call, es una niña. Felicidades.

Mis ojos se llenan de amor y Chester sostiene mi mano. Siento como una ronca risa sale de él y los dos observamos con felicidad esa bella pantalla; un bebé, una niña, una familia llena de amor.

******

-Ahhh, Chester- gimo, mis caderas moviéndose mucho más. Sus ojos me miran con ansias y despacio sigue moviendo su lengua en medio de mis muslos.

CUIDANDO DE ELLA®  - (SAGA MC - ELLA#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora